No cabe ninguna duda, acabamos de vivir un día histórico. La victoria del candidato del FMLN a la presidencia de la república, Mauricio Funes tiene un significado mayor: por primera vez en El Salvador accederá a la presidencia una persona que se declara abiertamente de izquierda.
Por primera vez podemos afirmar que al pueblo se le abren horizontes. Se ha ganado una batalla importante. El pueblo tendrá que defender a diario este triunfo y deberá volcarse a la participación activa en la vida pública del país. Se trata ahora de concretar las aspiraciones. Esta es la batalla principal. Esa batalla queda por ganar, será ruda. La lucha no se terminó anoche.
Pero hoy es un tiempo en el que debemos manifestar nuestro entusiasmo, la alegría de ver que el partido que ha sumido al país en la miseria, que lo puso al servicio de intereses ajenos, que le sirvió dócilmente a las clases dominantes, ha quedado afuera del gobierno. Arena fue derrotada.
El miedo fue vencido. La esperanza puede comenzar a alentar nuestros ánimos. El cambio ahora si que se ha vuelto posible. Hagámoslo realidad.
Por primera vez podemos afirmar que al pueblo se le abren horizontes. Se ha ganado una batalla importante. El pueblo tendrá que defender a diario este triunfo y deberá volcarse a la participación activa en la vida pública del país. Se trata ahora de concretar las aspiraciones. Esta es la batalla principal. Esa batalla queda por ganar, será ruda. La lucha no se terminó anoche.
Pero hoy es un tiempo en el que debemos manifestar nuestro entusiasmo, la alegría de ver que el partido que ha sumido al país en la miseria, que lo puso al servicio de intereses ajenos, que le sirvió dócilmente a las clases dominantes, ha quedado afuera del gobierno. Arena fue derrotada.
El miedo fue vencido. La esperanza puede comenzar a alentar nuestros ánimos. El cambio ahora si que se ha vuelto posible. Hagámoslo realidad.
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