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25 octubre 2013

Pensar la estrategia

Para pensar estratégicamente debemos partir del presente, de la coyuntura  y portar nuestra mirada hacia el horizonte. Si nos quedamos encerrados en este hoy se nos vuelve imperiosa la disyuntiva que nos presentan los socialdemócratas que dirigen el FMLN: “o la vuelta al pasado con ARENA o la continuidad con nosotros”. Insisto en esto pues es el argumento electoral más repetido y tal vez el más eficaz. Son muchos los que entienden lo limitado del argumento, pero que se dejan subyugar por él. Pues tiene además de la eficacia del “menor mal” algo que se enraíza profundamente en la historia recién pasada. En otras ocasiones he afirmado que la guerra sigue determinándonos. Este es un caso, pues la aversión hacia el partido ARENA no proviene sólo de sus años en el gobierno, sino y sobre todo por el papel criminal jugado por ese partido durante la guerra. Si no existiera esta carga histórica puede que el argumento resultara menos eficaz.

En lo que atañe a lo “menos malo” tiene la eficacia de poder convertirse en una opción permanente, dicho de otra manera, en la estrategia. En sus “Cuadernos de la cárcel”, Antonio Gramsci tiene esta reflexión § <45>  “Pasado y presente.  La política de lo menos malo. Pero “peor nunca está muerto’, dice el proverbio popular, y habrá un “menos malo” hasta el infinito, porque lo “menos malo” de mañana será menos malo que el  “peor” de pasado mañana y así indefinidamente”. Es decir que este menos malo se puede convertir en el pan diario de cada campaña electoral. Y esto no es una exageración, ha sido la sempiterna cantinela de los partidos socialistas de Europa. Se trata pues de una estrategia chata y miope, pues nos deja la nariz metida para siempre en la coyuntura.

Pero qué significa portar la mirada hacia el horizonte. ¿Qué pueden ver nuestros ojos más allá de este presente que nos agobia? Sobre todo que ya lo hemos constatado, la correlación de fuerzas tanto a nivel nacional, como internacional no le es favorable a las fuerzas revolucionarias. No obstante también podemos preguntarnos ¿acaso es un descabello proponernos transformar la sociedad? ¿Acaso estamos obligados a negarnos un futuro? Esto significa que nuestra mirada cobra sentido cuando tenemos presente qué fin nos proponemos, pues únicamente ese fin nos puede dar la pauta para nuestras acciones.

El FMLN ya no tiene (¿lo tuvo alguna vez?) como fin transformar la sociedad. Ellos hablan del “socialismo” como un ideal o como una utopía, es decir algo que ni siquiera lo tienen apretado bajo el codo en una esquina del escritorio, sino que bajo aldaba en la más recóndita gaveta. No obstante los que piensan que el objetivo de transformar la sociedad es algo que está planteado vigorosamente por la realidad misma en la que vivimos no tienen organización. Esta es sin duda alguna el obstáculo histórico ante el cual estamos enfrentados.

Ven qué diferencia tan grande existe entre plantearse la tarea de la organización o si Quijano va a quitar el vaso de leche o si Sánchez Cerén va a darles también a los bachilleres. Curiosamente en estos días salió a luz un estudio en el que coloca a El Salvador con Guatemala en el último lugar en la región respecto a la inversión pública en la niñez y adolescencia. El Salvador gasta apenas 4.3% del PIB, mientras que Costa Rica y Honduras el 8.3% y 8.5% respectivamente. Esto depende de la política fiscal, recuérdense del circo de Funes todos estos años tratando de firmar con la oligarquía un “pacto fiscal”. Funes sabía perfectamente que eso era ilusorio, tan ilusorio como el cacareado “plan de nación” que algunos proponen, pues eso implica que den su acuerdo de contribuir los oligarcas y demás burgueses.

Estamos ahora de nuevo como en 1970 cuando algunos revolucionarios se salieron del PCS para fundar otra organización, las FPL. Pero la historia ya no es la misma, el tiempo ha corrido y nos encontramos ya en otra situación: si es cierto que todavía no se han conquistado todas las libertades y derechos que ofrece la sociedad dominada por la burguesía, por lo menos algunas de esas libertades están vigentes, lo que no era así en aquellos tiempos. Esto es de alguna manera una ventaja, se respeta por el momento el derecho de opinión y de reunión. Pero nos enfrentamos ahora a un problema mayor, el nivel de consciencia alcanzado entonces por una franja importante de la población —ahora bajo los efectos de la incuria del FMLN— ese nivel ha retrocedido sensiblemente.

El esfuerzo de organización que es necesario efectuar ahora es mayor. Esto en varios sentidos, los aspectos ideológicos no son desdeñables, son atañeros al nivel de consciencia de los trabajadores y la conquista de las mentes que ha efectuado la burguesía en las últimas décadas, presentando su sistema como el fin de la historia y como el único que puede garantizar la libertad. El mercado es presentado como la panacea y poco importan las repetidas crisis, la permanente miseria en que viven millones de familias, etc. Existen otros aspectos ideológicos: nos debemos de dar cuenta que la forma-partido ha sido incapaz de llevar a buen puerto las luchas populares. Esto lo hemos visto no sólo en nuestro país. La historia nos ha mostrado que ese tipo de organización conduce casi inexorablemente a la autocracia direccional. Monopolio del poder de decisión de una dirección sin control posible, despojo general de los miembros manipulados desvergonzadamente, pesadez de la burocracia permanente, abundancia de posturas hipócritas, un lenguaje estereotipado y todo eso en nombre sacrosanto del partido. El partido encarnado en el grupito del buró político.

No podemos de ninguna manera repetir ese tipo de estructuras, que han conducido a los partidos a reducir todas las batallas a lo que se ha llamado "la conquista del poder". Y como la transformación social es pospuesta sine die, mientras tanto el partido “se resigna” a llevar a cabo actividades preparatorias en al interior del dispositivo político y estatal existente, el que domina la burguesía. Se inscribe pues en batallas políticas y electorales, para ir adquiriendo posiciones, administrándolas, defendiéndolas, se concluyen alianzas de circunstancias, se da una imagen creíble en palabras y en actos de ser un “partido de gobierno”, todo esto ofrece una identidad, pero sometido y obligado de recurrir a las formas y lógicas dominantes, las de una política burguesamente organizada bajo vigilancia en una esfera aislada, con sus manipulaciones estatales y su campo traficado, sus actores profesionalizados, sus discursos de conveniencia, sus prácticas sin escrúpulos y los ciudadanos sin poder. O sea todo lo que constituye la alienación política.

Por consiguiente es necesario que en la cuestión de la forma tengamos que innovar, tiene que estar adaptada al nuevo contenido, el reconocimiento urgente, necesario de transformar la sociedad, de acabar con la dominación oligárquica, la forma tiene que obedecer a la función estratégica que le adjudicamos a la nueva organización dentro del campo político en el que queremos intervenir.

 La organización por su forma tiene que facilitar la apropiación individual y colectiva de la política, interna y externa. Interna a la organización y externa en las luchas y modos de lucha dentro de la sociedad, planteando los objetivos a partir de la realidad misma, con el nivel de consciencia actual. Pero la misma reapropiación de la política permite elevar este mismo nivel de consciencia. La política no es algo que se deba delegar, no se le puede confiar a otros. Son los mismos ciudadanos, los trabajadores que tienen que intervenir en defensa de sus propios intereses.




22 octubre 2013

Muros de resignación y oportunismo

La pobreza argumental de los voceros del FMLN refleja con mucha claridad el resultado de un largo proceso de derechización de la institución. En otras ocasiones me he referido a las dos tendencias que se afrontaban en los años cincuenta en el seno del Partido Comunista Salvadoreño, una reformista y otra revolucionaria. Estas tendencias no estaban organizadas, se reconocían por las discusiones que solían darse entre los miembros de manera informal y por supuesto fuera de las instancias organizacionales del partido. Estas tendencias se fueron marcando cada vez más en el transcurso de los años sesenta y en torno a la discusión dentro del movimiento comunista internacional sobre la vía pacífica (electoral) y la vía violenta (lucha armada), cuyos principales protagonistas fueron la China Popular y la URSS. En El Salvador se dio algo muy paradójico: todos parecían estar de acuerdo que en el país la represión, la ausencia de libertades democráticas, el fraude sistemático, etc. no le dejaban al pueblo otra salida que empuñar las armas. Pero algunos mantenían al mismo tiempo que el territorio salvadoreño, sin montañas como la Sierra Maestra en Cuba, con buenas carreteras que cruzaban el país, su extrema pequeñez, sumado esto a la cercanía del imperialismo estadounidense, volvía imposible la lucha armada. Desde entonces surgió la tesis de la alianza con los militares jóvenes y progresistas y la burguesía nacional y progresista, cuya existencia se intuía como una especie de fatalidad. Este es el eje que va a separar cada vez más a ambas tendencias. La tendencia revolucionaria sale del PCS en 1970, no todos, algunos siguieron al interior del partido por una especie de fidelidad ciega. El caso es que la tendencia “golpista y reformista” se apoderó de la dirección y trató de combinar elecciones y golpes de Estado en esos años. La tendencia revolucionaria fundó las Fuerzas Populares de liberación “Farabundo Martí”. Su estrategia de lucha popular prolongada combinaba las luchas reivindicativas con la lucha de guerrillas. Se inició entonces un amplio trabajo de organización. Sobre esto último tal vez valga la pena volver en otra oportunidad.

He hecho este recuento corto y escueto para mostrar que algunos procesos de hoy son la prolongación de algo que ya se venía gestando desde décadas anteriores. La tendencia reformista, acostumbrada más a la conspiración que al debate, salió vencedora ya en los años ochenta, otra paradoja, en plena guerra. Desde los primeros años, después de la ofensiva “final” de enero de 1981, la lucha armada cambió de objetivo y se tornó en una guerra para obtener las negociaciones. Esas negociaciones fueron impuestas por la guerra y por la correlación de fuerzas internacionales. Los resultados de las negociaciones no cambiaron la vida diaria de la población, se obtuvo la “purificación” del ejército, la disolución de las instituciones policiales represivas y de las fuerzas paramilitares. También el desarme de la guerrilla y la constitución del FMLN en partido político son resultados de las negociaciones. A partir de allí la lucha parlamentaria va a dominar la actividad política del FMLN.

Dos son los argumentos más repetidos por los voceros del FMLN, la primera tiene forma de divisa, “vamos a ganar en la primera vuelta”. Por el momento no se ve en que se funda esta seguridad en el triunfo desde la primera vuelta de las elecciones, pero darle a sus propios correligionarios y electores la certeza del triunfo ayuda a mantenerlos optimistas y fieles. El segundo argumento tiene forma de alternativa, “seguir con los cambios o retorno al pasado”, o sea que los buenos ciudadanos no tiene otra solución que votar por el FMLN, pero en realidad este argumento no es distinto al que usaba ARENA cuando estaba en el poder, infligir miedo del adversario. En últimas cuentas, nos proponen que escojamos por ellos, porque los “otros” son peligrosos, nosotros vamos a seguir con los cambios. Ya algunos lo han dicho, las elecciones actuales nos dan a elegir entre “lo peor o lo menos peor”.

Pero cuál es la ventaja de “lo menos peor”, al parecer no es muy grande. Esto lo podemos deducir de las mismas protestas de Sánchez Cerén que afirma que el programa de Quijano contiene muchas de las principales proposiciones del FMLN. “Nos han copiado”, dijo ante los periodistas. Si el programa del FMLN tuviera un contenido realmente de izquierda, ¿ARENA, el partido de la oligarquía realmente pudiera imitarlo? Por supuesto que no, si el contenido de ese programa fuese la base para transformar la sociedad en algo mejor de lo que tenemos ahora bajo la total dominación oligárquica, los partidos de la derecha lo denunciarían, lo atacarían sin clemencia alguna, no podrían imitarlo, ni copiarlo.

Esta situación de anclaje en la derecha del FMLN: nos propone “profundizar los cambios” y nos enumeran las cinco o seis medidas “sociales” del gobierno de Funes. ¿Los bolsones van a ser más grandes, el vaso de leche va a ser generalizado a los estudiantes de bachillerato, tal vez las suelas de los zapatos van a ser más gruesas? ¿Qué sé yo, que van a hacer? Por allí hay gente que pide que les den a los colegiales computadoras. Bueno, siempre aparece en esas circunstancias una idea “genial”.

No obstante algunos nos dirán, pero si en realidad vuelve ARENA qué vamos a hacer, o mejor dicho, ¿qué van a hacer los areneros revanchistas? Lo que puedan hacer o dejen de hacer los areneros lo sabemos, lo hemos sufrido durante dos décadas, pero el asunto que se plantea es de mayor importancia que el simple retorno de ARENA.

Voy a tratar de plantear lo que me parece lo más importante en la actualidad. El parlamentarismo a secas que ha practicado el FMLN, dejando de lado todo otro tipo de luchas ha hecho que las ideas revolucionarias hayan retrocedido completamente en el país y que la ideología de las clases dominantes se haya apoderado incluso de las máximos dirigentes de ese partido, ya no digamos de la población. Acaso Merino, Sánchez Cerén, Medardo González no han proclamado a los cuatro vientos su fidelidad al gran capital, acaso no han jurado lealtad a la propiedad privada e incluso llegaron a decir que es el patronato el “alma, corazón y vida” de la economía, “el motor” afirma Sánchez Cerén. Es decir que ellos nos están cerrando toda perspectiva histórica, la sociedad del futuro está tan lejana para ellos que la reducen a un “ideal”, a una “utopía” inalcanzable. Esto nos lo repite a diario mucha gente honesta y muy convencida de su verdad.

O sea que lo que está planteado hoy en el país es: ¿vamos a abandonar toda aspiración por la transformación de la sociedad salvadoreña? ¿Aceptaremos que nuestro horizonte histórico es este mismo capitalismo emparchado? El FMLN ha ido retrocediendo ineluctablemente, se ha ido acoplando al sistema, el sistema los ha digerido. Ellos no pueden representar la esperanza, no son ellos los que nos van a guiar en las luchas anticapitalistas urgentes frente a las que está plantada la sociedad salvadoreña actual. Por un lado, este capitalismo nos impone una vida de miserias y nos deja apenas como futuro individual salir huyendo en busca del “sueño americano”. Colectivamente nos quieren educar al consumismo, pero sin recurso, un consumismo miserable en el que tener un “Smartphone” se vuelve “realización” personal y estigma social de pertenencia. Poco a poco nos convierten en publicidad ambulante con los logos de las marcas a la vista. Para los que no pueden pagar el precio, pues las imitaciones sirven de paliativos. Esta sociedad en la que todo se vuelve mercancía, nos condena a vender para siempre barato nuestra fuerza física y mental.

No obstante si queremos realmente otro tipo de sociedad para cada uno de nosotros y para todos no podemos seguir confiando nuestra vos a quienes ya renunciaron al verdadero cambio, al cambio de sociedad. Por el momento el FMLN acapara toda la izquierda, la aglutina. Por lo menos los que piensan que el verdadero enemigo es el sistema oligárquico que nos oprime no pueden dejar que en su nombre hablen los dirigentes efemelenistas. Lo urgente es abrir de nuevo las perspectivas históricas. El FMLN se ha convertido en el albañil que erige muros de resignación y de oportunismo.

Si no emprendemos desde ahora la organización de una alternativa que pueda asumir ya las tareas urgentes de transformación social, seguiremos planteándonos falsas alternativas. Se trata de trabajar desde ahora en las tareas que conduzcan a los salvadoreños, a los asalariados salvadoreños a defender sus derechos, a exigir mejores condiciones de vida. Es decir no se puede admitir que no tengamos sindicatos fuertes que defiendan los derechos de los trabajadores, que el Código de Trabajo no defina claramente las obligaciones patronales y que no exista en el país instancias jurídicas ante las cuales puedan acudir los trabajadores. El FMLN afuera o adentro del gobierno no ha emprendido nada para paliar estas carencias. No lo van a hacer nunca, pues las luchas reivindicativas son productoras de consciencia de clase verdadera.


La urgencia es esta y no saber si el FMLN va a ampliar o no las funestas reformitas.

16 octubre 2013

TELEVISION QUE SI VALE LA PENA VER


SERIE DOCUMENTALES: “MUJERES DEL MUNDO”


Por

Marlene Velasco-Bégué

 “Women and Girls Lead Global”


Hace tres décadas, Wangari Maathai sugirió a las mujeres rurales en su país natal Kenia que plantarán árboles para leña y para detener la erosión de la tierra, una acción que se convirtió en un movimiento nacional para salvaguardar el medio ambiente, la defensa de los derechos humanos y luchar contra la injusticia del gobierno. Los grupos de plantación de árboles que se formaron dieron a las mujeres un motivo para reunirse y participar en la resolución de problemas en sus comunidades.

“Echando raíces: la visión de Wangari Maathai “ sigue el viaje de Maathai, fundadora del Movimiento del Cinturón Verde de Kenia y la primera mujer africana en ganar el Premio Nobel, de activista rural paso a ser una líder mundial. Maathai descubrió la obra de su vida al volver a conectarse con las mujeres rurales con las que había crecido, estas le contaron que caminaban largas distancias para buscar leña, y que además el agua potable era escasa. La tierra estaba desapareciendo de sus campos, y sus hijos sufrían de desnutrición. "Bueno, ¿por qué no plantar árboles?", sugirió Wangari.

Maathai pronto descubrió que la plantación de árboles producía un efecto de cascada para potenciar el cambio. A mediados de la década de 1980, Kenia estaba gobernado por el régimen represivo de Daniel Arap Moi, cuya dictadura prohibió reuniones de grupo y el derecho de asociación. Al atender sus viveros de árboles, las mujeres tenían una razón legítima para reunirse fuera de sus casas y discutir las raíces de sus problemas. Pronto se encontraron trabajando en contra de la deforestación, la pobreza, la ignorancia, los intereses económicos integrados, y la corrupción del gobierno, y se convirtieron en una fuerza política nacional que ayudó a derribar la dictadura de 24 años en el país.

Utilizando imágenes de archivo y testimonios en primera persona, la película documenta los enfrentamientos políticos dramáticos de 1980 y 1990 en Kenia y captura en imágenes la determinación contagiosa de Maathai y su valentía inquebrantable.

Mientras tanto en Afganistán, Sabere sólo tenía siete años cuando su padre murió en la guerra. Su primo le heredó, y siguiendo una tradición practicada hasta ahora en Afganistán, la vendió cuando tenía 10 años de edad a un hombre de unos 50 años y miembro de los talibanes. Durante los próximos seis años, quedó embarazada cuatro veces, y cada vez perdió el embarazo, la causa puede haber sido su juventud, o los abusos que sufrió a manos de su marido. En un viaje al pueblo Mazar-e Sharif, Sabere logró escapar y hacer su camino a un refugio para mujeres. Ahora su hermana menor se encuentra en peligro de correr la misma suerte.

Su madre se volvió a casar y tiene otra hija Farzane. La familia es pobre y
lucha para sobrevivir cada fin de mes, así que cuando Farzane tiene 10 años, su padre la vende a un hombre del oeste de Afganistán. Su precio: 50 ovejas y un pedazo de tierra seca. Como una especie de plan de pago, el comprador paga al padre de Farzane 10 ovejas por año, y tomará posesión de ella cuando cumpla 15 años y el total haya sido pagado.
El documental “Costé 50 ovejas” es la historia de estas dos hermanas y su lucha por alcanzar la dignidad humana y la libertad en un país devastado por la guerra, atrapado entre las antiguas tradiciones y el mundo moderno.

“Vine a testificar”  nos traslada a otro país en una época reciente. Cuando los Balcanes estallaron en guerra en la década de los 90, los informes sobre las decenas de miles de mujeres que estaban siendo violadas sistemáticamente como una táctica de limpieza étnica captaron la atención internacional.  El documental “Vine a testificar” es la conmovedora historia de cómo un grupo de 16 mujeres que habían sido detenidas por las fuerzas serbias en la ciudad bosniaca de Foca, rompió el silencio y decidieron dar un gran paso al tomar el estrado de los testigos en el tribunal internacional de justicia.

Con Bosnia una vez más en las noticias con la captura de Ratko Mladic quien fue general de los Serbios de Bosnia durante la guerra, las mujeres aceptan hablar por primera vez desde la guerra, a condición de que sus identidades sean ocultadas para su protección.  La "Testigo #99", vivió a punta de pistola por un mes con docenas de otras mujeres en un pabellón deportivo en el centro de la ciudad, recuerda: "Nos trataron como animales. Pero ese era el objetivo: matar la dignidad de la mujer ".

La formidable valentía de estas mujeres resultó en un triunfante veredicto que condujo a promulgar nuevas leyes internacionales sobre la violencia sexual en la guerra. Reanudando con Bosnia 16 años después del fin del conflicto, “Vine a testificar”  también explora el abismo entre este seísmo en el cambio legal y la justicia de la posguerra experimentada por la mayoría de las mujeres sobrevivientes de la guerra de Bosnia.

Estas son las historias de mujeres de los cinco continentes, el trazo común de sus historias son las dificultadas que continúan a afligir a muchas mujeres alrededor del mundo la seguridad, la salud, el acceso a la educación, la igualdad en las oportunidades para  alcanzar un nivel digno de vida digno, y  satisfacer las necesidades mínimas requeridas para todo ser humano.

Realizadas por cineastas  y productores independientes galardonados, estas películas muestran a mujeres y niñas superando circunstancias extremas para buscar una mejor vida para sí mismas, sus familias y sus comunidades.
 
La producción y distribución de estos documentales son posibles al trabajo de ITVS Independent Television Service, el mayor productor de contenidos para PBS la televisión pública en los EE.UU., ofreciendo programas televisivos de alta calidad y únicos en contenido a audiencias a nivel local, nacional e internacional.
Los programas de ITVS enriquecen el paisaje cultural con las voces y las visiones de comunidades poco representadas en los medios comerciales tradicionales, y reflejan los intereses y preocupaciones de una sociedad diversa.

Al trabajar en estrecha colaboración con las emisoras de televisión de servicio público y en asociación con organizaciones comunitarias y ONG a nivel mundial, ITVS logra que los programas de la serie “Mujeres del Mundo”  sean accesibles y gratuitos para el público que ha tenido poca o ninguna exposición a documentales independientes internacionales. Estas series son parte del programa de ITVS “Women and Girls Lead Global”, el cual cuenta con el apoyo de la Fundación Ford y USAID Agencia Internacional para el desarrollo.

El  programa “Women and Girls Lead Global” ofrece documentales inspiradores y de calidad que celebran los logros de niñas y mujeres, hasta ahora la serie “Mujeres del Mundo” ha sido distribuida en 9 países que incluyen Bangladesh, Colombia, Egipto, El Salvador, India, Jordania, Kenia, Malawi y Perú.

En El Salvador la serie es transmitida por TVES Canal 10, en colaboración con ONU Mujeres y el ISDEMU. La transmisión de cada documental es acompañada ya sea por un Foro abierto al público, o por un panel de invitados que ponen en el contexto nacional la discusión de los tópicos abordados en los documentales.

Este formato de fórums permite alcanzar los objetivos de una programación para entretener educando e informando a las audiencias, al innovar en la manera de abordar temas difíciles, pero de un interés primordial para toda sociedad democrática, y en particular para el país, con casos elevados de feminicidio, violencia de género y  violencia doméstica.
Además la transmisión de las series es oportuna, considerando que en el transcurso del 2013 en El Salvador se han dado tres casos emblemáticos que ponen en evidencia la situación de la mujer en los aspectos de salud, seguridad, y justicia :  el caso del esposo absuelto del asesinato de su esposa en un notorio caso de violencia domestica; la señora arrollada brutalmente y a sangre fría por un chofer de autobús con todos los pasajeros como testigos oculares; la indignante indiferencia al sufrimiento de la joven madre embarazada por segunda vez y en riesgo de muerte, la cual solicita a la justicia acceder al aborto, para salvar su vida y no dejar a su primer hijo en orfandad.

A lo largo y ancho del planeta la opresión de las mujeres y niñas está siendo combatida con soluciones reales y significativas, a través del cuidado de la salud, la educación y el empoderamiento económico.

En el documental “Ella sí importa”  la directora Maro Chermayeff nos cuenta historias de la India, Kenia, Liberia, Sierra Leona, Afganistán y Vietnam sobre las mujeres y niñas que se han convertido en agentes para el cambio en sus comunidades. Estas lideresas son modelos de resistencia y persistencia, forjando la diferencia en mayor o menor medida. Sus acciones van desde las prácticas simples, como el establecimiento de cuentas de ahorro hasta la valiente resistencia contra las normas comunitarias que relegan a la mujer a la condición de ciudadano de segunda clase. Cada una  de ellas demuestra opciones viables y sostenibles para el empoderamiento.

Las experiencias de estas mujeres y niñas ofrecen un plan de transformación que envuelve formas de abordar los problemas aún arraigados en nuestras sociedades como la violencia basada en el género, el matrimonio y embarazo precoz. Mostrando los beneficios de su trabajo de resistencia y su capacidad de recuperación, los personajes de estos documentales demuestran que aprovechar las oportunidades para mejorar la vida de las mujeres realmente mejoran la vida para todos.



www.wglg.org

14 octubre 2013

Buscar una salida

Es evidente que en la formación de la identidad partidaria, tanto del FMLN, como de ARENA, los años de la guerra y los papeles jugados durante ella, tienen un peso mayor. Esta radical oposición durante ese sangriento y trágico episodio, tan crucial en nuestra historia, ha tenido notable repercusión en la manera de aprehender la oposición política entre ambas formaciones, la polaridad de entonces se fue mecánicamente transfiriendo al presente. Sobre todo que ambos partidos ya sea por inercia, por convicción aún vivas, mantuvieron, han mantenido el mismo discurso, el socialista por un lado y el otro anti-comunista.

Esta oposición radical tuvo mayores beneficios electorales para el partido ARENA durante buen tiempo, el FMLN fue poco a poco conquistando posiciones y manteniendo en el discurso la esperanza de una transformación, que no se pudo plasmar en la realidad por la guerra, pero que se volvía ahora posible a través del voto. El FMLN llegó a ser el primer grupo parlamentario.

Aunque me parece que hay que hacer hincapié en el hecho de la desagregación que sufrió el FMLN en los primeros años después de la guerra, deserciones, disidencias, fugas, purgas, sismas, etc. Esto llevó a la dirección a apretar tuercas por medio de reformas estatutarias fuertes, impidiendo el debate, promoviendo la nominación por la dirección central de todos los puestos de dirección intermedia, la coaptación para entrar en la cúpula del partido. Otro aspecto que no hay que olvidar es que el FMLN a pesar de mantener un discurso con tonos radicales, no asumió sus tareas organizativas de la población, abandonó realmente el debate político de fondo, pues fue echando mucha agua en el vino de sus perspectivas. Poco a poco se fueron abandonando las veleidades de transformación social, cada vez la transformación social era vista como un lejano ideal, una utopía glorificante moralmente, pero como toda utopía no puede tener lugar en la realidad. El FMLN dejó de ser un frente y pasó a ser un partido político sin tendencias. Es cierto que algunos militantes todavía guardan las antiguas identidades, pero en lo fundamental esta vieja identificación se da sobre todo al exterior del partido, ya sea por exmiembros o simpatizantes. No se puede omitir que toda referencia al marxismo fue abandonada, a pesar de que en los estatutos se habla de un partido “marxista-leninista”. Este abandono no es casual, forma parte de la desbandada general que ocurrió después del derrumbe del socialismo “real”. Nada se emprendió para entender lo ocurrido en el Este europeo, incapaces de refundar un pensamiento revolucionario, optaron simplemente por el abandono y abrazar el pensamiento liberal, se volvieron “pragmáticos”.

Los dirigentes se fueron convirtiendo en funcionarios inamovibles tanto dentro de la dirección partidaria, como en los puestos electivos. Su participación dentro del engranaje estatal con todas las prebendas que acompañan los puestos, los llevó a nuevas pertenencias sociales, lo que contrastaba con el discurso “revolucionario” que mantuvieron durante cierto tiempo. Algunos acumularon capitales, se volvieron pequeños empresarios, algunos lograron escalar y tener varias empresas, volviéndose en genuinos capitalistas. Esto no tiene nada que ver con ALBA-Petróleos. Esta sociedad es mixta, aunque su gestión en gran parte pareciera ser propiedad exclusiva de la cúpula efemelenista. Es usada como una compañía que publicita más al partido y no las ventajas de una cooperación internacional de interés y beneficios mutuos con Venezuela. Algunos se equivocan al pensar que esta compañía los vuelve miembros de la oligarquía a los dirigentes del FMLN.

 La actividad parlamentaria y municipal del FMLN se adaptó totalmente al sistema, cumplieron con ser la oposición, con visos de intransigencia, con apariencias de radicalismo, aunque sólo fuera verbal, pues en ningún momento los diputados y los alcaldes y concejeros municipales acompañaron las luchas populares, aún menos las organizaron. Estos visos de intransigencia y de radicalismo fue lo que alimentó el discurso de los analistas que concluyeron en la existencia de una polarización en el país. Esta polarización se ha convertido en tema recurrente, en el sumo del análisis político, no obstante en estos discursos de los analistas fue desapareciendo, como en el mismo discurso político, la verdadera polarización existente en el país, la polarización económica y social, la que existe entre la cúspide social, la oligarquía y la inmensa mayoría que vive en la pobreza y hasta en la indigencia.

Y de lo que se trata justamente es de erradicar las causas que han cavado este abismo económico y social, es el tema realmente relevante ahora y hasta no haberlo resuelto, es el que debe ocuparnos en todas nuestras reflexiones. Y la primera pregunta que debemos plantearnos es ¿puede el FMLN tal cual funciona y es ahora ser el útil social que nos ayude a entender esta realidad? ¿Podemos confiarle a este partido la solución de un problema tan arduo y del que hace caso omiso? ¿Puede un partido autoritario y verticalista aportar soluciones democráticas profundas para subsanar las deficiencias de un sistema criminal? Llamar criminal al sistema no es exageración, ¿acaso no fue con el despojo de nuestros antepasados que se fue construyendo, acaso no fue con el robo de las tierras ejidales y la sumisión por la fuerza de sus ocupantes que se implantó el poder oligárquico? ¿La masacre del 32 no se perpetró acaso para defender los intereses de los poderosos? Y la muerte de tanta gente, de tantos niños que durante décadas no llegaban a cumplir el primer año por la desnutrición y el hambre. Hay tantas cosas que se pueden agregar.

Debemos pensar pues en crear otra organización. No obstante es urgente que meditemos los motivos internos y externos por los cuales el FMLN y muchas otras organizaciones en el continente, se han convertido en “sociedades de interés limitado”. En las sociedades modernas crece la aspiración de participar activamente en los asuntos económicos y sociales. De asumir el papel de agente social, de intervenir en los procesos transformacionales. Un partido realmente revolucionario tiene que pensar justamente como volver desde ahora mismo posible la satisfacción de estas exigencias populares. Esto lo puede y debe de realizar dentro de sus estructuras mismas, arrancando todo autoritarismo, todo dirigismo, todo verticalismo.

Es cierto que junto a esta aspiración participativa sigue existiendo la vieja costumbre de obediencia al caudillo, de sumisión al jefe, de obediencia ciega al dirigente. El culto de la personalidad es algo que no pertenece sólo a los partidos políticos, se ha enraizado en toda la sociedad, se admira al rico, se admira al que presume y al que se le ve triunfar, también se admira hasta al que sabe robar y escapar a la justicia. Todo esto es parte de la dominación ideológica de la burguesía, es también por eso necesario que la nueva organización tenga presente en permanencia evitar el surgimiento del autoritarismo, del caudillismo, para ello es necesario que todos los miembros puedan expresar sus opiniones libremente, sin obstáculos, la nueva organización debe de preocuparse por el aprendizaje de sus miembros, por el estudio, por cultivar en ellos el espíritu crítico. Se trata de acostumbrar a la deliberación a cada paso. Esto implica que cada uno tiene toda la información necesaria, que se ha entendido de qué se trata, que se han hecho propuestas, que cada propuesta ha sido sopesada, que cada opinión ha sido escuchada, aceptada o rebatida con el respeto necesario y con argumentos. Todo esto es necesario para poder llegar a una decisión aceptada por todos. Pero también es necesario que se acepte que no todos puedan estar conformes con la decisión tomada, que cada uno puede persistir en su opinión.


13 octubre 2013

La papeleta que sea...

Hace algunos años, en un intento de valorar positivamente los resultados de tantos años de luchas populares, muy cruentas algunas, insistía en los aspectos más relevantes de la democratización de la vida pública salvadoreña. Por supuesto que casi todo existía aún apenas en estado de potencia. Me refería a la posibilidad organizativa sindical de los trabajadores, la posibilidad de debatir libremente las ideas, exponer sin obstáculos todo aquello que siempre nos fue vedado en el país. Las ideas por las que muchos murieron, fueron torturados, encarcelados, desterrados. Hablaba entonces de las elecciones sin fraude, de esa posibilidad de ir aún más allá de simples campañas propagandísticas, en las que la gente pudiera deliberar a partir de sus propios problemas.

El sufragio en tanto que tal en el país ya es una institución que cumple con los cánones internacionales, por muchas que hayan sido las protestas de fraude, nadie ha podido en los últimos años dar pruebas contundentes que esa práctica ha venido a empañar  el proceso mismo. Siempre hubo sospechas y es probable que cierto fraude hubo, pero nada que ver con la ausencia de transparencia y de control que hubo durante décadas en el país. Pronto la gente se fue desilusionando, el sufragio no era una garantía de cambios en las condiciones de vida de los trabajadores, las promesas se desvanecían y todos los partidos políticos se fueron conformando a los esquemas requeridos por este tipo de democracia.

Durante años hubo la apariencia que los principales partidos eran diametralmente distintos, con una ideología tan opuesta que se volvió un estereotipo hablar de la polarización política, se llegó incluso a decir que era esta misma polarización la que impedía al país avanzar en los aspectos económicos y sociales. Esta apariencia sigue existiendo y los dos partidos, tanto ARENA, como el FMLN, con sus declaraciones, con sus pleitos y mutuos ataques se han esmerado en que esta apariencia cobre semblantes de realidad. No se puede negar que entre ellos hay diferencias, pero estas no atañen lo esencial, el modo de gobernar y sobre todo el afán por mantener intacto el sistema capitalista reinante. Los intereses que los oponen son el uso y el usufructo del maná del erario público.

Ambos partidos han construido durante estos años su identidad propia a través de esta apariencia de polaridad, sus tropas por lo esencial no tienen otro estandarte que el dedo acusador hacia el adversario. Ambos partidos mantienen aquel dicho evangélico de “quien no está conmigo está contra mí”. Claro, en el lenguaje político salvadoreño lo dicen de otra manera, los del FMLN insisten en acusar de arenero todo aquel que pueda levantar una crítica contra su partido y la dirección del partido. ARENA sigue acusando de rojo o de rojo potencial aquel que pueda manifestar contra su política y sus ideas. No obstante cuando se ha tratado de afirmar la defensa de los intereses de la oligarquía han votado junto al partido de gobierno. El presidente Funes pensó que iba a tener que recurrir exclusivamente a los votos de la derecha para llevar adelante las últimas reformas liberales de su quinquenio. El FMLN refunfuño un poco antes de votar, hizo algunos cambios de fachada a las leyes, pero terminó votando esas leyes y decretos que han entregado a la avaricia extranjera nuestros recursos naturales y las pocas empresas que todavía son propiedad del Estado. No hay que olvidar que el partido de Saca también ha votado estas leyes, con toda la polaridad centrista que reivindica ahora.

El partido de Saca y sus satélites también piden su tajada de la aparente polarización, pues ahora el expresidente de ARENA se presenta como un centrista y ya se olvidó que también fue a Izalco a cantar y proclamar que nuestro país es la tumba de los rojos, que en definitiva también le ha tocado votar con el FMLN y ARENA juntos. Muy astuto fue en no adherir a GANA, pero a quién puede engañar ahora, bueno a Villalobos que le ha creído el cuento de que es su doble el que fue presidente y que no tiene nada que ver con el que entregó vacías las arcas del gobierno. Esa polaridad da para todo, para los polos y para un centro que sabemos que es de derecha.

Esta situación no es exaltante. Esta situación no tiene nada que ver con lo que ingenuamente algunos creímos estaba en potencia al inicio del siglo. Lo que tenemos delante es un defraude de todas las esperanzas y de todos los entusiasmos. En vez de una politización radical de los trabajadores, tenemos ahora desganados espectadores de un circo en que los payasos no hacer reír a nadie.

Ahora se nos presentan astutos “centristas” que desean ocupar todo el espacio político, sirviéndose de la polarización como el maldito cadejo negro y nocturno. No ofrecen nada, apenas zafarnos de la polarización, es ese su programa. Y muchos oportunistas, exizquierdistas deambulan por ese andén. Ya vimos a Dagoberto Gutiérrez pintando a un Saca antioligárquico, simpático y jovial, hombre de diálogo, casi un santo de sus antiguas creencias. Villalobos “teoriza”  y quiere hacernos olvidar que Saca pasó cinco años en el poder y es incapaz de mentarnos una sola medida positiva que se merezca recordar.

Es este el panorama electoral actual. Es esta la situación en la que nos invitan a que nos definamos por o contra de los candidatos. El asunto es que ninguno ofrece realmente cambios, a lo sumo las medidas sociales de Funes, los uniformes, los zapatos, los bolsones, el vaso de leche son motivo de pleito, porque de manera torpe el candidato de ARENA dijo que tal vez no iba a continuar con esas medidas populistas. Se retractó y como no es muy astuto, a veces se le olvida. El movimiento UNIDAD, ese nombre es más elegante que “amontonamiento” de oportunistas, dice que va a seguir con las medidas y ya con eso les parece que le están tocando la cola al diablo. Los efemelenistas hablan de profundizar los cambios emprendidos por Funes. Pero en estos días se han ofuscado porque en el ISSS los médicos exigían que cumplieran con lo convenido, aplicar el escalafón. Y protestaron contra la huelga, sacaron a relucir los mismos argumentos de Calderón Sol, de Flores, de Altamirano, de los Dutriz, de la ANEP cuando los mismos médicos manifestaban en las “marchas blancas”. Los descalificaban oponiéndolos a otros trabajadores que por no estar organizados no pueden protestar, no pueden luchar por sus intereses.

Entonces honestamente cabe preguntarse, ¿de qué sirve ir a votar? ¿Vale la pena ir a las urnas a meter una papeleta? La que sea, aun manchada para anularla, si no las cuentan. Me parece que lo mejor ahora es volver la indignación de muchos en actos fundadores de un movimiento que se oponga a este modo de hacer política. En actos fundadores de un nuevo pensamiento, de nuevos modos de organizarse, volver a lo básico  (organizarse, luchar, pelear por las reivindicaciones más sentidas, por mejores condiciones de trabajo, por mejores salarios, por condiciones de vivienda dignas, por un transporte digno de ese nombre, etc.).