Señalo que entre las preguntas repetidas (al parecer los periodistas no se leen entre sí) que le hicieran a Mauricio Funes se destacaba otra respecto a Chávez, ¿usted también va a buscar su reelección e instalarse en el poder como el presidente de Venezuela? Curiosa pregunta que denotaba cierta ignorancia de las leyes que rigen en El Salvador. La reelección actualmente es imposible y la reforma constitucional es un proceso complicado que tiene que ser aprobada por dos legislaturas. No obstante, curioso también, ningún periodista le preguntó a Funes si iba a postularse de nuevo siguiendo el ejemplo de Lula. Hubo periodistas que juzgaban que la reforma constitucional venezolana era totalitaria.
Se ha propagado en el mundo una concepción del entrevistador que hace de este un inquisidor. Sus preguntas tienen que fastidiar al entrevistado, incomodarlo, perturbarlo, ponerlo en aprieto. El entrevistador sufre una especie de orgasmo si por este medio logra hacer entrar en contradicción al entrevistado. Uno vez que ha logrado esto, busca acrecentar su regocijo e insiste, juguetea con su cuchillo acerado en la herida de su víctima.
El lector, el espectador televisivo se ve obligado a participar pasivamente a este espectáculo desolador. En realidad es él el destinatario. Al mismo tiempo también se ha convertido en la coartada, los periodistas están seguros que es eso lo que espera el lector o el espectador y lo repiten y se lo repiten como justificación. No obstante lo que hace su oficio primero, su función primigenia, la de recaudar información y llevarla al conocimiento del público se ve con este proceder sacrificada. Los periodistas ante un entrevistado alternan su papel, a veces se presentan como un juez que puede condenar en todo derecho al acusado, otras la juegan de fiscal.
No niego que en muchas ocasiones es necesario insistir para obtener una información, sobre todo si ella puede comprometer al entrevistado o mostrar alguna deficiencia. Pero en la mayoría de casos no se trata de esto.
Durante esta larga campaña electoral que acaba de terminar, tuve la ocasión de ver varias entrevistas con Mauricio Funes. En ninguna los periodistas le permitieron presentar su programa, explicar sus opciones, dejar en claro sus planes. En algunas Funes tuvo que batallar para hablar de la realidad salvadoreña.
Les quiero pedir algo a los próximos entrevistadores de Mauricio Funes, dejen de preguntarle por Chávez, si Fidel es un dictador o si Raúl Castro también lo es. Sobre esto ya dio muchas veces sus respuestas. De todos modos, ni el destino de Venezuela, ni el de Cuba va a cambiar si Funes declara que tanto Chávez, como los hermanos Castro son dictadores. El Salvador puede y debe perfectamente tener relaciones diplomáticas con Cuba. En el continente somos el único país que ha persistido junto al imperialismo estadounidense en el bloqueo. Los que hemos perdido somos nosotros. Con Venezuela necesitamos acrecentar nuestras relaciones comerciales y culturales, en beneficio mutuo, pero en definitiva, en beneficio nuestro. Por otro lado ha sido ridícula la actitud de la diplomacia salvadoreña de ignorar el peso en el mundo de la República de China Popular. Esto tiene que ser corregido.
Históricamente hemos sido un país cerrado, aislado. Desde hace algún tiempo la salida migratoria hacia los Estados Unidos y hacia otros países nos ha abierto un poco el horizonte. No obstante nuestras relaciones internacionales han estado prioritariamente dirigidas hacia los Estados Unidos, digo prioritariamente, aunque se podría decir exclusivamente. Es necesario pues que nuestro país extienda y amplifique sus relaciones con todos los país de América y del mundo. Pero aún más necesario es que afirme y reafirme su independencia. Las relaciones equitativas con todos los países del continente y del mundo, sin exclusivas, además de ser una manifestación de nuestra independencia, será una garantía de ella.
¿Esto no sería un buen tema para una entrevista?
Es estrategia para quitarle el espacio que Funes podría utilizar para explicar su programa o planes futuros. Nada mas de dedican a coparlo, acorralarlo sin dejarle espacio para él.
ResponderEliminarEntiendo que para ciertas personas es importante la opinión de Mauricio sobre Cuba, Fidel, Venezuela y Chávez, pero creo que esto no pesó en la elección pues para muchas personas, lo importante es cómo el presidente electo les ayudará a llevar un poco de comida a sus estómagos y un poco de plata a sus bolsillos.
ResponderEliminarCosa rara, no escuché muchas preguntas ni vi muchos titulares sobre este tema.
Esto debería enviarlo como correo a los pseudo entrevistadores que tenemos, talvez se ahuevan y lo toman en cuenta. Tiene razón, yo nunca vi que lo dejase exponer a cabalidad su plataforma política, y me incomodaba que el partido que representa el ahora presidente electo, teniendo un nombre imperdible como FMLN, tuviera que modificarse a "partido comunista", hombre! los voy a mandar a leer historia para que sepan en qué año se acabó eso. Y si los periodistas actúan como ignorantes, imagínese como está mi pueblo.
ResponderEliminarAnónimo: Claro, se trataba de una estrategia. Una forma de acallarlo.
ResponderEliminarAldebarán:
Sí, también yo concibo que haya gente para quien sea importantísimo saber la opinión de Funes sobre Cuba y los Castro, sobre Venezuela y Chávez. Pero es que se lo preguntaron todos los periodistas...
Alecita:
La prensa de derecha usó un lenguaje de la guerra fría y usó métodos intimidantes. Lo hicieron adrede y a sabiendas. Hasta ahora les había funcionado, con esos métodos habían logrado amendrentar a una franja importante de la población, en parte también les funcionó en esta ocasión: el resultado de Arena está ahí para probarlo. No obstante buena parte de la población pudo liberarse de esa campaña y de la propaganda, pudo ejercer su espíritu crítico.
Creo que en esto hay que felicitar a los militantes que anduvieron de puerta en puerta, los que explicaron, los que discutieron, los que repartieron volantes, etc.
No creo que la armonía que reina ahora en esta semana, vaya a durar mucho tiempo. La diferencia va a residir en que la actividad del gobierno servirá de contraste patente. Bueno, esperemos que así sea. Cuando digo esperemos, hablo de esperanza y no de espera. Al contrario hay que acompañar la actividad del futuro gobierno, pero al mismo tiempo seguir vigilantes y activos.
La batalla ideológica no se ha terminado. No creo que hayamos vencido en esto a la oligarquía, sus valores siguen vigentes y siguen siendo los valores dominantes de nuestra sociedad.
Personalmente me espero a un contrataque, ¿Cuándo se va a dar? Ellos decidirán el momento que juzguen oportuno.
Te agradezco tu visita y que hayas dejado tu comentario.
El gran temor que se refleja con estas preguntas es saber si van a dejar a Funes poder gobernar, los periodistas venden noticias, por eso tratan de tener la exclusivad de un nuevo aliado de Chavez o tratan de tener las ultimas impresiones sobre el tema. En todo caso, en mi opinion Funes tiene que seguir su plan de gobierno y controlar a los mas extremistas del frente. Criticas y bloqueos son normales es parte del juego democratico de un pais, pero el trabajo mas dificil va ser el de conducir al pais en estos tiempos de crisis y para eso va necesitar contar con el apoyo de todos: empresa privada, trabajadores, paises amigos o futuros amigos, etc.
ResponderEliminarEn el blog del luterano, la gente se enfrascó en una pequeña discusión, entre los participantes figuraba uno que se hacía llamar "eddie", quien decía ser familia de los pomas. En defensa de su ideología y sus afinidades partidarias dijo algo de la suerte de: "yo sé que a ustedes les encanta morder la mano que les alimenta".
ResponderEliminarBien sé que Chávez es el anatema político de la región -y posiblemente a escala mundial, ¿no?-; cualquier estadista sin intenciones suicidas hace bien en distanciarse de él para cuidarse las espaldas de la prensa "burguesa y/o neutral", pero, demonios, no creo ser el único que siente un placer culpable cuando dice "váyanse al carajo, yankees de m..." o cuando le expropia terrenos a la Coca Cola... Siento ese placer culpable -y envidioso- de ver como hay gente que sí puede morder "la mano que le alimenta", para empezar a alimentarse con la propia (o para dejar de alimentar a la mano que nos alimenta, mejor) :)
Saludos
No soy analista politico, sino un simple lector, el buen escritor logra mediante su redacción proveer sus puntos de vista, de los cuales uno aprende, en este caso, me alegro de haber leído el articulo, ahora que ya han pasado los años se puede saber con certeza como se ha desenvuelto el Presidente de El Salvador, y en que rumbo ha llevado al país.
ResponderEliminarGracias por regalarnos una gran parte de tu vida Carlos!
Un abrazo,
O.