Personajes de Marsella

De todas las fotos que tomé, esta es la única en la que el personaje ignora que fue fotografiado. No quise interrumpir su lectura, más bien la contemplación de las imágenes de un catálogo de ventas por correo. Se trata de un personaje conocido en Marsella. El recoge la basura, selecciona según el tipo de desecho (orgánico, plásticos, cartones, papeles, etc.). Luego los mete en su respectivo depósito, como esos que están al lado. El blusón que lleva tal vez sea de otra época, cuando la sociedad aún no lo había marginado.

Este muchacho sólo en apariencia está posando para mi objetivo, en realidad no se dio cuenta que lo estaba fotografiando. Se sorprendió cuando le mostré la foto. Cuando le pedí permiso de publicarla en mi blog, sonrió y me dijo que iba a pensarlo. Al cabo de un rato se me acercó con dos copas de vino. Aceptó mi explicación: para mí la ciudad no son únicamente los edificios, en primer lugar es la gente que los habita.

Este hombre es conocido en el barrio. Muchos de los pasantes se detenían para saludarlo y hablar un rato con él. Detalle curioso: yo estaba sentado a la misma mesa en la terrasa del restaurante, los que lo saludaban me tendían la mano para cerrar la mía. Al día siguiente muchos me saludaron como a un conocido. Este personaje tarareaba canciones con una voz bastante agradable y bien timbrada.

Este anciano me hizo recordar a George Fournial, tiene cierto parecido. Aunque George era más alto, más fornido. Fournial era el encargado de las relaciones con los partidos comunistas de Latinoamérica del PCF. Recientemente me referí a él en este blog.

Este hombre me habló de la Bossa, del Mambo y el Cha cha cha. Luego me habló de la manía que tienen los jóvenes de oír música a todo volumen y siempre la misma, cerrados a la variedad. Pensé que era de alguna de las islas francesas del Caribe. Su familia es originaria de Argelia. Me explicó que procedía de una tribú nómada, tal vez llegada hasta el Norte de Africa desde Senegal.

Ella se llama María, es la mesera del restaurante, va y viene sin parar. Sus olvidos, los atrasos, las largas esperas uno se las perdona, tiene una sonrisa sin par. No pude captarla. Sus ojos son grises.

En la próxima les pongo algunas calles y edificios.