Este edificio es una iglesia. Está en una media cuadra, entre casas de habitación. Hace unos años en las rejas había un cartel que rezaba: "Se vende". Venía el teléfono de una agencia inmobiliaria. El cartel ya no está. ¿La habrán vendido?
¿Ven ese azul? Es el cielo de las nueve y media de la noche. Este color me recuerda el título de una novela de Anna Seghers: "Ese azul, exactamente".
Si traduzco el nombre de la plaza, pues resulta: La Castellana. Bueno, se trata de una traducción forzada. La mancha es el cordón del aparato.
No hay nada de extraordinario en esta foto. Pero cuando vi el rótulo "Restaurante Café Odisea" y luego en el fondo "El Aventurero", pensé en Ulises. Entre ambos media una angosta calle. Decidí doblar por ahí. Un poco más lejos me encuentro con esta fachada roja, la de la foto de abajo.
Ahí dice "Esperando a Ulises". No encontré el café o restaurante "Ulises". Esto queda en el trayecto un poco tortuoso que realicé entre La Plaine y la Basílica. Tampoco me encontré con Elena...
Esta foto la tomé en la cripta de la Basílica. No tuve necesidad de usar el flash. En ninguna de mis fotos necesité de luz artificial.
Parte de la nave de la Basílica y el altar en el fondo.
De nuevo abajo, no lejos del Vieux Port me topé con estos pastes colgados. Pensé en mi tierra. En realidad siempre ando comparando mis recuerdos con lo que veo.
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