No era pues solamente una cuestión de lenguaje, cuando se le empezó a llamar a los golpistas, a los usurpadores del poder en Honduras, como gobierno de facto, se perseguía evitar señalar justamente el aspecto ilegítimo de ese gobierno. Porque « de facto » no implica forzosamente que algo sea ilegítimo. Pero la reacción internacional comenzó con esto a darle apoyo a los golpistas, los abanderados salvadoreños de este apoyo al golpe de estado, del apoyo a la represión contra las manifestaciones, del apoyo al estado de sitio y los toques de queda han pasado ahora a llamarle a los golpistas «gobierno interino». Pero en este juego de palabras lo único que muestran es su sañosa afición por las dictaduras. Los periodistas de El Diario de Hoy han pasado a usar este nuevo término, pensando que con ello van a convencer a sus lectores de que las descaradas impertinencias de los golpistas hondureños responden a un mandato legítimo.
Toda la actitud de la reacción salvadoreña respecto al golpe de estado en Honduras es sintomática de su petrificada pretención de considerarse los dueños del país. Pues han creido que con ese golpe, se les abre una posibilidad de volver al gobierno sin pasar por los penosos procederes democráticos. Ningún dirigente de Arena condenó abiertamente, con todas sus letras, la usurpación del poder en Honduras. Ahora se inventan desacuerdos entre Funes y el FMLN sobre la situación en el vecino país. Mauricio Funes condenó el golpe, lo hizo de manera explícita y no ha reconocido a los golpistas. Han armado un cacareo basándose en una falsa noticia divulgada o inventada por el diario español El País. Esta noticia de la violación de nuestro territorio y multa del avión que trajo a Zelaya fue desmentida por las autoridades salvadoreñas categóricamente.
El encuentro de dirigentes del FMLN con el presidente légitimo de Honduras, la reacción salvadoreña quiere volverlo un delito. Pero los que están fuera de las leyes son ellos, los areneros que muestran sus preferencias por los métodos retrogrados de pisotear la legalidad e instalarse por la fuerza en el poder. Ellos apoyan a un gobierno que no ha sido reconocido por nadie. Un gobierno que no acata los llamados que llegan de todo el mundo, que se retiren, que devuelvan el poder a su legítimo detentor, a Manuel Zelaya. Pero esto no nos extraña, no debe extrañarnos, sino que alertarnos. Nos debe de alertar a todos, porque esta propensión golpista, usurpadora de la derecha salvadoreña sigue floreciente. Ha sido su tradición, es su esencia. Su actitud actual, su agresividad, su sordera son indicios que para los areneros la presencia de Funes en el poder, del FMLN en el gobierno es simplemente contra natura.
Funes puede declararse ser legítimamente el presidente de todos los salvadoreños, inclusive llegar a decirse no ser el presidente de un partido, la derecha salvadoreña, en el fondo, lo considera un usurpador, porque para la oligarquía y sus políticos son ellos los únicos que tienen legitimidad para gobernar a El Salvador.
Funes debería poner mucha atención para que la derecha no lo considere presidente interino, un presidente bajo tutela, bajo la tutela de Cristiani, de los ideólogos de Fusades y de la ANEP. La legitimidad de Funes reside en los votos que lo llevaron a la presidencia, no en el visto bueno de la derecha.
Quisiera ver la reacción de los defensores de la libertad de expresión de El Salvador ante el cierre de los medios de comunicación en Honduras.
ResponderEliminaren una entrevista cristiani dejo supuestamente sentado su "amor y lucha por la democracia" pero al mismo tiempo dejo entrever que existen "metodos" para defender la constitucion en caso de que funes la "viole"
ResponderEliminara los areneros y muchos empresarios en bien sabido el hambre y el anhelo que tienen de hacerle lo mismo a funes, que no vengan a querer engañar a nadie.
bien sabemos que en El Salvador el 80% de los militares son derechistas, campesinos pobres e iletrados del occidente del pais totalmente alienados y cerebralmente lavados en "la lucha anticomunista"