Por: Orestes Estrada y el Padre Mauricio Merino
Programa radial Creo en vos mi gente
“La moderación es otra de las palabras que les gusta utilizar a los agentes de la colonia. Son moderados todos los que tienen miedo o todos los que piensan traicionar de alguna forma. El pueblo no es de ninguna forma moderado”.
Mensaje de Ernesto Che Guevara a las juventudes el 28 de julio de 1960.
Todas las posiciones y declaraciones que ha venido haciendo la cúpula del frente recientemente, pretenciosas de análisis e interpretaciones del momento actual sobre la vida económica, social y política del país?, que consumó a propósito del 11 de noviembre en los actos públicos de manipulación política sobre la memoria de los caídos en dicha gesta, no son otra cosa que su propia visión distorsionada y muy particular de su mundo de ambiciones electorales, resumidas en su anuncio de la gran alianza con toda la derecha y de la insinuación de aspirar a convertirse en el instrumento partidario y hasta político de los empresarios, es decir de la oligarquía.
Las declaraciones al respecto, partieron de un análisis político de vanagloria por haber derrotado a la derecha en la contienda electoral anterior, haber logrado dividirla y haberla sacado del poder del Ejecutivo, cosa esta última que no es cierta. En la otra parte de los discursos vinieron los llamados a emprender la tarea pendiente de continuar luchando contra la derecha, contra arena, porque a pesar de tales victorias, aún es un poder decisivo y fuerte políticamente.
En la tercera parte, luego del argumento de que no obstante todo lo dicho arena es ya un instrumento partidario agotado e irrecuperable políticamente para el sector empresarial, vino la exposición de la estrategia. La empresa privada es una fuerza omnipotente, omnipresente e imprescindible para el país, la economía, la inversión, la sociedad y el gobierno, por lo que hay que saber dialogar con ésta.
Todas las condiciones anteriores, según la cúpula, constituyen un caldo de cultivo para impulsar acercamientos con la oligarquía, ya que se ha quedado sin instrumento partidario, y por lo tanto —y para coronar—, es necesario buscar apoyos decisivos de la empresa privada, proponiéndoles mejorar sus negocios e inversiones hasta llegar a tenerlos del lado de la dirigencia. En las palabras correctas y justas esto significa: hacer del fmln un instrumento atractivo y compatible con los intereses de la oligarquía, convertirlo en el instrumento sustituto del que perdió con arena.
Según esta cúpula, es posible creer que semejante aborrecible conclusión política es compatible con los intereses del pueblo. Su desfachatez va más allá de cualquier cinismo político. Una cosa es decir que la derecha y que el pensamiento conservador de derecha es aún predominante bajo muchas circunstancias. También es distinto decir que a pesar de haber ganado una batalla electoral, la influencia y poder político de la derecha tanto en las esferas del gobierno como en el del rumbo de la economía es apabullante. Pero al mismo tiempo hay que decir que esto es cierto porque la cúpula y sus funcionarios en todas las entidades del gobierno los cobijan y protegen.
Como igualmente diferente es decir que la derecha está dividida luego de los resultados electorales, y que la alternativa e instrumento partidario dominante de la oligarquía, arena, ha sido derrotada pero que aún conserva fuerza de influencia política y social, y que sin embargo se encuentra trasquilada y diezmada de tal forma que ya la oligarquía no ve en ésta la posibilidad de recuperarla como su instrumento partidario para hegemonizar el poder del Estado.
Sí, es distinto plantear todas estas apreciaciones que algunas tienen mucho de certeza, a aseverar en consecuencia con estas realidades que es el momento, que es posible dirimir, limar, eliminar electoralmente las contradicciones antagónicas. O peor todavía, que ya esas contradicciones fundamentales no existen ni están presentes —se han esfumado por arte de magia—, y que por tanto es el momento de una alianza entre las necesidades del pueblo con los intereses de la oligarquía.
Es imprescindible entender que cuando se analizan, interpretan y plantean las causas de la pobreza, marginación y exclusión de la mayoría por un lado, y las riquezas y lujos exorbitantes de muy pocos por el otro, se está hablando de contradicciones antagónicas. Contradicciones irreconciliables porque los procesos de acumulación de las riquezas, del poder y de los privilegios sobre la posesión del poder del Estado, se encuentran, subyacen en virtud del despojo y la explotación del pueblo y las mayorías. La causa de la pobreza está sujeta a la riqueza que se ha despojado de éstas, que son quienes las producen en todos los sentidos.
De modo que lo antagónico, lo irreconciliable es lo que en esencia suscita las diferencias de clases entre ricos y pobres, entre oligarquía y pueblo. Es la causa de las injusticias en todas sus formas estructurales y fundamentales. Por eso, la lucha es de carácter permanente entre los intereses de la oligarquía y las condiciones de vida del pueblo y sociedad, lo que significa que el problema es histórico y social.
Traigamos simples y recientes ejemplos para explicarnos de qué estamos hablando. Tan sólo a finales del año anterior, el entonces nuevo gobierno confeccionó una reforma fiscal que intentaba al menos tener mayor control sobre los procedimientos y mecanismos de declaración de impuestos de la empresa privada ?entre otros sectores productivos como los asalariados, mediana, pequeña y microempresa?, con mayor exactitud, de la gran empresa: sempiterna evasora, elusiva, embustera y desfalcadora del erario nacional.
El resultado final de esta pretensión fue que la gran empresa se impuso y no admitió siquiera procedimientos fiscales que permitieran la investigación y control idóneo sobre la elaboración y presentación de las declaraciones de impuestos. La lección es clara: no están dispuestos a controles tributarios sobre sus actividades productivas, ganancias y posesiones.
El problema es todavía más preocupante si se tiene en cuenta que la gran empresa no sólo evade y elude sus propias obligaciones tributarias que provienen de sus propias actividades productivas, sino que al mismo tiempo desfalcan, roban los impuestos que provienen de las transacciones económicas que realizan con otros y que ésta únicamente debería registrar, declarar y trasladar al Estado, por lo que el desfalco y robo es de mayor proporción.
Vamos a otro ejemplo aún más fresco. Hace pocas semanas, el mismo Funes reprendió a la banca y la empresa privada por la ausencia, por la falta de inversión y de interés por la inversión productiva que ambos sectores tienen y han mostrado, por lo que, según él, la economía salvadoreña no muestra signos de recuperación.
Pero lo que no se dice ni acepta es que la empresa privada no es capaz ni tiene voluntad de invertir. Jamás la ha tenido. Menos de invertir bajo riesgo. O sea, bajo los riesgos inherentes, propios y normales a que se expone cualquier iniciativa productiva.
En condiciones de arreglos amañados, fraudulentos y corruptos, a través de subterfugios y con la condición a priori de las concesiones —privatizaciones— que hace el gobierno y el Estado a la gran empresa asegurándole de antemano el éxito de los negocios, sí le resulta placentero. Allí sí se convierten en los emprendedores del desarrollo, del progreso, los motores de la economía gracias a la iniciativa privada ¿Se entiende este estribillo que recién comienza también a tararear la dirigencia revolucionaria, socialista y comunista del frente?
Veamos el caso de los medicamentos. Al tener como referencia este tema ¿le puede quedar duda a alguien sobre la voracidad, mezquindad y depredación de la gran empresa, de la oligarquía? ¿Cómo en una mente decente, podría caber la idea de creer que esta clase es capaz de preocuparse por la sociedad, por el pueblo, por el país, cuando ni siquiera tiene insignificante responsabilidad en la comercialización de los medicamentos, cuyo más preciado objetivo es obtener las mayores ganancias posibles con los menores costos posibles logrados con la mínima calidad posible para alcanzar las máximas e inmerecidas ganancias posibles?
Y encima de esto, todavía se atreven a rebuznar porque el sistema de salud pretenda aliviar las necesidades de los pacientes y las cargas de los costos onerosos y descomunales, procurando a la vez obtener suministros de medicamentos de una calidad con la que hasta hoy no se ha proveído a los necesitados, por privilegiar derechos exclusivos por décadas a una pequeñísima argolla de proveedores, importadores, distribuidores y comercializadores entre los que se encuentran Cristiani y Saca.
Las salidas más fáciles de la empresa privada siempre son las mismas: una, que sea el Estado el que asuma los riesgos. Otra, despojar a éste obligándolo a que se someta a procesos de privatizaciones renunciando a iniciativas económicas, al control de los abusos de precios y del mercado por la vía del financiamiento propio para adquirir, importar y proveer productos de la canasta básica y de primera necesidad —como los medicamentos—, y a las potestades de regir y administrar los servicios públicos que puedan generar riquezas e incrementar la calidad de los servicios y las entradas al erario nacional.
Al final, sobre el asunto de los impuestos quienes terminaron trasquilados fueron la mediana, pequeña y microempresa, y los asalariados. Como siempre. En consecuencia, con respecto a las fuentes de inversión, son estos mismos actores económicos los que terminan cargando con los impactos del financiamiento, pues son en realidad los que pagan impuestos que el Estado ocupa para pagar los préstamos que obtiene para financiar la inversión de la gran empresa privada.
Esos mecanismos y procedimientos fraudulentos, arbitrarios, exclusivos y de prerrogativas de privilegios tanto en la adjudicación como para facilitar el financiamiento de la inversión privada por la vía del endeudamiento del Estado, lo mismo que hemos visto por al menos las dos décadas anteriores, van a profundizarse y vamos a enfrentarlo nosotros con nuestros propios pellejos próximamente cuando el actual gobierno del cambio concesione a grandes empresas privadas el Puerto de Cutuco, los proyectos y producción de energía eléctrica, los Centros Penales y servicios de salud y hospitalarios, entre otros.
Estas referencias señaladas, estos hechos económico-políticos, bastan para descartar, para ridiculizar a la cúpula del frente con respecto a sus aseveraciones de que es la empresa privada la redentora de la economía, de la productividad, de la sociedad y del desarrollo social y humano del pueblo. Ni decir si bajo estas condiciones es posible concluir que el antagonismo entre ricos y pobres es un asunto del pasado, esfumado por los vientos electorales.
De manera que cuando la cúpula del frente se inclina a favorecer su predilección por la empresa privada ?entendida ésta aquí no bajo el término de empresa en general con que se define a todos los actores productivos y toda actividad productiva y económica privada, sino a la gran empresa privada, a la oligarquía como clase dominante— como dinamizadora y adalid de la producción y la economía no hace más que una demostración de rendición, una reverencia de rodillas, una muestra de entrega incondicional a sus intereses para lograr su venia electoral, y no como una estrategia ni táctica política de sobarle el lomo a la bestia. Su incondicionalidad es sincera y su pretensión de entrega es total, sin miramientos ni remilgos.
¿A caso en realidad creen que la gran empresa privada, que la oligarquía, va a votar por ellos en las próximas elecciones? No, no lo creen. Saben que esto no será así —¿O creerán de verdad que esto es posible? Quizá sí—. Y aunque así fuera, no les garantiza el triunfo porque se trata de una minoría que no llega ni al tres por ciento de la población.
Entonces ¿cuál es el propósito del coqueteo con la derecha y la oligarquía? La semana anterior hubo una reunión entre la cúpula del frente con la cúpula de arena intermediada por Funes, según ellos, para establecer un acuerdo de gobernabilidad. Pero ya esta semana la derecha y arena han emprendido una campaña de propaganda crítica y durísima contra el frente y el gobierno de éste y Funes. Mal paga el diablo a quien bien le sirve.
Es evidente, y está probado históricamente, que la derecha puede estar dividida coyunturalmente a razón de que cada fracción de ésta persigue sus propios intereses de grupo, pero cuando se trata de proteger los intereses de la oligarquía, de la gran empresa privada, son infranqueables y acérrimos en su defensa, ya sea con los votos en la Asamblea Legislativa como poniendo a funcionar todas sus maquinarias de poder, y en cuanto a esto no podrá haber jamás división ni fragmentación. Jamás.
En las elecciones de 2012 la derecha irá dividida, no porque la cúpula del frente propicie ese distanciamiento con sus grandes estrategias y tácticas políticas, sino porque simple y sencillamente cada una de las facciones luchará por su propia sobrevivencia como agrupamiento partidario, porque les es vital ganar correlación de fuerzas propias para presentarse como fuerzas políticas indispensables de tomar en cuenta en las negociaciones, porque es una estrategia y táctica de tirarse la bola entre unos y otros para mantener al frente entretenido en el juego de buscar alianzas, y porque tienen necesariamente que mantenerse en los negocios de los privilegios que derivan del parlamentarismo.
Pero hay algo de esto que hasta el momento la dirigencia revolucionaria y socialista del frente no ha logrado entender: este es el juego de la oligarquía, dividir para ganar. Mientras una o cualquiera de sus fracciones que representa sus intereses se desgaste política y socialmente, tiene diferentes alternativas de las que disponer para mantener el control de éstos, y nunca pierde los votos.
Así, a la vez se le facilita la posibilidad de entretener al fmln persiguiendo la pelota de un lado para otro buscando las alianzas con pactos que también le van restando credibilidad ante el pueblo y lo desgasta políticamente. La cúpula ha caído en un juego en el que ha llegado a convertirse en otra fracción más con la que tiene la oligarquía la propicia oportunidad de dominarla hacia sus intereses.
Por esa razón, jamás los diputados y la dirigencia del frente han podido ganarle una batalla legislativa de importancia a la derecha y la oligarquía, ni siquiera una de mediana importancia durante 16 años de parlamentarismo.
Ahora, volvamos a la pregunta ¿cuál es el propósito de la cúpula del fmln del coqueteo con la derecha y la oligarquía? De manera franca: intereses por los privilegios personales. Porque han hecho de esta vida su única forma de vida. Ya no se trata de rumbo ni de ideología ni de principios ni de política ni del proceso, sino llana y enteramente de sus intereses, ese ha sido su precio.
Esto explica porqué la dirigencia del fmln se aferra a su mundo electoral. Es un mundo al que además de asignarle la verdadera prioridad por los intereses personales y de grupúsculos que desde allí se transan y se logran en privilegios, lo han instaurado como el todo y lo único que rige cualquiera de sus acciones y pensamiento.
De allí que sobre la base de esa vida muy propia y muy particular de ambiciones electorales construyen su propia cosmología y cosmovisión nacional, que han convertido en una nueva teoría: la del determinismo electoral. Cualquier análisis, cualquier interpretación, cualquier idea, cualquier discurso, cualquier coyuntura, cualquier cosa por muy inmensa como por muy insignificante que sea y que parezca está determinada por los anhelos electorales. Todo inicia y todo termina con las elecciones.
Es este un determinismo implícito y explícito en lo social, económico, político y cultural. Es decir, nada es posible cambiarlo, nada es posible que pueda moverse, “ni la hoja de un árbol” puede caer si no es por la voluntad de las elecciones.
Este su mundo electoral al que le han dado carácter metafísico irreal, lejano e imposible ?según ellos? a la capacidad de entendimiento del pueblo y la sociedad y de su militancia, constituye hoy toda la base filosófica e ideológica de su doctrina y su quehacer.
Por eso no es casual, no es coincidencia que la cúpula haya desistido desde hace ya bastante tiempo a la lucha política y con ello renunciado a continuar con el proceso revolucionario salvadoreño.
Al mismo tiempo actúan con descaro y cinismo político, mostrando a la luz pública su enclenque esqueleto ético y moral ¿Por qué lo hacen, por qué caen, por qué se ponen en evidencia irrefutable a la vez que sus discursos aparentan compromisos revolucionarios, socialistas?
Hay momentos, hay coyunturas en que no tienen otra posibilidad que ser lo que en realidad son. Hay momentos en que las contradicciones entre lo que deben decir y lo que en realidad hacen son tan profundas que eligen irse por sus verdaderas inclinaciones, sin importarles las consecuencias políticas y sociales que entrañan. Hay momentos en que tienen que defender la verdadera naturaleza de sus intereses.
En este juego, jugado de esta manera, la única que gana siempre es la oligarquía y la derecha. Porque la oligarquía no es sólo la dueña del tablero, sino de las piezas, de los colores de los cuadros, de la madera del tablero y de las reglas del juego. Y, principalmente, de las mentes y del pensamiento de los jugadores, y de los jugadores mismos, de ambos jugadores, donde no importa quien gane, la oligarquía gana, no importa quien pierda, la oligarquía también gana. Si llegan a tablas, la oligarquía también gana.
Pero dentro de todo esto quizá lo más repudiable a la cúpula no es tanto su supuesta ingenuidad política, sino su mísera solvencia moral y ética en su quehacer político y social, su indiferencia frente a las injusticias, y sobre todo sus prácticas y conductas derechistas. Y de ribete, sus propias prácticas de injusticia social, porque al final las estrategias y tácticas si fueran políticas podrían ser discutibles. Esto es, si no fueran electorales.
Este es uno de los momentos más apremiantes para la reflexión profunda, sincera, sin arrebatos, de pie y con la mirada puesta sobre la verdad de lo que en la realidad circundante y de nuestras familias se vive cotidianamente, sin fanatismos ni displicencias, para encontrar la respuesta verdadera, y no la que se acomode al gusto o a las añoranzas.
Reproducción a partir del blog: Blog El Trompudo
¿ USTED COPIANDO DON CARLOS ABREGO???
ResponderEliminar-si usted es generador de pensamiento!!!
YO CONOXCO PERSONALMENTE A UNO DE LOS AUTORES DE ESE ARTICULO, y le digo que una cosa es la teoria y otra la practica
para no caer ni en insultos ni difamaciones.
MIRE DON CARLOS ABREGO, el pueblo quiere analisis suyos,...
su vision...
TAMBIEN LOS OTROS..jejeje
esos que no lo quieren nada..
bueno, un tirito se le va a cualquiera...
Y ESO DE LA MODERACION- LO QUE DECIA EL CHE-
si
era cierto antes..
hoy ya no hay ideologia
solo negocios..
Y AHI SI NO SE QUE ES MEJOR
-SER IDEOLOGICO
O
NEGOCIANTE..
pero mire don carlos, al pueblo,al que camina a pie,gana el salario minimo, al obrero al campesino..
ya se "curtio", ES DECIR QUE SU PELLEJO-piel se le hizo grueso de tanto sufrir,que ya no cree en politicos,ni en el che guevara,ni en la moderacion o la subversion..
pues hoy esta mas jodido que antes..
-y eso que gobierna la izquierda-
¿CUANTOS OBREROS Y CAMPESINOS QUISIERAN LA OFERTA DEL SEÑOR OSCAR KATTAN ?
DEL SEGURO SOCIAL QUE OFRECE PLAZAS O PUESTOS DE TRABAJO QUE CON SOLO FIRMAR LA GENTE GANA
2000 DOLARES
y no solo uno, si no dos!!
asi que, esperamos sus analisis,...
EL VANDELIUM
Mire Sr. Kattan, yo me conformo con que me consiga un "huesito" de unos $600.00 como no soy muy avara.... de todos modos solo necesito llegar una vez al mes y firmar....
ResponderEliminarAh, perdón, se me olvidaba que.... (como dice la canción)....
se me olvidaba que eso solo es para "cheros" y familiares de los políticos y sus esposas... (también para los cheros y cheras y familiares de las damiselas....) je je je
Mejor reirnos Sr. Abrego, porque si pensamos en serio podemos hacer alguna tontería... y mire que como nuestro papi no paga.... verdad Mixco y Canessa?
Un salvatrucho decepcionado....
Largo artículo, pero interesante sr. ABREGO. Usted no se anda por las ramas ni con panos tibios, para decirles sus verdades a la nueva MAFIA ELECTORAL LLAMADA FMLN.
ResponderEliminarEs triste como estos desgraciados han traicionado al pueblo. Pero este sufrido pueblo esta despertando de la herencia maldita de los CRIOLLOS
Estimado lector: no soy yo el autor de este escrito, se trata de un artículo de Orestes Estrada y el padre Mauricio Merino. Lo he sacado del el blgo El Trompudo.
ResponderEliminarMe ha parecido que es un artículo muy instructivo.
Dediquense a atacar al capitalismo y a hacer propuestas alternativas a ese sistema. La izquierda sigue en su crisis porque es incapaz de generar una alternativa viable al capitalismo, hasta Fidel Castro ya aceptó que el modelo cubano ha sido un desastre y cuba se apresta a abrirse al capital transnacional y adoptar el modelo chino de "socialismo".
ResponderEliminarDe qué diablos habla el último comentarista?
ResponderEliminarCuba con "modelo" Chino?
Bueno pues, si bajo el título aparece el nombre de los autores del artículo, que si bien puede parecer extenso, el tema que trata merece eso y mucho más.
ResponderEliminarYa al final, en el penúltimo párrafo, se lee:
“Pero dentro de todo esto quizá lo más repudiable a la cúpula no es tanto su supuesta ingenuidad política, sino su mísera solvencia moral y ética en su quehacer político y social, su indiferencia frente a las injusticias, y sobre todo sus prácticas y conductas derechistas. Y de ribete, sus propias prácticas de injusticia social, porque al final las estrategias y tácticas si fueran políticas podrían ser discutibles. Esto es, si no fueran electorales.”
Estas prácticas electoreras no serían objetables si su finalidad fuera la consecución del poder para lograr posiciones desde las que se podría planear políticas que fueran en beneficio del pueblo, pero por desgracia, tal como lo dice el artículo en otra parte, los logras electorales tienen por objetivo la conquista de beneficios personales; esto como un objetivo del triunfo electoral, pero la verdadera finalidad del triunfo electoral debería ser el rediseño de la economía del país; un análisis serio de cómo estamos, qué podemos esperar del rumbo que llevamos y plantearnos un esquema económico realista, posiblemente incluyendo el rescate de nuestra política monetaria.
Esto no se percibe en las actitudes del partido de gobierno, si es que se le puede llamar así. Más bien parece ser que la filosofía política actual es la de no alterar el status quo, no hacer olas, lo que equivale a seguir como hemos venido haciendo.
En el párrafo final el artículo nos incita a la reflexión profunda y al encaramiento de nuestra realidad circundante tanto nuestra como de nuestras familias, pero, ¿No es eso exactamente lo que hicimos antes y por ello votamos por el Frente? Entonces quiere decir que la respuesta la debemos de buscar en otra parte.
Gracias don Carlos por traernos este artículo.
Atentamente
Quijo-t