Aunque usted no lo crea

Todo tiene sus límites. También los tiene el ultraliberalismo criollo de los areneros. Los mismos que firmaron el tratado de libre comercio con los Estados Unidos, sin leerlo, con los ojos cerrados, los que en una madrugada nos impusieron una moneda extranjera en lugar de la nuestra, los que promueven a capa y espada las ideas de la libre empresa, de un día para otro descubren las virtudes del proteccionismo. Sí, aunque no lo crean, el partido ARENA se ha vuelto proteccionista. Pero lo que protegen es el monopolio farmacéutico de sus amigos y de su jefe. La Prensa nos informa que “El partido ARENA impulsa una reforma legal para prohibir la participación de empresas extranjeras en la licitación de compra de medicinas de parte del Ministerio de Salud”.

Hace ya algún tiempo que sabemos que los precios de las medicinas en El Salvador son las más caras de la región. Al abrir a firmas extranjeras las licitaciones, lo que se pretende es reducir los gastos, comprar a más bajo precio y con ello poder asistir mejor a los pacientes. Durante los años de los gobiernos areneros se compraron medicamentos vencidos, se han descubierto toneladas de medicinas enterradas. Es más que patente que el partido de la oligarquía no tiene ningún remilgo, ni empacho cuando se trata de defender los intereses de los patrones, de los oligarcas. Ahora se trata de proteger lo que llaman industria farmacéutica nacional. Pero ¿qué tiene de nacional esta industria?

Las diferencias de precios de los medicammentos que se practican en otros países de la región, alcanzan porcentajes extravagantes, se habla de 200% hasta 500% superiores aquí en El Salvador. Al detalle o al mayoreo los precios son exagerados. Estos precios han sido posibles, por la complicidad de los ministros y diputados de la derecha. Esto ha sido posible por el monopolio existente el país.

En julio de este año, el viceministro de Salud, Eduardo Espinoza, dijo que 17 laboratorios, de 72 registrados en el país, controlan el 70% de la producción de medicamentos y el 90% de las exportaciones, además 15 cadenas de farmacias controlan el 80% de las ventas al detalle. El sitio Contrapunto nos informa: “Se han descubierto prácticas anticompetitivas. Ya hicimos del conocimiento de la Superintendencia de Competencias estos hallazgos, esperamos que se pronuncien, ya que la ley establece claras medidas para romper con monopolios”, dijo Espinoza.

Es urgente que la movilización popular por defender sus derechos a la salud, por defender lo poco que hay de servicio público, por obtener nuevos derechos se mantega y crezca. La nueva ley de salud ha estado estancada durante semanas en la comisión. Creo que es necesario desenmascarar a estos defensores de la industria farmacéutica “nacional”. Lo que cuenta es rebajar los precios de las medicinas y romper con el monopolio de hecho que se ha instalado en una rama que debería ser de servicio público.