Las ambiciones presidenciales de Arturo Zablah se fueron a pique. No fue porque no hiciera la cacha, pues anduvo tocando las puertas de todos los partidos. Es más, se puso temprano a la tarea. No obstante todas las puertas se fueron cerrando, sin que perdiera cierta reputación de hombre competente y de cierta apertura. Su prestigio político lo fue ganando poco a poco, pero hay que decirlo de entrada, no fue por su participación en los gobiernos areneros, sino que por sus posturas críticas: conquistó su reputación porque quiso tomar distancias del partido de gobierno. Se presentó como el hombre que había sabido dar el paso, el hombre que no tuvo miedo de atravesar la raya y venir a comulgar con la gente de izquierda. Nos quiso hacer creer que había roto el cordón. Es más convenció a muchos. Pero su ambición presidencial lo llevó a volver a la derecha, primero intentó con los partidos sucursales y estuvo a punto de ir por la DC. Pero creo que él mismo se dio cuenta de que por ese lado era una pérdida de tiempo y de prestigio. Sin embargo esa pirueta y coqueteo con la DC, lo mostró como alguien que estaba dispuesto a volver al redil. Es lo que hizo. Pero la silla ya estaba ocupada. Así que aceptó figurar como el Sancho de la Apertura.
Pero ¿de qué apertura se habla? Esperé unos días para ver qué temas audaces iba a plantear para darle sentido a su vaivén electorero. Pues en realidad, sus declaraciones son muy flojas, demasiado convencionales, no aporta nada. Pensé, no sé por qué, que con su participación al lado de Rodrigo Ávila el nivel de la discusión política preelectoral si iba a alzar.
El candidato a la presidencia por Arena no puede salirse de sus furias anticomunistas, de su falta de originalidad y de sus lugares comunes. Ha querido presentarse como recién llegado a la política, como un hombre nuevo, como el reparador de los yerros de su propio partido. Pero con eso no ha convencido a nadie o a muy pocos como para que alcance para conservar el poder. Los tirones y forcejeos en la cúspide (perdón por la metáfora, muy alto no andan) de Arena fueron públicos. Los resultados reales en las encuestas, no los que publica la prensa nacional de derecha, sino que los que ofrecen los datos sinceros, los que realizaban las universidades y otros institutos independientes, esas encuentas mostraban que el candidato de Arena no emprendía vuelo. Había que remediar. ¿Pero cómo? En esto han pasado meses pensando, planificando y peleándose. Por último se decidieron por Arturo Zablah como el comparsa de Ávila en la campaña electoral.
Era urgente mostrar que Arena ha cambiado, que el candidato es un hombre de apertura. Pero esto se limita solamente a la imagen. Arturo Zablah fue de la derecha y ha vuelto. Se trata simplemente de un hermano pródigo que quiso hacer fortuna solo, pero que no pudo. Ahora tiene que pagar su veleidades independistas, tiene que servir de peldaño para Ávila. Pero sólo puede secundarlo en sus promesas de una reforma que nunca tuvieron propósitos de realizar. Porque hay que ser serios. El candidato de Arena no se ha mostrado en su última función oficial como un liberal, como un demócrata, como un defensor de la libertad. Todo lo contrario, fue un fiel ejecutante de los antojos de Figueroa y de Saca. Le vamos a creer que su nominación como candidato le trastocó todo su ser. ¡Vamos! Creer eso es ser ingenuo o simular serlo.
En su papel de hombre de la sociedad civil, de un hombre con ideas nuevas y un hombre de diálogo, Arturo Zablah ha empezado mal. Sus primeras declaraciones no aportan nada nuevo. Promesas vaporosas, eso es todo. Y respecto a su contrincante, con el candidato de enfrente, Zablah vuelve a la misma letanía de siempre. Es en esto que muestra que en el fondo nunca cambió. Vuelve al mismo estribillo: agentes castro-comunistas y pretro-chavistas. Y también Zablah se aferra al miedo: si gana el Frente no habrá buenas relaciones con los Estados Unidos y las remesas corren peligro. ¡Vaya apertura! Zablah ha resultado ser el otro mono, o el mismo, pero mal pintado. No, Zablah no les va a servir de salvavidas.
Es de admitir que los coqueteos de Sablah con otras esferas de menos poder político fueron un tanto graciosas.
ResponderEliminarSin embargo, hay que decir que Mauricio Funes hizo lo mismo, de hecho lo venía haciendo desde hacía ratos. Han tenido las mismas estrategias de acercamiento al público, es decir, argumentar su distancia del partido (Sablah al principio, durante todo este tiempo y hasta el momento Funes), todo para que funcione en la psiquis de cada quien.
Indudable es que a Mauricio Funes le ha funcionado mejor, sobre todo porque él si va para la presidencia y Sablah habrá de conformarse con ser el segundo de abordo.
Sin embargo, debo decirlo, creí que Sablah no iba a caer con el canto de sirena del partido... pero en fin, "Cosas veredes, Sancho amigo"
Saludos don Carlos, siempre es un gusto leerle
Hay quienes dicen que Zablah era un "caballo de troya", una carga de dinamita al interior de movimientos de izquierda, principalmente del FMLN, para destruirlo desde su interior.
ResponderEliminarPero al ver a Zablah cambiando de planteamiento tan burdamente (y diria jocosamente, de no ser por que con su colaboración Sanchopancistica puede hacer que llegue a la presidencia el tal Avila) mas parecería que el caballo de troya ya esta dentro de ARENA, y la van a hacer que termine de implosionar.
¿Porque escribe el apellido de el candidato a vice de arena con S y no con Z?
ResponderEliminarNo entiendo ese detallito.
Saludos
soy salvadoreño:
ResponderEliminarNo voy a acusar al teclado, en mi teclado la zeta está arriba de la ese, pero lo verdad es que simplemente me equivoqué. Gracias.
Alberto: Es cierto que existe cierto paralelismo entre Zablah y Funes. Ambos desde afuera de los partidos políticos lograron imponerse en el campo político. No obstante existe una diferencia importante : Funes siempre se ha mostrado como un hombre de izquierda, mientras que Zablah fue ministro de un gobierno de Arena, luego criticó a los gobiernos de Arena y se acercó al mismo FMLN. Promovió su candidatura ante partidos de izquierda y ahora lo vemos de nuevo a la derecha. Creo que se trata de una inconstancia ideológica bastante típica en nuestro país, donde con una facilidad espantosa se puede cambiar de partido como se cambia de calcetines.
ResponderEliminarLa actitud de Funes en este sentido ha sido diferente. Desde que El Faro lo lanzó como obstáculo a las ruedas de la candidatura de Schafik Handal, desde entonces se ha presentado como independiente. Incluso entonces tuvo la osadía de pretender ser candidato del FMLN sin adherir al Frente y exigía sin más que le dieran un cheque en blanco.
La dirección actual del FMLN cedió más allá de lo necesario. Pues por una aberración de nuestra Constitución de tendencia presidencialista, le impone a los ciudadanos que quieran pretender gobernarnos, pertenecer a un partido legalmente reconocido. Esto matiza el contrato directo del candidato y la nación. Es a este contrato (tácito) al que alude Funes cuando alega que es el candidato y luego el presidente, quien decidirá en última instancia de todo.
Cuando digo que la dirección cedió más allá de lo necesario, pues cambió los estatutos, permitiendo presentar como candidato a la presidencia a un no miembro del partido. Pero luego Funes tuvo que adherir, pues la interpretación de la Constitución no es clara en este sentido. Por último el candidato que presentaron es miembro del FMLN. Tal vez los dirigentes del FMLN me respondan que el cambio sea únicamente para poder « designar » un candidato no miembro del partido. Ellos son peritos en este tipo de argucias.
Pero en realidad creo que las ganas de ser presidente de Funes era tan altas e intensas que si la dirección le hubiera exigido adherir antes, lo hubiera hecho. Es lo que creo. Pero esto es ya otro tema y en aquí hago un juicio sin pruebas.
Arturo Zablah era un miembro prominente del gobierno del presidente Saca del cual salió en desgracia por diferencias con los más poderosos dentro del partido. Luego apareció en la palestra política presentando un esquema de plan de gobierno con el cual buscaba adeptos para fundamentar su aspiración a la candidatura a la presidencia del país, intento que resultara fallido al no encontrar el apoyo que buscaba. Resulta curioso que ahora, tanto él en lo personal como el partido del cual salió mal parado, ahora concurran en afinidad de ideas y propósitos y el partido lo escoge como segundo de a bordo y Zablah acepta comulgar con sus detractores. Esto debe de decir algo de ambos. Tal parece que es una acción desesperada del partido Arena y lo hacen pensando en que algún sector de la población, aún indeciso pueda votar por ellos. Pero ahora no se trata de figuras, de personalidades políticas, sino que se trata de un cambio en la filosofía del gobierno y eso no lo puede lograr Arena, ellos están atados ciegamente a un sistema neoliberal que propicia un capitalismo voraz y de ello han dado un claro ejemplo los gobiernos de Arena quienes en 20 años de gobernar han sumido al país en una deuda inmensa y muchos de sus miembros se han vuelto inmensamente ricos a costa del despilfarro de los dineros de la nación. Atentamente
ResponderEliminarQuijo-t
Estimado Quijote:
ResponderEliminarCreo que Arturo Zablah fue ministro en el gobierno de Cristiani y dirigió los puertos durante el gobierno de Calderón Sol.
Sobre el resto, pues creo que estamos de acuerdo.
Cordialmente.
Carlos lea la entrevista que le hace EL Faro.
ResponderEliminarZablah se derrumba por sí solo.
Slds
Luis: el resumen que hacen los periodistas de El Faro es elocuente. Porque de eso se trata de ir con el FMLN, Zablah pasó a ir contra el FMLN.
ResponderEliminarNo creo que quepa preguntarse ¿cuándo es sincero? Cuando quiere "sacar a Arena del poder" o cuando nos dice "sigamos con Arena".
Creo que sus posiciones son simplemente el paño que cubre púdicamente sus ambiciones.
Efectivamente, esta entrevista que me señalas nos muestra perfectamente al personaje.
Por un momento creí que el teclado lo había diseñado Quiteño.
ResponderEliminarMe gusta el artículo, y también me gusta tu estilo para escribir. Muy bueno!
ResponderEliminarOtro punto que les quita banderas con las que atacaban a Funes.
ResponderEliminarQue no se pone la camisa roja, que a dolarización, que el TLC, que sus íncongruencias´, que ...
Ahora ellos se quedan sin armas.
Ese es el punto, cuando es confiable y sincero Zablah ? esas misma incongruencias tendría al gobernar ? con que más cosas falta que salga.
Se nota que tanto él como Rodrigo no están comodos donde los pusieron, o de tontos quisieron meterse.
Saludos cordiales