Ustedes tal vez tienen noticia de un tontito que « visita » de vez en cuando los blogues salvadoreños y que es un radical del liberalismo. Me refiero a él, pero podría citar a otros de mayor peso. Pero a veces la caricatura es mucho más expresiva que el retrato. Pero de seguro vitupera hoy contra su amo del Norte.
Las principales plazas bursátiles estaban completamente constipadas, muy adoloridas. Hoy, este lunes, han recobrado su color, por una acción económica del Estado estadounidense, el gobierno del liberalísimo G. W. Bush toma el control de las financieras hipotecarias Fannie Mae
Los contribuyentes salvan a la especulación, pero el neo-liberalismo les niega un real estatuto de asegurado social. El servicio público de la asistencia médica no existe en un país tan rico. Y mientras más liberal se vuelve el mundo, menos servicios se le rinden a la población. Europa va por ese camino. Es el modelo que imponen por todo el mundo, asistidos por la Banca Mundial y el FMI.
Este intervención del Estado estadunidense para salvar a las empresas hipotecarias con dinero de los contribuyentes es una forma de Amnistía, algo así como la ley de marras que ha causado tanto descontento en El Salvador. GWB no va solo en esta decisión, lo acompañan, indudablemente tanto senadores (representantes del pueblo?) republicanos como demócratas. Esto, para mí, es el símil de Robin Hood al revés, o patas arriba como diríamos en salvadoreño, quitarle al pobre para darle al rico. Ni más ni menos como ocurre en El Salvador. Pero volviendo a la Amnistía, esa ley no fue otra cosa que ignorar a las víctimas y exonerar a los perpetradores de dichos delitos que fueron plenamente comprobados con una montaña de testimonios logrados por la comisión de la verdad y puestos a disposición del gobierno de El Salvador y a la faz del mundo. Con tales testimonios no era muy difícil enjuiciar a los indiciados y llevarlos a los tribunales de justicia donde tendrían la oportunidad de defenderse, es decir seguir el camino de la ley, pero no, el gobierno decidió exonerarlos con la ley de Amnistía. Debo decir que creo que los enjuiciados en esa forma se habrían proveído de un batería de los mejores abogados penalista que el dinero puede comprar - dinero del estado por su puesto- y muy posiblemente habría resultado absueltos, pero el gran logro para el pueblo salvadoreño habría sido el haber acatado la ley, habernos, en cierta forma, alineado con un estado de derecho. Desgraciadamente no fue así y las heridas no han cerrado. Oponerse a la erogación de dicha ley equivale a seguir ignorando a las víctimas.
ResponderEliminarAtentamente
Quijo-t
Quij-t:
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con vos, sin ningún reparo. La tandona ha desfilado, amenazando y tratando de hacer revivir a la población el terror que sembraban.
Algo me ha quedado oscuro en ese desfile, en calidad de qué desfilaron, ciudadanos civiles o ciudadanos militares. Están de baja, pero amenazan como si estuvieran de alta. ¿Hay simbiosis entre esa gente y el Estado Mayor acutal?
Gracias por comentar y venir a leerme.
Carlos