Presuntas fuentes de la exguerrilla

La palabra presunto tiene un uso creciente en la prensa mundial. Esto se combina con la preocupación de los diarios de no verse implicados en juicios de calumnia, pues el respeto a la presunción de inocencia del inculpado obliga a no condenar a alguien antes del fallo en un juicio. En El Salvador fue el adjetivo que dominó cuando la prensa se refería a Belloso, incluso cuando en el mismo artículo lo presentaban como culpable. Pero el adjetivo es un ritual, casi un exorcismo. Este ritual no concierne sólo a la prensa salvadoreña.

En el banco de datos de la Academia de la Lengua, CREA, he repertoriado 1949 ocurrencias en 1348 documentos (las ocurrencias conciernen sola a España) de la palabra presunto. El banco de datos es bastante completo en general, pero respecto a la prensa de los países americanos no es lo suficientemente completo. Esto que digo aquí es relativo, pues nunca antes los investigadores de nuestra lengua han tenido a su disposición un corpus tan extenso y ya listo, acompañado de un motor de búsqueda eficaz. Desde el inicio de este blog he puesto un enlace hacia el sitio de la Academia.

Con los datos que nos ofrece el Corpus de Referencia del Español Actual (CREA), nos hemos dado cuenta del uso creciente del adjetivo. Esto resulta obvio luego de comparar los resultados que nos aporta CREA con los que nos da CORDE. Este es el otro banco de datos de la Academia, que recoge textos desde el Cantar del Mio Cid hasta textos de 1974. El Corpus Diacrónico del Español (CORDE) tiene apenas cinco ocurrencias de la palabra presunto. Es evidente que ambos bancos de datos no contienen todos los textos existentes. No obstante para ver que los resultados son lo suficientemente fiables es necesario agregar que ambos recogen 410 millones de registros.

Los datos que arrojan ambos bancos de datos no pueden ser usados para conclusiones estadísticas absolutas. Los datos vienen a confirmar una impresión que todos tenemos. Les voy a dar algunos datos recogidos en el CREA:

De 1975 a 1980

136 ocurrencias en 103 documentos.

De 1981 a 1985

176 ocurrencias en 115 documentos.

De 1986 a 1990

331 ocurrencias en 233 documentos.

De 1991 a 1995

600 ocurrencias en 416

De 1996 a 2000

432 ocurrencias en 290 documentos

De 2001 a 2004

274 ocurrencias en 201

El último período es menor que los otros, pues los registros se terminan en 2004.

La palabra presunto en derecho debe aplicársele únicamente a las personas. No obstante con mucha frecuencia se lee en los periódicos el “presunto crimen”, “presunta muerte”, “presunto asesinato”, etc. El crimen, la muerte, el asesinato han tenido lugar, no pueden ser presuntos. Aún más, el diccionario que nos dicta la norma nos dice: presunto. Se dice de aquel a quien se considera posible autor de un delito antes de ser juzgado. U. t. c. s.

No obstante existen ciertos sustantivos que pueden aceptar este adjetivo como son participación, pertenencia y otras que puedan implicar autoría de un delito o supuesto delito. Porque a veces para algunos periodistas y editorialistas ciertas acciones como manifestar en las calles constituyen en sí delitos, siguiendo los deseos del ejecutivo salvadoreño.

Los etarras no son presuntos

Para los etarras capturados en Cahors ha desaparecido el famoso adjetivo. Pero la Prensa Gráfica los inculpa de otro delito o quiere convertir en delito actual otro hecho, la supuesta pertenencia de Luis Ignacio Iruretagoyena Lanz a la guerrilla salvadoreña y resucita el “buzón de Santa Rosa” para encadenar toda una serie de insinuaciones en el más puro estilo de la prensa amarilla. Las insinuaciones sugieren que la ex-guerrilla ha tenido como miembros a los capturados en Francia y quiere volver un asunto español en una pieza de desprestigio para el principal partido de la oposición del gobierno de ARENA. Es más, las noticias no aparecen en sus rubricas internacionales, sino que nacionales (me refiero a su versión en internet).

El caso es que haber sido miembro de la guerrilla no puede ser considerado ahora como un delito, ni lo fue desde el momento en que las Naciones Unidas reconocieron al FMLN como una de las partes beligerantes en el conflicto. Las negociaciones fueron realizadas bajo los auspicios de la organización internacional. Si la Prensa Gráfica es tan presta en resucitar un asunto de 1993 en la que existe una presunta participación de una de las organizaciones del FMLN, no muestra ninguna premura para exigir la abrogación de la abominable “Ley de Amnistía”, por la que criminales de guerra no han sido juzgados y aquí no se trata de presunción, esos crímenes eran parte de la estrategia de los sucesivos gobiernos, con la abierta complicidad del gobierno de los Estados Unidos.

La Prensa Gráfica pone el título siguiente: “Cae etarra vinculado a guerrilla salvadoreña”. Pero en el cuerpo del artículo se habla de la captura de Luis Ignacio Iruretagoyena Lanz y solamente en el comentario inicial se contiene algo que el diario salvadoreño no puede probar: “Iruretagoyena formó parte de la ex guerrilla salvadoreña y está vincula al buzón de Santa Rosa, en Nicaragua”. Me estoy refiriendo a la presunta pertenencia del capturado en Cahors al FMLN. En otro artículo dice el mismo periódico: “Fuentes de la ex guerrilla salvadoreña consultadas ayer se limitaron a confirmar que durante la guerra participaron algunos españoles, pero negaron reconocer a Iruretagoyena como uno de ellos”.

La puesta en duda de la palabra de las “fuentes” es manifiesta. Pero pongamos atención en los términos usados, la Prensa se refiere hoy al FMLN como la ex guerrilla, no se trata de un simple sinónimo para evitar repeticiones, se trata de insistir en lo que ellos siguen consideranto un crimen. Y lo quieren mostrar como crimen al ligarlo íntimamente con la captura de los etarras. La negativa de las “fuentes” de la presunta pasada pertenencia de Iruretagoyena a la guerrilla, la enuncian de la siguiente manera: “negaron reconocer”. Pero hay algo que suena a conspiración. La Prensa Gráfica no se dirigió a representantes del FMLN, que tienen nombres, que actúan públicamente y que pertenecen a un partido representado en la Asamblea y con múltiples alcaldes y consejeros en todo el país, sino que a unas misteriosas y anónimas “fuentes de la ex guerrilla salvadoreña”.

De seguro a eso le llaman informar objetivamente. Los plumíferos de la Prensa Gráfica pretenden con ese tipo de insinuaciones ejercer la libertad de expresión. La toma de partido es evidente. No les niego el derecho de alienarse al gobierno arenero, pero que pretendan ser neutrales y le nieguen a otros periodistas el derecho de crítica es el colmo de la hipocresía. Bueno, periodistas con espíritu crítico no abundan en nuestro país.