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05 agosto 2009

Intermedio musical

Me queda todavía una última entrega sobre este episodio de mi vida. Pero antes de seguir, deseo compartir con ustedes estas dos canciones que canta Bulat Okudzhava. Es un gran poeta y prosista. Muchas de sus canciones en aquel tiempo circularon clandestinamente.

Les comparto esto. Son canciones de mi época allá en Moscú. Quisiera también que no crean —que a pesar de que mis últimos días en la URSS fueron infaustos— que me la pasé todo el tiempo en sufrimientos y penares. Allí viví mi juventud. Vivi apasionadamente y Moscú me sigue apareciendo en sueños, sus largos atardeceres de verano, sus otoños dorados. Los largos inviernos fueron nidos de felices sentimientos y los blancos mantos me fueron preparando para sentir en mi cuerpo el despertar glorioso de toda la naturaleza, las abruptas y rotundas primaveras rusas. Hay que vivirlas para entender la perspicacia musical de Igor Stravinski en "La consagración de la primavera". Además conocí gente buena, muy buena y generosa.


5 comentarios:

  1. Este es el Compay Segundo Ruso?

    Jejejeje!

    Saludes!

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  2. Anónimo6:44 a. m.

    estoy escuchando mas canciones de el que figuran alli en youtube. Es increible. Entro a ese mundo magico de mis suenos. Me identifico brutalmente. No esta el traductor. Solo la melancolia. Igual que cuando escucho el fado.

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  3. Anónimo6:54 a. m.

    Ya econtre a Bulat Okudzhava, sus canciones cantadas y las traducciones. Su historia de vida es un perfecto ejemplo de lo que te he estado diciendo. Las personas son una cosa, los gobiernos son otra. Hablan de un pais en los noticieros etc, y en relidad hablan del gobierno. La gente o muchos de ellos no opinamos igual. En donde vivo hoy es mas obvio esto que en otros paises en que he vivido.

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  4. Querida D.: Arriba, a la derecha hay un enlace a través del cual puedes enviarme un mensaje personal (al mismo tiempo que tu correo electrónico). Esto si así lo quieres.

    Con frecuencia, con bastante frecuencia, pienso en la lomita y en la casa detrás de la Knesset. Pienso en tí.

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