La indignante indignación

Como saben he estado de viaje y quise cortarme de todo contacto con los asuntos cotidianos. Y tuve muy poco uso de internet, el escaso para saldar algunos compromisos personales. Así que no he leído la prensa nacional, tampoco las revistas salvadoreñas, ni los blogues. Poco a poco me voy a ir poniendo al día y mientras tanto, como lo han visto, estoy compartiendo algunas impresiones que traigo de Andalucía.

Sin embargo voy a comentar la reacción de los diputados de derecha ante las declaraciones de Carlos Acevedo, presidente del Banco Central de Reserva, sobre la actitud de los diputados ante los problemas nacionales. Lo que les ha ofendido es que dijera que ellos conglutinan sus unánimes votos cuando se trata de sus propios intereses y muy raras veces cuando se trata de los intereses del pueblo.

Pero la indignación, rectifico, no fue solo de los diputados de derecha, éstos han votado una convocación del funcionario para que responda a un absurdo cuetionario. Sigfrido Reyes, diputado del FMLN y además vocero del partido, ha ido a La Prensa Gráfica a denunciar las “declaraciones escandalosas” de Carlos Acevedo.

Los votos unánimes en la Asamblea son cosa rara. En estos últimos tiempos se ha observado, a veces alianzas extrañas, pero pocos fueron los votos unánimes. Pero siempre, cuando se trata de un aumento de sus remuneraciones y emolumentos, los votos fueron unánimes; Esto es fácilmente constatable. Cuando se trata de un aumento del presupuesto de funcionamiento de la Asamblea también el voto es unánime. Esto también es fácilmente constatable.

Por mi parte, no comparto con la visión económica de Carlos Acevedo, al contrario de lo que declara a La Prensa Gráfica Sigfrido Reyes. No, no comparto sus concepciones liberales de la economía. Pienso que seguir atados al dólar limita las posibilidades de maniobra monetaria y financiera. Incluso en parte no nos ayuda al control fiscal. No obstante, sí estoy de acuerdo con Carlos Acevedo cuando afirma que la derecha y sobre todo ANEP y el presidente de la Cámara de Comercio, siguen exigiendo del gobierno de Funes señales de estabilidad y de confianza. La estabilidad y confianza que exigen es poder desde sus oficinas con un simple telefonazo arreglar, ocultar sus amañados tráficos.

Aclaro que no veo en qué ha cambiado la gestión actual con la anterior; La evasión fiscal sigue campante, la reforma fiscal prometida, me refiero a aquello de que “el que tenga más, debe pagar más”, se ha quedado en mera promesa electoral.

Pienso que esa campaña de la ANEP y del presidente de la Cámara de Comercio es más bien un relevo político de ayuda a su partido ARENA. La declaración de Carlos Acevedo es más bien una diversión, una manera de distraer nuestra atención, de hacernos creer que la política actual es rigurosa con el patronato salvadoreño.

El papel que juega Carlos Acevedo es ingrato. Ha salido a la palestra a defender al gobierno de los ataques de la derecha, con mayor fuerza que no lo hace el mismo presidente, los ministros y los diputados del FMLN. También atacó a los diputados, esto es también recurrente en el discurso presidencial. También el silencio presidencial en este episodio es sintomático. Tal vez salga diciendo que comparte, pero que no aprueba esas declaraciones, tal vez diga que el funcionario habló por su propia cuenta. En todo caso, habló siguiendo un reparto de papeles, bastante nuevo en la táctica de Mauricio Funes.