Reproduzco esta noticia que me ha llegado desde El Salvador:
SOYAPANGO, 6 de junio de 2008 (SIEP) “Exigimos que se ponga en libertad a Cristina Nieto, mujer trabajadora, luchadora, que guarda prisión por defender los derechos de su comunidad” expresó el rev. Ricardo Cornejo, de la Iglesia Luterana Popular de El Salvador.
Cristina Nieto, de 42 años, fue capturada esta mañana por agentes de la PNC luego que se desatara una violenta discusión en la Comunidad Las Victorias, debido a la distribución de unas láminas donadas para protegerse de las lluvias.
Esta comunidad surgió en diciembre del año pasado y esta integrada por cerca de 200 familias que por no tener donde vivir, se han tomado un terreno donde antes funcionaba un basurero municipal.
La dirigente comunal Cristina Nieto expresó “no me avergüenzo de estar encarcelada porque es por una causa justa, por defender los derechos de mi gente, por evitar que se robaran la lámina que es para protegernos del invierno, estoy aquí por luchar por la vida.”
“Agradezco a mi iglesia que no me ha abandonado y se que pronto estaré en libertad para reincorporarme a la lucha de mi pueblo por una vivienda digna, les pido que se solidaricen con mi causa que es la causa de 200 familias que únicamente pedimos que no se nos desaloje y se nos deje vivir en paz...”concluyó.
Dudo mucho, que esté progresando un país en el que la gente tenga que aspirar a vivir en un predio que antes fue basurero.
ResponderEliminarSaludos.
Santiago :
ResponderEliminarEn los años cincuenta comenzó a funcionar una institución que se llamaba IVU (Instituto de vivienda Urbana), con ese organismo se pretendía construir habitaciones dignas y terminar poco a poco con los mesones y su promiscuidad. Ese objetivo no se logró. Al contrario las cosas se han empeorado.
No sé si ese organismo existe todavía. Pero la aspiración de nuestra gente es vivir en espacios dignos y confortables. Vivir en una casa decente es un derecho. La habitación no puede ser una mercancía, ni se puede tolerar que compatriotas vivan en tanta precariedad. Es posible que en un plan de gobierno democrático se contemple algún remedio a esta situación.
El problema del habitat es uno de los más graves del país, no se va a resolver sin una voluntad política expresa y voluntarista. Aunque esto pueda parecer alejado del problema, la vida mental de nuestros cipotes depende mucho del espacio habitacional, de tener un espacio propio.
Y el agravante de nuestra situación es que a nuestra gente no la dejan ni siquiera vivir en la precariedad.
Me pregunto yo cuántos problemas surgirán de ese asinamiento de personas en un ex basurero, si las emisiones de metano podrían causar algún problema en el futuro.
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