Un amigo empresario le prestó un jet a la ministra de Asuntos Exteriores de Francia, Michèlle Alliot-Marie, fue durante las vacaciones de diciembre 2010. Tuvo que presentar su renuncia.
En realidad la ministra renunció a regañadientes, como la mayoría de los que aceptan este tipo de “regalos”, no veía ninguna incompatibilidad entre su función y recibir obsequios personales. Le parecía que no hay en esto nada que contradiga la ética, no veía que esto indica una suerte de mezcla entre el agasajo y el posible soborno.
El asunto que ha provocado la indiscreta cuñada de Mauricio Funes, al mostrar a sus amigos en Facebook las fotos del “viaje familiar” a Miami, en donde se ve al presidente en el parque de atracciones infantiles de la multinacional “Disney”. Se ve también el vehículo en que viajaron, se trata de un jet privado. El periódico en línea “La Pagina” que reveló este viaje, se decía ignorante del origen del dinero que sirvió a sufragar este costoso periplo de diversión. Era una manera muy discreta de pedirle cuentas al presidente.
El presidente dejó correr el asunto, tal vez esperando que se iba a calmar como una ola se desvanece a la distancia. Pero en realidad esto provocó al contrario una tormenta de comentarios en los distintos medios de la red mundial. La indignación fue grande, sobre todo porque la sospecha de que el pago había sido con dinero del Estado ha sido persistente y reiterativa. Vinieron a comentar muchos partidarios del presidente, tal vez enviados como infantería de línea, pero acudieron muy desarmados, pues el supremo argumento era que se trataba de un “viaje privado” y que eso no le incumbía a nadie más que al presidente, no obstante el escándalo no era el viaje en sí, sino la forma del pago. Este alegato era un intento de cambiar de tema. El otro argumento fue el mismo que usó Funes respecto al medio que ha revelado el asunto, desprestigiarlo, ponerle el mote de amarillista, que no debió publicar la nota si desconocía realmente quién había finaciado, que le faltó un verdadero periodismo de investigación. En realidad, no sabían mucho qué decir. Otros, con mayor pobreza de espíritu alegaban que los expresidentes areneros habían también aprovechado de los dineros públicos. Otros nos acusaban a todos los salvadoreños, metiéndonos a todos en el mismo saco, que todos nosotros —puestos en semejante oportunidad— pues aprovechariamos del pisto ajeno. Otros hasta llegaron a sugerir que si no aprovechaba sería un maje. Tristes defensores le salieron al presidente.
El vocero presidencial David Rivas contactó teléfonicamente a los medios y puntualizó que "Es el avión de un empresario amigo del Presidente y de este Gobierno quien lo invitó a realizar ese viaje a Estados Unidos". Por supuesto afirmó que “el flete del avión no había sido pagado con fondos públicos”. Al parecer tanto el presidente, como su vocero consideran que con esto se ha cancelado todo este asunto. Es posible que así sea, pues la actualidad salvadoreña cada semana trae su escandalito. No obstante pienso que moralmente esto no puede quedarse en una simple aclaración, sin dar los detalles. Pues el empresario es un anónimo. Un regalo de este monto y de este tipo no puede ser considerado como un asunto personal.
¿De dónde le han surgido al ciudadano Funes tantos amigos empresarios? ¿Era ya su allegado cuando ejercía como periodista? Supongamos que sea así. Su función actual le impone mayor recato en la aceptación de agasajos, regalos y otro tipo de prebenda. Pues aceptar ahora los regalos que no le hacían antes de ser presidente o candidato, es de alguna manera aprovecharse de su función, darle un uso inconveniente al puesto que ocupa. Los millones que aparecieron en su cuenta corriente personal, los justificó como un préstamo de parte del empresario Salume para financiar la campaña. Nunca explicó entonces por qué esta suma apareció en una cuenta personal y no en la oficial de la campaña. Todas las dudas y suspicacias fueron entonces permitidas, en realidad persisten, pues salta a los ojos que su antiguo salario de periodista y su actual honorario presidencial, no le permite devolver holgadamente ese préstamo. ¿Es peregrino pensar que el pago se hizo con servicios presidenciales, con el mantenimiento del pariente (el hijo del prestamista) en su función de Presidente de la CEL?
El secretario de Comunicaciones David Rivas insistió que el viaje presidencial al parque Disney en Estados Unidos lo hizo durante un fin de semana. Aclaración un poco chilosa, pues aludía a su fanfarrona prohibición a sus ministros de participar en mítines de su partido FMLN durante la próxima campaña electoral, pues ellos eran funcionarios todo el tiempo. El presidente no se toma vacaciones a su antojo, insinúa esta aclaración, su viaje fue fuera de los horarios legales de apertura de Casa Presidencial...
En realidad, el presidente no tiene una salida honorable. Pues aceptar regalos de empresarios del monto que sean, es comprometer la función de primer magistrado de la nación. Gastar los dineros del fisco para viajes de pálida diversión familiar es simplemente de muy baja calaña. Pero ya que su vocero nos dice que fue una dádiva de “un amigo empresario que no tiene negocios con este gobierno”, lo mínimo es que sea con nombre y apellido, con los documentos a vista de los gastos a costo del amigo y la demostración de que se trata de un viaje de fin de semana.
El vocero no dio estos detalles y deja a los periodistas el cargo de averiguarlos, el presidente avisa que no hará declaraciones, pues juzga que se trata de un asunto privado. Entonces si es privado ¿para qué manda al secretario de Comunicaciones a justificar el viaje y su modalidad de pago? Por supuesto que esto no es un asunto privado, una sola hora de vuelo es superior a los honorarios mensuales de presidente. ¿Acaso esto no es la puerta abierta para que cualquier empleado público acepte "regalitos de sus amigos privados y anónimos"? A eso se le llama "mordida".
El cambio prometido comprendía el momento ético, era lo que se esperaba, es lo que suponía la transparencia prometida. Pero también en esto el continuismo va en pleno vuelo.
no se porque cuando vi el avion me vino en mente Pablo Escobar Gaviria.empresario de que cosa, quien es? Mi critica va dirigida especialmente a sus palabras de austeridad queda mal parado el presidente con su viaje a disneynaziland.....
ResponderEliminarEste asunto tiene más facetas que un diamante tallado.
ResponderEliminar“There is no free lunch” (No hay almuerzo gratis) reza un dicho popular en la cultura estadunidense. Quiere decir, en otras palabras, que nadie da nada a cambio de nada, es decir no se trata de un regalo o de una cortesía desinteresada, lo que hace suponer que el donante espera algo a cambio de esa cortesía, y tal vez no sea esto lo malo, lo malo está en atreverse a ofrecerle una prebenda al presidente de la república y lo peor está en la aceptación de ella por parte del primer magistrado.
Aspecto curioso es también el hecho de ausentarse el señor presidente, del territorio nacional sin llenar las debidas formalidades establecidas para esos casos, como sería la naturaleza, propósito y necesidad de dicho viaje. Dicho permiso es competencia de la Asamblea de otorgarlo. Qué pasaría si ocurriera una tragedia a ese vuelo privado y nadie, oficialmente, sabe el paradero del primer mandatario?
No es difícil concluir que estas acciones presidenciales se dan debido a que el primer magistrado no tiene que rendir cuentas a nadie, hace lo que se amolda a su deseo. Este tipo de actitud no es más que producto de la carencia de democracia en nuestro país.
Atentamente
Quijo-t
Todo esta mal hecho.
ResponderEliminarPorque a un Mauricio Funes cualquiera no le regala un amigo un viajecito en jet privado, es el presidente de El Salvador el que ha aceptado ese regalo que porsupuesto debe corresponder cuando su gentil amigo empresario tenga una o mas necesidades porque estos favores cuestan caro, núnca se terminan de pagar. Si Mauricio Funes no sabe hay que decirle que eso se llama compra de voluntades y aceptar regalos personales es corrupción, asi que sin temor a faltar a la verdad puedo decir que Mauricio es corrupto.
Por otro lado Mauricio debió cuidar su imagen de presidente de un pueblo que a duras penas puede pagarse el consumo del gas, por respeto mismo a la pobreza del pueblo, parece un pedro navajas con diente de oro chabacanamente presumiendo en un barrio pobre.
David Rivas debe darse a respetar que no le pase la de Ruben Aguilar, vocero de Fox, que tiene que salir diciendo cualquier estupidez en defensa de un presidente tonto e irresponsable.