Desde que Mauricio Funes se pronunció contra la participación de sus ministros en las campañas electorales, fueron pocas las voces que con cierta timidez criticaron esta torcida salida del madamás salvadoreño. El vice-presidente Sánchez Cerén afirmó que si su partido le pedía participar en la campaña electoral, lo haría y sólo entonces renunciaria de su cargo de ministro de Educación. Hubo otras declaraciones diciendo que perfectamente podían hacerlo durante los días de fin de semana. No obstante la gran mayoría de comentarios fue favorable a este dictado presidencial.
En realidad los comentarios, casi todos, recordaban la conducta del expresidente Saca, que estuvo los cinco años de su mandato en permanente campaña publicitaria promoviendo su persona y en los últimos meses en constante campaña electoral en favor de su candidato a la presidencia, Rodrigo Ávila. Esta actitud fue justamente criticada por el FMLN entonces en la oposición. Pero hay aquí un aspecto que es necesario recordar, en la campaña publicitaria de Saca usaba los dineros del Estado y en sus desplazamientos propagandísticos en favor del candidato arenero, el expresidente dispuso de medios humanos y materiales del Estado. Ya verán luego porque traigo esto a colación. En todo caso, la mayoría ha visto un paso adelante para nuestra “democracia”.
El partido FMLN terminó aceptando la voluntad presidencial, la escaramuza efemelenista no duró mucho, al contrario el nuevo portavoz del partido, el diputado Lorenzana, acudió complacido a plegarse y abundó en las razones que movieron al presidente para dictar esta prohibición.Y como ya se está volviendo costumbre, Medardo González aportó su donosa bufonada y sentenció que “donde manda capitán, no manda marinero”. La honda perspicacia de Medardo González de deja perplejo.
Ya lo he dicho en otras ocasiones que el FMLN no tiene, por incapacidad teórica, ningún análisis del Estado salvadoreño y tampoco mide, ni percibe las intenciones de Mauricio Funes. Me voy a detener en algo que se deduce de la declaración de Sánchez Cerén. La primera es que los ministros son nombrados y destituidos por el presidente y para esto no necesita ninguna justificación, se trata de su potestad. En cambio no puede destituir al vice-presidente.
Mauricio Funes ha comenzado ya a buscar la manera de despedirse por completo del partido que lo puso en el sillón presidencial. Este ha sido su primer gran intento. Los dirigentes del partido “en el gobierno” han esquivado este “derechazo”. No obstante la cosa se plantea que si constitucionalmente Funes puede distituir a sus ministros y a los altos funcionarios de las agencias del Estado, en estos momentos aún no puede hacerlo políticamente.
Es por eso que aprovechando la coyuntura que se ha creado ha sugerido que perfectamente puede llamar a ocupar un puesto ministerial a un miembro de ARENA o de GANA. Vean que no mencionó a los dos partiditos satélites, el PCN y PDC. Esto ha traído un manifiesto malestar en las bases del FMLN y en el electorado de izquierda. El llamado a la “unidad nacional” en este caso no ha funcionado cien por cien. Esta es la brecha que la derecha aprovecha para pedir que los ministros del FMLN renuncien de sus cargos o de sus puestos de dirigentes del FMLN. El intrépido editorialista Hinds le exige a Funes que sea claro y preciso, que diga exactamente que pueden o no pueden hacer sus ministros y que lo exprese en el decreto. La derecha se siente revigorizada y se muestra hasta exigente con Funes.
No obstante la falta de un análisis del Estado se manifiesta en que la cúpula del FMLN no supo sopesar el carácter presidencialista de la Constitución y la permisividad que le ofrece al primer magistrado de la república de convertirse simplemente en un déspota. La Constitución consagra el despotismo presidencial. Varias veces me referí a este aspecto durante la presidencia de Tony Saca. El presidente actual, ya en tanto que candidato, lo hizo sentir con creces en sus actitudes y en sus declaraciones. Las descalificaciones de los ministros, la manifesta prepotencia ante el FMLN, los insultos a los diputados y a la misma Asamblea, su desprecio por los partidos políticos y otras instituciones son claras manifestaciones de la misma actitud despótica que permite la Costitución y que es aceptada sin pispiliar por los “revolucionarios” que dan muestras de su “vocación democrática”. Se trata de una vocación a aceptar acríticamente la democracia del Estado burgués como el súmum, como un límite. Recuerden las reincidentes declaraciones de Schafik Handal que “su programa era la Constitución, toda la Constitución”. Claro, en esto se manifestaba un “contraataque” a las invectivas y acusaciones de la derecha sobre las intenciones antidemocráticas del FMLN. En esta actitud defensiva, pues no se trata de otra cosa, el FMLN fue paso a paso entregándosse al sistema y abandonando sus antiguas posiciones de clase. Funes ha venido simplemente a acelerar estos abondonos.
Voy a volver al decreto presidencial. Este decreto contiene tácitamente un derecho presidencial, pero por el otro lado encierra un abuso que se basa en una torcida interpretación del artículo 218 de la Constitución. Voy a poner aquí entero:
ARTICULO 218.- Los funcionarios y empleados públicos están al servicio del Estado y no de una fracción política determinada.No podrán prevalerse de sus cargos para hacer política partidista. El que lo haga será sancionado de conformidad con la ley.
Este artículo no prohibe a los funcionarios y empleados públicos participar en campañas electorales, ni tampoco hacer política partidista. Lo que se prohibe es “prevalerse de sus cargos”. Lo que hizo Saca, por ejemplo. Se trata de que un funcionario no puede prometer, ni debe obtener prebendas para sus votantes o para los que lo apoyen, haciendo uso de su cargo. La orden presidencial rebalsa el contenido de este artículo. Se trata pues de una sobreinterpretación. Es pues otro acto del despotismo presidencial.
El FMLN se ha aculado en una esquina del ring, por su oportunismo, por no haber hecho política de clase durante estos diecivueve años. Ellos se dedicaron de lleno al parlamentarismo burgués con los ojos cerrados y la cabeza gacha. Se dejaron imponer un candidato que no pertenece a su partido. Desde la campaña Funes los obligó a aceptar sus posiciones anti-venezolanas, su adhesión total a la política estadounidense, es decir, a la política imperialista. Aceptaron mantener la economía dolarizada, asimismo abandonaron la exigencia de abolir la ley de Amnistía. Todo esto lo hicieron cuando Funes aún era candidato. En ese momento, pudieron perfectamene detener sus pretenciones, exigiéndole que cumpliera con los principales lineamientos del partido al que había adherido para ser candidato. Todavía era tiempo, aún no era presidente. Pero la deriva derechista y oportunista ya había comenzado años antes. Esta derechización tiene profundas raíces en el pasado del PCS que ahora domina la dirección del FMLN.
En el discurso de los dirigentes y de los militantes del FMLN todavía hay residuos de la época en que pretendían transformar la realidad salvadoreña. Ahora han vuelto a los antiguos pretextos que usó el PCS para no entrar en la lucha armada de los años setenta y para participar en un golpe de Estado y otro tipo de intentonas putchistas. En un próximo artículo voy de nuevo a referirme a este aspecto de la política del FMLN de ahora.
Como se pueden cambiar los principios, la conciencia social,la dignidad la lucha revolucionaria, el FMLN de hoy es el de siempre mas evolucionado,mas grande, reconcido a nivel mundial principalmente por Gobiernos Revolucionarios,los opositores cada vez son menos,nacen grupitos que siempre tienen ha desaparecer,los criticos de los ex miembros y militantes del PCS, los que siempre han tenido, la bandera de la Revolucion en alto y estan al frente con el pueblo, no es de criticarlos es de admirarlos, por su entrega en las luchas sindicales estudiantiles en lo politico y militar y cada vez mas cerca del poder politico,para cumplir con el objetivo mas grande cumplirle a nuestro abnegado y querido pueblo.VIVA EL FMLN!!!
ResponderEliminarEL PRIMER COMENTARISTA ES EL TÍPICO FANÁTICO EFEMELENISTA: CERO ANÁLISIS Y MUCHA CONSIGNA.
ResponderEliminarEs demasiado aventurado lanzarse solamente contra el PCS, por rencorcillos personales ocurridos en la URRS.
ResponderEliminarEl FMLN FUE Y ES LA CONFORMACION DE DIFERENTES TENDENCIAS.
Aunque es cierto que la postura actual del frente debe ser colocada en la palestra de la critica, debe entenderse que no solo se refiere a uno de los grupos o porque son del Partido Comunista salvadoreño al cual se le achacan un monton de males actuales.
No Carlos, tambien Marcial cometio errores grandes en su propia epoca, cuando usted apenas estaba alla en la URRS, y las cuales usted ni siquiera ha publicado aca talvez por no saberlas, pero son cosas que aca no vamos a poner, para no denigrar la imagen de ese luchador, pero diremos que hay sectores hasta de indole religiosa, por eso tiene usted a gente de casi todos los 5 grupos que conformaron el FMLN, algunos se han tirado a la derecha como el caso de Villalobos y otros al centro como el caso de Guadalupe Martinez.
Agregada a estas 5 organizaciones, debe considerar que despues de los acuerdos de "paz" hasta gente de la democracia cristiana, policias y un monton de chinche y telepate se metio al frente; por eso no se puede culpar solo a un sector, hay de todo!
Estimado Anónimo :
ResponderEliminarMi intención no es de escusar a nadie, ni de acusar a nadie en particular. Me he referido a la actitud del PCS durante los setenta, pero puedo ir hasta los cincuenta y sesenta.
Desde hace ya tiempo no existen tendencias en el FMLN, si hay agrupamientos son por simpatías personales, pero de ninguna manera por afinidades ideológicas particulares. Esta situación acaba de ser ratificada por la última Conferencia Nacional. No obstante las personas de mayor influencia en la dirección del FMLN actual vienen del PCS. Esto es un hecho. Pero no me refería tanto a las personas, se trata de las posiciones.
Respecto a Cayetano Carpio: te aclaro que en los años setenta ya no vivía en Moscú. Por otro lado no comulgué cien por cien con los postulados de Carpio, aunque me parecieron adaptarse mejor que el de los otros líderes que se le oponían. Nunca estuve de acuerdo con el culto a la personalidad que existía en las filas de las FPL hacia él. Te puedo relatar que a inicios de los años ochenta me negué a traducir un folleto en el que Carpio narraba como se escapó con otros salvadoreños de un cercamiento que le hizo el Ejército. Lo hice pues me parecía una muestra del culto a la personalidad. Un panegírico a su gloria, una autoalabanza que nada aportaba al público francés sobre la lucha del pueblo salvadoreño contra la dictadura.
Pero Carpio fue un personaje importane en nuestra historia. Ocultarlo, como lo hacen los dirigentes del FMLN actual, es una actitud parecida a la de Stalin respecto a Trostki. Ocultan, cierran los ojos y oídos ante una verdad: el juez de Managua que presidió los debates del Tribunal que juzgó a los asesinos de Mélida Anaya Montes, declaró fuera de cargo a Carpio y declaró que no se había aportado ninguna prueba de su implicación en ese crimen. Esto es público, la sentencia existe.
Quiero aclarar que critiqué siempre la caricatura del marxismo que se practicaba en las FPL. También existía dogmatismo en las FPL y por mi parte lo rechacé. Pero este dogmatismo no era inherente, ni exclusivo a las FPL, lo compartían las otras organizaciones, en particular la gente del ERP. Te puedo seguir contando cosas, a vos, como a los otros lectores. Por ejemplo que miembros de las FPL me acusaron de ser miembro de los Servicios de Inteligencia de los Estados Unidos, debés saber que esta acusación entonces era muy peligrosa. La misma persona que está al origen de esta calumnia, en Moscú, propagó que yo era “pro-chino”, entonces ella era todavía miembro del PCS. Por muchas de estas cosas cesé mi colaboración con las FPL a inicios de los ochenta, antes, mucho antes del asesinato de Mélida y del “suicidio” de Carpio.
Te puedo agregar que el representante del PCS en París en aquellos años era el menos dogmático, el menos sectario. El vive ahora en San Salvador y guardo con él todavía relaciones de amistad.
Como ves, no se trata pues para mí de encontrar culpables, se trata de aportar un testimonio sobre nuestra historia. Allí se encuentras las raíces de nuestro presente, pero lo que cuenta sobre todo es el hoy, lo que está pasando ahora. No se trata pues de una simple estigmatización del PCS. Este dogmatismo es una consecuencia de nuestra pobreza cultural. Y esta pobreza cultural es la consecuencia de los gobiernos despóticos que nos han dominado y de su política económica y social en favor de la oligarquía. Pues este dogmatismo no es una excrecencia atrófica, el dogmatismo es parte de nuestra cultura, como la violencia, como el machismo y muchas otras atrofias sociales que padecemos.
Por lo general, mis propios comentarios aparecen con mi firma, esta vez misteriosamente no ha sido así. Soy pues, Carlos Abrego quien ha respondido.
ResponderEliminarMuy claro que lo del proselitismo pude usarse para realizar una casería de brujas.
ResponderEliminarEl proselitismo es el que hizo a Mauricio Funes llegar al poder, no confundamos eso con valerse de un cargo público para hacer campaña. Señor Presidente la lucha no se termina con usted en el poder, el partido debe continuar con la lucha despues de que usted termine su periodo no lo olvide
ResponderEliminarhttp://sportreligionpolitics.blogspot.com/2011/01/proselytism-mr-president-is-wrong.html