La vida se compone, entre otras cosas, por una sucesión de ciclos. Hoy es el último día del año, aunque de alguna manera la elección de este día precisamente es el producto de un acto arbitrario, el fruto de una convención. La tierra le ha dado una vuelta al sol. Mañana estaremos iniciando otra más. Y este fenómeno, tantas veces repetido, nos mueve a festejos, a cierto recogimiento, a expresarnos mutuamente parabienes y deseos de bienestar.
En realidad quisiéramos que estos deseos se cumplieran, no obstante el acto mágico, hiératico no depende de nuestra voluntad. Las cosas se cumplen obedeciendo circunstancias, preceptos precisos, leyes causales. De eso nos damos cuenta, pero a veces creemos con fervor que el azar puede tener la fuerza cósmica de imponerse. Es por eso que con toda sinceridad nos ponemos a soñar en un mundo mejor, lleno de felicidad y de alegrías. Por eso mismo, como para ayudarle al destino, tomamos resoluciones de enmienda, de cambios de actitudes.
La mayoría de salvadoreños vive una realidad dura, inclemente y para muchos hasta dolorosa. Un sentimiento de solidaridad no empuja siempre a pensar en esta gente que sufre, que no puede participar debidamente en estas pompas anuales. Cada familia adorna como puede su hogar para salir de lo cotidiano, de lo que se repite enojosamente, reproduciendo los pesares.
No es hora hoy para entristecernos más. Al contrario aprovechemos que en estos días el sentimiento fraterno nos empuja a festejos, a reconciliaciones, a reencuentros. Festejemos pues este año que entra. Esperemos también en esta ocasión que habrá cambios positivos en nuestras vidas, soñemos, imaginemos un mundo mejor.
Luego cuando la fiesta haya pasado y la cruda realidad nos alcance, entonces vendrá el tiempo de la reflexión, de la toma de conciecia de que los cambios comunes no van a llegar de arriba, nada cae del cielo. Nos será necesario entonces volver a la lucha, a sabiendas de que ella también forma parte de la vida. Que el mundo tal cual es no pertenece a ninguna fatalidad, la lucha es parte de las circunstancias.
Saludos, abrazos y los mejores deseos por que el 2011, el anio de las definiciones, le traiga paz, amor, el pisto necesario, pero más que nada salud!
ResponderEliminarDeseos sinceros del equipo del Blog El Trompudo para un intelectual y excelente companero bloguero, Carlos Abrego.
Saludos Fraternos!
Equipo del Blog El Trompudo
FELIZ AÑO NUEVO 2011
ResponderEliminarDON CARLOS ABREGO.
EL VANDELIUM
FELIZ 2011 Sr. Abrego...
ResponderEliminarMireya
(una lectora asidua de su blog. A propósito, muchas gracias por sus posts durante 2010)
“Esperemos también en esta ocasión que habrá cambios positivos en nuestras vidas, soñemos, imaginemos un mundo mejor.”
ResponderEliminarPero, ¿Qué significa soñar?
Soñar significa para el salvadoreño en las condiciones actuales, abstraerse de lo cotidiano y trasplantarse a un lugar idílico esperando lo que Usted dice: “”creemos con fervor que el azar puede tener la fuerza cósmica de imponerse.” Talvez por ese es que el negocio de la lotería es tan próspero en El Salvador.
Yo diría que si el pueblo salvadoreño desea soñar, deberá hacerlo con los ojos abiertos y puestos en un futuro inmediato que le ponga claro ante sí su necesidad de enfrentar la realidad que lo abate y lo sumerge en un estado socialmente desesperante.
Atentamente
Quijo-t
Don Carlos, creo que el companero Quijo-t no termino de leer su articulo asi que se lo pongo aqui para que lo lea y se de cuenta que su mensaje tambien implica luchar por lo que queremos y no solo esperar a que todo nos caiga del cielo: "Luego cuando la fiesta haya pasado y la cruda realidad nos alcance, entonces vendrá el tiempo de la reflexión, de la toma de conciecia de que los cambios comunes no van a llegar de arriba, nada cae del cielo. Nos será necesario entonces volver a la lucha, a sabiendas de que ella también forma parte de la vida. Que el mundo tal cual es no pertenece a ninguna fatalidad, la lucha es parte de las circunstancias."
ResponderEliminarGracias por todos sus analisis y esperamos continuar leyendolo durante el 2011.
Atentamente,
El estado verdadero de las cosas es la realidad, ni cruda ni benevolente. El problema es que para su beneficio un sistema social nos ha impuesto una fantasía, la cual ahora se nos revela que es una irrealidad para la mayoría, que ha sido sostenida por el consumismo, ofertas de sufrir ahora y gozar eternamente después. La paradoja se resolverá cuando tomemos conciencia de que es necesario hacer para lograr nuestro desarrollo humano y vivir en condiciones aceptables.
ResponderEliminarInicia un nuevo año y el tiempo no para de transitar.
necesidad de comprobar:)
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