Cuando alguien nos dice que “siempre ha habido ricos y pobres”, no lo hace para darnos una información; se trata por lo general de un argumento en contra de la posibilidad de un cambio social. Como lo hemos dicho antes, la fuerza de este argumento es que se funda en nuestra experiencia, en la experiencia de todas las generaciones que nos han precedido. Pero al mismo tiempo esta frase, este argumento, que en apariencia tiene el peso contundente de la evidencia, es arrastrado por postulados filosóficos que ignora la persona misma que la ha emitido.
Hemos visto que detrás de esta frase se esconde un postulado de la filosofía idealista, que niega los cambios y considera que el mundo es idéntico a sí mismo desde siempre. “Esto viene a significar, escribí en el artículo anterior, que la realidad, en su aspecto esencial, es inmóvil, eterna, que se encuentra afuera del alcance del movimiento de las cosas, que los movimientos sociales e históricos afectan únicamente la superficie del desarrollo de las sociedades y sus relaciones. Esto significa también que bajo el torbellino perpetuo de los acontecimientos se mantiene una naturaleza humana incambiable”.
Es por esta razón que algunos filósofos nos invitan a un rodeo, a darle la vuelta a la cosa pensada. La verdad no aparece directamente, si así fuera, ya lo han dicho otros antes, no habría necesidad de la ciencia.
No creo que haya que insistir sobre la utilidad del estudio de la filosofía. Gramsci decía que todos los hombres pueden ser filósofos a condición de que se les ayude a serlo. Pero esta ayuda no significa una simplificación, no se trata de esquematizar, no debe entenderse que haya que apartar el necesario esfuerzo de parte de quien estudia la filosofía, al contrario es menester prevenir que para encontrar agrado en la ocupación filosófica, hay que saber que se trata de un ejercicio mental al que no estamos acostumbrados, pero que “contribuye a la educación de la inteligencia, cualquiera que sea el fin que se proponga” (G. W. F. Hegel).
La sentencia “siempre ha habido ricos y pobres” es la expresión inconsciente de una ideología, de alguna manera hemos filosofado espontáneamente, sin darnos cuenta. Esto implica que estamos asumiendo un modo de pensar, que tal vez nos sea ajeno, que una vez puesto al desnudo, tal vez no nos convenga. Esta ideología espontánea es una conciencia inconsciente, que invierte las relaciones reales, se trata de una relación ilusoria de los hombres respecto a sus reales condiciones de existencia.
Algunos quizás dirán que de alguna manera esta “filosofía espontánea” no nos encadena a ningún sistema filosófico determinado, por consiguiente podemos decir que nuestro pensamiento se mueve libremente. Esto también es cierto sólo en apariencia, pues nuestra percepción espontánea de las realidades es siempre necesariamente limitada, parcial en el tiempo y en el espacio. Es decir si partimos únicamente de la experiencia tendemos a generalizar, a darle carácter de eterno a lo que es y sigue siendo particular y provisorio.
Agrego que estas interpretaciones de nuestra experiencia inmediata, las condimentamos con todas las ideas ya formadas que nos rodean y que al emerger del mundo tal cual está, ocultan necesariamente su movimiento, sus contradicciones y sus potencialidades. El famoso “sentido común”, las ideas recibidas, se nutren de ilusiones y nos incitan a conservar tal cual lo que existe.
Estas concepciones espontáneas tampoco son tan espontáneas, ni mucho menos inofensivas. Lo acabamos de decir nos invitan a conservar el mundo que nos rodea, a reproducirlo y nos infunden temores respecto a lo nuevo que adviene y a las ideas que innovan y que buscan las transformaciones.
Pensar con ideas hechas, en vez de ser una libertad, es una esclavitud, pues nos hace presa fáciles de todos aquellos que nos invitan a aceptar que otros piensen por nosotros, que nos inculcan miedo, resignación y que quieren privarnos del espíritu crítico.
Trataré, en las siguientes entregas de esta serie “Filosofar nuestra realidad”, de exponer algunos elementos que puedan servir de iniciación al pensar filosófico marxista. Se trata pues de algunos elementos de la dialéctica materialista, trataré de ser lo más claro posible, sin entrar algunas veces en detalles, sin embargo no voy a simplificar, ni a esquematizar. Por lo menos esa es mi intención. Por otro lado, debo expresar mi inquietud pues no tengo el hábito en estos asuntos. Por lo mismo, necesito de la participación activa de mis lectores. Voy a entablar un diálogo con ustedes.
Carlos Abrego
"Siempre ha habido ricos y pobres". Es frase evangélica oída y repetida desde cuando yo era parvulario en un pueblito arrinconado de zona paracentral salvadoreña.
ResponderEliminarAún teniendo 6 ó 7 añitos, esa frase golpeba mi cerebro y mi espíritu laico; pues yo no aceptaba, ni acepto, que los tres dioses en uno ---como cierto aceite lubricante en el mercado---, se hicieran del ojo pacho y ragalaran más bienes a los ricos, dejando en gradual abandono al resto, hasta llegar a mendicidad, y mendacidad de enriquecidos para justificar su poca, mediana o mucha fortuna.
Según crecía mi edad cronológica, anatómica y mental, hasta llegar y egresar graduado de "Universidad de El Salvador", ---no en Filosofía ni en Ciencias adláteres---, conocí y comprendí cuánto aquel anarquista francés del siglo XIX, Proudhon, dijo al respecto: "Todo bien terrenal obtenido más allá de lo básico para vivir con buena salud y descencia, ES ROBADO". Entonces, Don Carlos, más resto de acuciosos lectores suyos, cuando mencionemos la palabra "RICOS", califiquémosla con su adjetivo infaltable: LADRONES; porque, salvo uno en diez mil, TODOS LOS ENRIQUECIDOS O RICOS SON LADRONES; pues roban desde Ejidos y Realengos (1879), hasta hurtos en: pesas, medidas, volúmenes, calidades; estafas, atracos a mano armada, contrabandos, falsificaciones, narcotráfico, y, faltarían mil blogs más para terminar la ensarta.
Claro, esta mafia internacional de malhechores, inteligentes para hacer males, se ha apoderado de: medios de comunicación masiva (diablo dioy, perra trágica, el inmundo, kkmix, kl, tc-heces y más); de los 3 órganos o poderes del Estado (Colombia, EUA, México, Honduras, medio El Salvador con Guatemala y etc.); de su red proletaria de donde sacan: soldados, policías, sicarios, proxenetas, prostitutas/os, curas, pastores, tabernaculeros y más, indignos esclavos modernos por ser proletarios.
Por ello: Jehová, Jesucristo y Espíritu Santo, no podrán ser dioses o rectores en cuanto a conductas humanoides; pues, pasados 4 mil años del jehová sionista, y 2 mil del Jesucristo, humanos humanoides siguen creciendo en exponencias geométricas, per secula seculorum.
Chichipate Cañaverales.-
Esta serie de artículos está por demás interesante don Carlos. Gracias por darles la continuidad que merecen.
ResponderEliminarUn saludo
"a darle carácter de eterno a lo que es y sigue siendo particular y provisorio".
ResponderEliminarSi y solo si "provisorio" si nos atrevemos a cambiarlo, Carlos.