Juliette Drouet fue la amante de Victor Hugo. Según dicen algunos su más grande amor. No tengo otra palabra, pero desde la noche del 16 al 17 de febrero de 1833 que pudo haber sido una simple noche de pasada, se convirtió en una pasión que duró hasta la muerte de Juliette, el 11 de mayo de 1883. Durante esos cincuenta años mantuvieron una rica correspondencia. Su pasión de medio siglo tambien tuvo sus momentos de crisis. La editorial Fayard publicó en 2001 dos pequeños volúmenes que contienen una colección de cartas, el primero las de Hugo a Juliette, el otro las de Juliette a Hugo.
Antes de esa noche, Jean Gaudon, el editor de la correspondencia de Juliette, nos dice que a Juliette Drouet "Se le presta amantes en abundancia, jóvenes sin dinero que la sablean, príncipes rusos que la mantienen, dicen, con riquezas. Le ocurre vivir en una especie fastuocidad, con una escarcela vacía. Tiene un ropero de cortesana y deudas piramidales. Cuando contemplamos la litografía de Leon Noël, o que leamos el retrato que hizo de ella Teófilo Gautier, uno dice que esta devoradora de hombres no era muy hábil. Total, más bien una Becassine que Nana. La entrada de Victor Hugo va a cambiarlo todo".
He elegido una carta. Aquí está mi traducción. Alguna vez volveré con otra y quizá les hable entonces de su estilo y de su ortografía fantasiosa, que al parecer no lo era tanto en el siglo XIX.
Miércoles 10 ¾ de la noche.
[Noviembre de 1834]
Mi querido muy amado he aquí una carta muy corta por la forma y muy larga por el fondo, pues contendrá todos mis sentimientos, todo mi corazón. Te quiero te quiero te quiero te quiero y es todo. No es muy cansador para el espíritu y es muy dulce para el corazón – te quiero.
Mi adorado me has hecho muy feliz, a veces doblemente feliz pues compartías mi felicidad. No obstante tengo un sentimiento de tristeza y de inquietud que no me deja casi nunca que quisiera ocultártelo siempre, pero esta noche desborda mi pecho, es necesario que te lo muestre. Tengo miedo de ser para siempre una pobre chica. Tengo miedo de que esta inacción en la que vivo desde hace un año acabe en mi ruina ya iniciada por el fracaso de Marie Tudor. Tengo miedo de que tu aparente tranquilidad en lo que concierne a mi carrera dramática no sea considerada como la más formal confesión que no puedo aspirar a un futuro en mi oficio.
Tu posición y la mía vuelven estos temores en verdaderos tormentos que me obsesiona noche y día, que cambian la naturaleza de mi carácter, que destruyen mi coraje y me quitan toda confianza en la duración de nuestra felicidad. Quisiera estar segura que mis temores son solamente meros temores y entonces retomaría mi alegría y mi resignación con las dos manos. Pero...¿quién va decirme la verdad sobre el tema? ¿Tu te atreverás? Te ruego de rodillas dime la verdad nada más que la verdad cualquiera que sea, que sepa al menos donde estoy en lo que toca mi futuro, que sepa de manera segura lo que piensas de mí. Te pido tu opinión en toda consciencia, te la pido con las manos juntas. Prefiero la certidumbre de mi ruina que la duda. Así pues no te andes con contemplaciones.
He aquí una carta muy corta por la forma, decía al empezar porque mi intención era terminarla en te quiero. Pero fui arrastrada por la necesidad de abrirte mi corazón, por dejar escaparse mi aflicción y el desaliento que me devoran desde hace tiempo. Perdona mi flaqueza. Hubiera debido esperar a que ya no estés tan ocupado, pero no lo pude. Perdóname por el amor que tengo por tí.
El temor es también parte del amor más apasionado y más delicado. Es muy cierto.
Juliette
Marie Tudor es una pieza de Victor Hugo que se estrenó el 7 de noviembre de 1833. La crítica fue muy cruel con Juliette. Al día siguiente fue remplazada por otra actriz. Victor Hugo intervino en la prensa en su defensa, pero esto fue en vano.
Gracias por compartir esta historia! Y qué interesante que es espiar en la intimidad de las personas, más si son famosas y ya han muerto ¿no? ¿Por qué será?
ResponderEliminar¡Ay! Marianita, no sabés lo que me ha costado siempre decidirme a leer cartas ajenas. Incluso estas, tenía los libritos desde el 2001 y aún no los había leído.
ResponderEliminarPero luego una vez que empecé me fui metiendo y me parece que uno puede abstraerse un poco y olvidarse que detrás de estas cartas hay gente de carne y hueso.
Pero esta y otras cartas de Juliette Drouet me han gustado, ella tal vez no tenga el gran estilo del escritor, pero me llegan más sus cartas que las de él.
Pero leyendo las cartas de Lily Brik y su hermana Elsa Triolet me enteré de muchas cosas interesantes de los años antes de la Segunda Guerra Mundial. Y de la vida de V. Mayakovski y de Louis Aragon. Y de algunos aspectos de la vida cotidiana tanto en París, como en Moscú de los años veinte y treinta.
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ResponderEliminarEl comentario anterior lo he suprimido aquí para transferirlo a los comentarios que se han hecho a mi artículo "El sistema me aprovechó".
ResponderEliminarEs interesante ver la desesperación tan bien plasmada en las cartas de Juliette.
ResponderEliminarEs tan difícil aceptar que asistimos a este tipo de eventos con morbo primero, y casi con deleite después, pero la verdad es que las vidas de los genios son siempre de interés.
Gracias don Carlos, por compartir con nosotros.
Saludos
Pushica esa julieta estaba bien triste, creo que necesitaba un poco de ternura.
ResponderEliminarMire don Calín, usted debe poner el nombre de Santa ana y de el Jalvador en alto, debe de darle todo el amor a las francesitas. Si quiere le mando unas Testitón -las del gallito- o algunas Neurobión, reforzadas con Zampolión, para que se le suban los ánimos, va-a!
Así, cuando sea la hora de los toques con esas franchutas, se le salga el grito de Fas tu puedes!
Va pué, ay nos vidrios!
amo esta historia desde siempre!!!
ResponderEliminarme parece una historia maravillosa , compre un libro llamado por medio d ela presente , son cartas de personajes famosos y le de ella y sus cartas de amor me parecieron facinante nueve cartas al dia .........
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