Antes de seguir, es necesario que aclaremos algunos aspectos de lo que
hemos escrito precedentemente sobre la unidad
y la identidad de los contrarios.
Sobre la unidad no creo que sean muchos los que no vean claramente que al decir
“abajo” obligatoriamente pensamos en “arriba”, pues sin este segundo término el
primero no significaría nada. Lo mismo podemos decir de los polos de un imán,
ambos se suponen y son dos en uno. Con esto queda demostrado uno de los límites
del principio de no contradicción, no obstante existe el otro momento, ¿son
realmente idénticos? Es decir ¿son idénticos o son lo mismo en el mismo orden, en
el mismo respecto?
Veamos esto de más cerca, alto y bajo son dos lados de lo mismo, son una
pareja, pero son dos cosas diferentes, alto no es lo bajo y viceversa. Nadie va
a aceptar que son idénticos, son diferentes. Hay un solo imán pero dos polos
diferentes. No se puede decir que son dos y uno al mismo tiempo y en el mismo
respecto. Esto lo podemos decir sobre todos los ejemplos que hemos puesto en lo
que precede: ninguno de los contrarios es idéntico en la misma relación, en
el mismo orden.
Podemos aceptar que el fósil tenga las mismas características que el todo
del animal al que perteneció, podemos deducir el todo, pero no
podemos decir que son idénticos, que son la misma cosa. Son diferentes. Pero
pensar dialécticamente no consiste en negar las diferencias de los contrarios.
Los contrarios no son la misma cosa,
sino que son el mismo respecto, la misma relación y es en este sentido que
estos diferentes son idénticos. El
pensar dialéctico pone en evidencia la profunda falsedad de considerar los
contrarios como dos cosas que se
pueden pensar por separado: lo alto por un lado y lo bajo por el otro, lo
verdadero por un lado y la falso por el otro, mientras que ellos son el mismo
respecto, la misma relación, una misma relación con dos polos: la relación de
posición, alto y bajo, la relación gnoseológica, verdadero y falso. Son pues
dos en uno.
Esto manifiesta al principio aristotélico de la identidad como un momento
necesario, pero al mismo tiempo un momento provisorio del pensar que debe de
ser superado por el principio dialéctico
de identidad-diferencia, por ende
también de una contradicción válida entre dos términos que han sido rigurosa y
previamente definidos de manera no
contradictoria. Esto último significa que la dialéctica no suprime la
lógica formal, sino que la supera,
podemos considerar la dialéctica como las matemáticas superiores respecto a la aritmética
que es la lógica clásica.
La lógica formal no toma en cuenta el momento dialéctico, lo que la condena
a dejar afuera de su alcance pensar las relaciones y los procesos, es decir
la realidad viva del mundo que nos circunda. La lógica formal es incapaz de
explicar en qué consiste una síntesis en la que es evidente que dos forman uno.
Los enemigos de la dialéctica, los que se oponen a ella incluso sin haberla
leído seriamente, sin haber estudiado a Hegel con el merecido y necesario
detenimiento, lo acusan que pretende el absurdo, de que los contrarios son una misma cosa, mientras que todo el
trabajo hegeliano ha consistido en mostrar, en hacer entender que los
contrarios en nada son una cosa, sino
que precisamente una relación. Es
esto lo que resulta imposible pensar, cuando uno se empecina en despedazar el
mundo en partículas separadas e inmóviles.
Puede ser el Método Dialectico, un metodo didactico para hacer las veces de un mecanismo de Lógica formal o argumentativa. Lo que no puede ser... es una Ciencia. La dialéctica como la mayeutica, la retorica, el sofisma, son partes del discurso en que puede descomponerse las artes discursivas y oratoricas...
ResponderEliminarLa contrtadicción de la dialéctica no es exclusiva de este metodo, Alain Touraine, aborda las contradicciones del sujeto... en fin son muchas las posiciones y teorías que abordan el binomio o las triadas epistemológicas, pero eso no las hace ni más científicas ni menos serias, solo muestran que se pueden descomponer en su lexicalidad misma... como el Poder en Foucoult.
No es que la dialéctica haga las veces de la lógica formal, sino que se trata de otra cosa totalmente distinta: poder pensar los procesos, las relaciones. La dialéctica, es cierto no es una ciencia, ni realmente lo pretende. En esto ha habido un malentendido, en los inicios del siglo XIX el concepto de ciencia abarcaba mucho más de lo que abarca ahora. Como lo sabés los conceptos también tienen su historia.
ResponderEliminarEn los uno de los párrafos iniciales de su "Enciclopedia" Hegel hace un recuento de lo que en esos momentos se le llama filosofía, hay de todo: técnicas de confeccionar aparatos, estudios de biología, etc. Ahora mismo algunos comentaristas deportivos le llaman al estilo de juego de algunos equipos, "su filosofía de juego".
Si Touraine aborda contradicciones habría que demostrar en qué consisten esas contradicciones, si verdaderamente se trata de contradicciones dialécticas y cómo se resuelven. La dialéctica es una lógica.
La cuestión no es ser o no ser serio, sino demostrar la racionalidad del pensar dialéctico. Por otro lado si se tratara solamente de descomponer en su lexicalidad no serviría para nada. Se trata también de un método para conocer la realidad en su movimiento, la vida misma del mundo.
En otras palabras, el método, Enrique Trigueros.
ResponderEliminarLa dialéctica es un método con el cual se puede abordar el conocimiento científico y las investigaciones.
No se trata de caer en las trampas de quién fue primero,si el huevo o la gallina, dejando en el olvido las tesis evolutivas. Los que no entienden la ciencia y la repiten como poesía, creen que la contradicción entre huevo y gallina no tiene solución. Para un científico y la lógica dialéctica, el problema es simple: el huevo lo puso un animal que no era gallina, es decir, fue una mutación lograda.
En ese sentido, considero que el aporte de Carlos es bueno.