Manuel Elías - Rolando Elías
La
muestra es un recorrido por un periodo de la historia del arte salvadoreño, a
través de la sempiterna conversación cómplice entre los hermanos Elías, sus
voces plasmadas en la obra pictórica de Manuel y en los poemas de Rolando. Una
oportunidad de explorar y descubrir la obra de estos dos artistas, y del tiempo
y espacio en el cual existieron y crearon.
A
través de su creación artística y de los testimonios de sus amigos, colegas,
artistas contemporáneos, quienes nos cuentan anécdotas, historias de la década
de los 60’- 70’, en la cual se departía en un ambiente al estilo de los
movimientos artísticos europeos, en los cafés de Paris, Viena, Praga… y en los
cafés y bares del centro del viejo San Salvador: Skandia, Lutecia,
Central, Alcázar, Bella Nápoles… un
centro de actividad artístico, intelectual, delimitado entre la plaza Morazán,
y la Plaza Libertad.
Ambos
artistas compartían la cualidad de ser observadores agudos de la realidad, en silencio y reservados, ser un observador
requiere circunspección y estar fuera del protagonismo, de la luz de
candilejas.
La
búsqueda en Manuel de la perfección estética es patente en la ejecución de las
diferentes técnicas que explora:
acuarela, dibujo, pintura, escultura; experimentando con diversos materiales:
piedra, madera, oléo, acrílico, tinta, y explorando el tratamiento de temas
diversos: bodegones, paisajes, abstractos,
retratos, desnudos, flores, jardines, incluso en el diseño de muebles y
artesanías.
Paralelamente
a su preocupación estética en las artes plásticas, en admiración por su
hermano, simbióticamente, escribe y
publica historias, cuentos, critica artística, revistas, y se autodenomina
“escribidor”.
Consistente
con su carácter reservado, retador, escribe, y a veces firma sus cuadros bajo
seudónimos, con Rolando compartiendo el
misterio: Juan Caminos, Genaro Rojas, Domingo Urbano, y otros más…
Su
compromiso y comunión con la vida de artista se manifiesta en su “activismo”
por el
arte y la cultura con la creación de galerías y centros culturales como la
”Galería Centro” y
“La Rendija”, en donde promueve y exhibe muestras de sus colegas
artistas, conversatorios, lecturas de
poemas, presentación de escritores, música, etc. Además tomando parte en la
formación de movimientos artísticos desde “Manchanueva” hasta la “Real Orden de
los locos de octubre”.
Los
hermanos comparten trazos de carácter y temperamento: discretos, reservados,
huraños. Y entretienen entre ellos una relación de simbiosis artística, de complicidad creativa.
Rolando,
periodista en los mayores periódicos nacionales, escribe columnas, notas periodísticas, artículos y comentarios
sobre arte. Pero es en la escritura de sus ensayos y poemas que excele su
sensibilidad y espiritualidad: en su colección de poemas “Cantata de mayo” en
donde nos da testimonio de la revelación de Dios en la naturaleza. En los
sonetos “de la rosa en la guerra” de su obra “La celebración de la rosa”, nos
aporta otro rostro de la realidad transfigurada por la emoción . En su
“Homenaje a Fray Luis de León” ahonda en la atmósfera de su temperamento
místico, y como varios pensadores místicos, aporta nuevos aspectos a la verdad,
porque vislumbra su rostro desde diferentes ángulos. Remarcable es el hecho que
escribió estos sonetos en plena guerra. Cabe citar a Octavio Paz: “la misión de
la poesía es sacar a luz lo que está oculto en los pliegues del tiempo”.
Con
esta Retrospectiva se consuma un doble objetivo, cumplir con la misión de ofrecer arte y cultura al publico
salvadoreño, y apoyar el proceso de recuperar y salvaguardar la historia del
arte en El Salvador.
Krishna Manuel Elías
Marlene Velasco-Bégué
Curadores
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