Ya hace algunos meses, los antimotines salvadoreños tuvieron algunos cursillos de métodos represivos, que les impartieron expertos intructores de uno de los aparatos represivos europeos de peor reputación, las CRS de Francia (Compañías Republicanas de Seguridad). Este aparato represivo lo utilizan los gobiernos franceses contra huelguistas, manifestantes y protestatarios. No se trata de un organismo de lucha contra la criminalidad, ni contra la droga, es un aparato exclusivamente represivo anti-popular. Sus actuaciones son brutales, su reputación es internacional. Incluso la ex-ministra del Interior (que tuvo que renunciar por sus declaraciones y por su estadía en Tunez, durante las manifestaciones anti-Ben-Ali), Michèle Alliot-Marie, se las propuso al dictador tunecino, alabando la reputación mundial de la pericia de los CRS. Dos semanas después el amigo de Francia se converitó para todos en un dictador.
¿El gobierno de Funes/FMLN necesita de instructores franceses para reprimir a manifestantes salvadoreños? Es muy posible que aleguen los ministros actuales que eran ya acuerdos de Estado concertados por el gobierno anterior. Digo que es muy posible, pero tal vez ni eso. Lo que esto significa es que entre los gobiernos de ARENA y del actual no ha habido ruptura en la concepción represiva de los antimotines de la PNC. La militarización sigue campante y tal vez se agrava, pues ahora al Ejército se le ha encargado tareas de Policía, a la que no están preparado.
El ministro Hugo Martínez realizó una visita a Israel, en los momentos en que los países árabes viven sobresaltos sociales y el principal aliado de Israel en la región cayó desplomado por la pujanza de las manifestaciones populares, me refiero a Mubarak. La visita tiene lugar cuando los gobiernos de Sudamérica, siguiendo el ejemplo de Brasil, reconocen al Estado Palestino, marcando cada vez más el aislamiento del régimen sionista.
El régimen de Israel es el mismo que perpetró las masacres masivas, con bombardeos y una ofensiva terrestre, en Gaza. Los detalles todos los conocemos, conmovieron al mundo entero, fueron condenados y reprobados por todos los pueblos del mundo. Israel sigue ocupando territorios de otros países, a pesar de todas las resoluciones de las Naciones Unidas. Israel sigue anexando tierras, sigue la construcción de colonias, contraviniendo la Convención de Ginebra y otras resoluciones y protestaciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Todos los días el Ejército de ocupación viola los derechos humanos de los palestinos, confisca tierras, casas, destruye cosechas, habitaciones. Todos los días los palestinos tienen que sufrir en su tierra registros y controles de identidad para poder desplazarse en sus propios pueblos.
El Ejército israelí goza de prestigio como uno de los mejor armados del mundo. La policía israelí como una de las más eficaces. Sus servicios de espionaje también gozan de prestigio internacional. Su técnica represiva es puesta en práctica a diario dentro de Israel, como en los territorios ocupados de Cisjordania. Esta técnica represiva de control de poblaciones sirve de modelo y es una de las principales mercancías de exportación del régimen racista de Israel. Anoto que en Israel la tortura es legal.
El ministro efemelenista, Hugo Martínez, nos anuncia sin tapujos, ni disimulos que el director de la Agencia Israelí de Cooperación Internacional para América Latina, Yoel Barnea visitará el país. Además agrega que “está previsto que el funcionario israelí se entreviste con miembros del Gabinete de Seguridad, autoridades del Ministerio de Agricultura y de instituciones vinculadas con el apoyo a la mujer.
El gobierno actual de El Salvador sigue en todo los pasos de sus predecesores, sigue la herencia entreguista y sumisa, sin voz propia, ni autónoma. Se apoya al gobierno del apartheid anti-palestino, a un Estado agresor y ocupante. Y de seguro se firmará con este Estado algunos contratos para instructores en su especialidad represiva. ¿Nos aconsejarán legalizar la tortura?
Para “equilibrar” el ministro Martínez agregó que el representante palestino ante la ONU, Riyad Mansour también visitará a nuestro país.
Y Usted que piensa que debe hacer el Estado ante disturbios, tomas violentas de calles y edificios, violación de los derechos de los ciudadanos por otros ciudadanos?
ResponderEliminarSe debe garantizar el derecho a la libre manifestación pero tambien se deben controlar, o Usted tambien es de los que piensan que cuando los que se manifiestan representan sus ideas son intocables pero cuando se manifiestan otros hay que darles macana y carcel?
Cualquier país democrático tiene un cuerpo represivo, no todo puede ser preventivo, claro, Usted vive en un ambiente más controlado, pero por estos lares hasta los mareros se manifiestan, destruyendo o dañando propiedad privada (espero que no me diga que eso no importa, porque piensa que cualquier propiedad privada ha sido obtenida por medios corruptos) impidiendo el libre tránsito y atemorizando a los demás.
No creo que debamos para controlar y canalizar una manifestación recurrir a los peores métodos de represión. Te equivocás, en Europa la represión puede ser tan o más brutal que la que se practica en América Latina. Y donde vivo, es cierto que no hay maras, pero si pandillas, disturbios, etc.
ResponderEliminarPero eso no se resuelve con matraca.
Pero el problema que veo en El Salvador, con mucha gente de El Salvador, que piensan que una manifestación ya es violencia, que piensan que una toma es siempre injustificada. Ni siquiera se informan de los motivos, de las causas. Les interesa solo su comodidad, sin vidita sin sobresaltos.
No se dan cuenta de la violencia institucionalizada, el hambre, el desempleo, la discriminación social, etc. Esta violencia es diaria, es constante, es la que que engendra y provoca a la otra.