Con motivo de la Cuarta Conferencia sobre las maras han llegado a El Salvador periodistas de diferentes medios de comunicación. Hubo hoy un pequeño reportaje sobre la importación de maiz desde Estados Unidos, este reportaje salió en Eurovisión. En el noticiero de otra cadena M6 se mencionó a El Salvador como uno de los países donde los productos de la canasta básica se han disparado. El periodista dijo que no sería raro si en nuestro país se produjeran levantamientos de la población conta la carestía y la falta de alimentos.
El diario Le Figaro publicó un artículo el día de hoy, les pongo aquí una traducción que he hecho de manera un poco apresurada. Les pido disculpas por los galicismos que de seguro se han colado.
Las bandas de las maras : la pesadilla de la policía salvadoreña.
Todas las policías de la Región están reunidas hasta el día de mañana para coordinar la lucha contra las bandas criminales.
San Salvador
Equipados de cascos y de chalecos antibalas, una treintena de hombres se han desplegado en la calle principal de La Campanera, uno de los innumerables barrios periféricos que rodean San Salvador. Armas automáticas colgadas de los hombros, el grupo de élite se mete en un estrecho pasaje y se detiene frente al objetivo, una casita con barrotes en todas las ventanas.
Ya es pasada medianoche, la captura va a durar algunos minutos: la puerta es derribada a arietazos, la policía inmoviliza en el suelo a un hombre sin camisa, el que visiblemente se acaba de levantarse de la cama. "La justicia lo reclama por homicidio en el estadio de La Campanera y por asociación criminal... es un miembro activo de la M18" afirma el fiscal que se protege con un pasamontañas.
La Campanera es el feudo del Viejo Lin, alias la "bestia", jefe nacional de la M18. Del otro lado de la carretera, La Margarita, al contrario, es un bastión de la MS, la banda rival. Las maras, bandas de jóvenes tatuados, se han convertido en la pesadilla de El Salvador, de Guatemala y de Honduras. Surgidas en los barrios de inmigrantes de Los Angeles, estas bandas se desarrollaron en los años 1990 en América Central, gracias a las expulsión de clandestinos llevadas a cabo por las autoridades estadounidenses. Al organizar el tráfico de drogas o las extorsiones de comerciantes, sus luchas de territorios han contribuido asimismo a alzar los homicidios a niveles records.
Desde 2003, El Salvador decidió atacar de frente este fenómeno implicando a los militares. Arrestados por el simple hecho de andar tatuados, los mareros eran rápidamente dejados libres por falta de pruebas. Hoy la estrategia de las autoridades ha cambiado. Casi todas las semanas, centenas de policías son movilizados para operaciones masivas, como la que acaba de llevarse a cabo simultáneamente en La Campanera y en los otros barrios alrededor.
"Cortada con una sierra"
Los doce hombres y mujeres que fueron capturados esta noche han sido expuestos en una plaza pública, sin camisas, los tatuajes en evidencia, ante las cámaras. Una madre que ha seguido el cortejo policial, llora en silencio por su hijo amarrado con esposas: "No es un marero, vende aves y quesos en el mercado" solloza. Para José Luis Tobar, director adjunto de la policía salvadoreña, no obstante todos los sospechosos están ligados a cinco homicidios. "Tenemos el caso Nena, una muchacha cortada con una sierra y su cuerpo se encontró en un río... Era la amiga del Viejo Lin, pero él la castigó porque daba informaciones a la mara rival. Está también el caso Silvia, un asesinato planeado por veinticinco mareros..."
Este trabajo de investigación profundizada, afirman las autoridades, ha dado ya sus frutos: 5 000 mareros ha sido ya puestos detrás de las rejas y el número diario de homicidios, que se había disparado hasta once por día, ha bajado a nueve. La lucha anti-maras es organizada a nivel continental como lo muestra la 4° Convención organizada en El Salvador hasta el 10 de abril con la participación de policías venidos de América Central, donde habrían 100 000 mareros, de México (5 000) y de los Estados Unidos (30 000).
Pero para las asociaciones que trabajan con los mareros, o para los sociólogos que intentan comprender el fenómeno, esta represión sigue siendo totalmente ineficaz. Las maras, en respuesta, han radicalizado sus acciones, al mismo tiempo que han cambiado su aspecto: los tatuajes y las vestimentas que imitaban los vídeos musicales norteamericanos, se han cambiado por una apariencia más sobria. En cuanto a la justicia, sigue siendo tan ineficaz: "En 2006, se le presentaron 105 200 casos... que terminaron apenas en 1 894 condenas, nos recuerda la abogada Claudia Hernández, quien trabaja para el IDHUCA. "El hecho que la policía disponga de listas de gente para arrestar no quiere decir que la investigación ha sido llevada seriamente".
Un informe financiado por las Naciones Unidas y que se publicó en enero en Tegucigalpa, Honduras, sostiene que "las estrategias represivas como La Mano Dura en Guatemala o en El Salvador y Tolerancia Cero en Honduras" han fracasado en el intento de controlar un fenómeno ante todo social, los mareros provienen de familias pobres, sin acceso a los servicios públicos y desarticulados por la migración masiva hacia los Estados Unidos.
Fréderic Faux (Le Figaro, miércoles 9 de abril de 2008).
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