Cuando
los legisladores votaron la Constitución y fijaron dogmáticamente
como sistema económico del país el basado en la propiedad privada
de los medios de producción y de ribete volvieron de alguna manera
irreformable la Constitución, les estaban preparando al liberalismo
y a su variante más reciente el neo-liberalismo un asidero legal e
ideológico. En este sentido, cuando Schafik Handal y con él todo el
FMLN repetía que aceptaban y respetarían “la Constitución, toda
la Constitución” estaban profiriendo profesiones de fe
neo-liberales. Handal sabía perfectamente el sentido de lo que
repitió mil y una vez durante su campaña presidencial, ARENA y los
miembros de la ANEP también lo sabían. Y esto venía de alguna
manera a sellar con broche de oro su victoria ideológica. Vanas,
fútiles e inútiles se volvieron cualesquiera alegaciones de
inmediatas o remotas veleidades “socialistas”. Y tan inanes
resultaban que apenas se trataba de mantener viva la llamita
nostálgica de antiguos deseos.
Funes
vino a dar al traste con esa nostalgia y llevó adelante una política
liberal salpicada de medidas que se acostumbra a llamar “sociales”.
Sánchez Cerén además de entonar un himno a la gloria de los
“emprendedores” durante la campaña electoral no cambió ni una
jota a lo que ya venía haciendo Funes. Ortiz en el último año
tampoco varió de conducta.
Del
liberalismo abierto y descarado de los gobiernos de ARENA pasamos
hacia el liberalismo vergonzante del FMLN, ahora al parecer
volveremos a un liberalismo declarado y asumido por el nuevo equipo,
que es lo que se puede entender después del pasaje de Nayib Bukele
por el “tanque de pensamiento” Heritage Fondation, declarando
asumir los pilares de
la fe neo-liberal.
No es por mera casualidad, ni por
antojo que he usado estas dos palabras que hacen referencia a la
religión, existen los siete pilares del Islam y la fe en que su
ideología describe la realidad del mundo existente. Los ideólogos
neo-liberales han decretado muchas muertes, en primer lugar la muerte
de las ideologías, es cierto también que los ideólogos
neo-liberales proclaman cíclicos anuncios de la muerte de Marx y de
su doctrina, la desaparición real de la izquierda y de la derecha,
etc. La muerte de las ideologías les sirve para presentar la suya
como una verdad científica y que imponen como una concepción de
mundo para toda la sociedad. No es el momento, ni el lugar para
exponer por qué no cuaja llamar a los estudios de Marx, doctrina, ni
filosofía, ello requiere mucho espacio y harto trabajo y paciencia.
Es forzoso reconocer que el credo
liberal tiene su eficiencia sobre las actitudes, las representaciones
y prácticas de las masas explotadas y dominadas, cuyo interés
reside en que su propia situación cambie y que sin embargo conservan
esquemas de pensamiento y modelos de conducta producidos por el
capitalismo y que han sido teorizados por el neo-liberalismo. El
pensamiento neo-liberal se ha apoderado del imaginario de toda
la sociedad logrando anestesiar el pensamiento crítico, privándolo
de una actitud imaginativa: se nos vuelve imposible pensar que otro
mundo es posible en esta tierra, sobre todo no nos atrevemos a
vislumbrar, ni logramos confeccionar las imágenes de ese otro mundo
posible y anhelado.
La noción de imaginario al
que aludo se puede acercar o mejor dicho comparar y deducir del
desarrollo que hace Antonio Gramsci del concepto “concepción del
mundo” en “Cuadernos de la Cárcel”. En el cuaderno 11
generalmente llamado “Anti-Bujarin”, Gramsci anotó antes
algunos apuntes que tienen por título “Apuntes para una
introducción y una iniciación en el estudio de la filosofía y de
la historia de la cultura”. El sardo parte de la noción marxiana
de “formas ideológicas”. Estas “formas“ terminan
manifestándose como verdaderas ilusiones, como fantasmas, imágenes.
El mayor y más grave espejismo consiste en ver la realidad social
como fenómenos naturales, como eternos e inmutables, fuera de la
historia. Muchas de estas imágenes se forman de manera espontanea y
que compartimos todos casi desde la infancia.
Pero existen otras imágenes que
conforman concepciones del mundo orgánicos que organizan a las masas
persuadiéndolas a que acepten ciertas formas de vida y ciertos
horizontes de significación, se organizan en “aparatos orgánicos”
que unen al Estado y a la sociedad y que forman el cimiento más
íntimo. “El imaginario se vuelve religión de la vida cotidiana y
constituye un mundo de sentido, un horizonte de prácticas, bajo las
cuales se constituye la hegemonía de un grupo social capaz de
universalización de sus objetivos” (André Tosel, Essai pour une
culture du futur”, París, 2014, p. 54; la traducción es mía).
Estas concepciones de mundo se tornan
dominantes respecto a los grupos dominados que no tienen la capacidad
de oponerse a ellas y elaborar sus propias concepciones de mundo. La
concepción de mundo que ejerce en nuestro país una dominación casi
sin rival son las doctrinas neo-liberales. El imaginario neo-liberal
se presenta como una concepción de mundo que tiene las pretensiones
de ponerse como ley sin ley y que apela a la identificación de los
individuos a sus prescripciones y a sus normas, que se supone definen
lo real, la visión neo-liberal no se acepta como una ideología y
quiere imponerse como lectura única de lo real histórico.
La presunción científica del
neo-liberalismo lo lleva a erigirse en racionalidad y dispensarse de
todo imaginario. El neo-liberalismo se presenta como la continuación
radical del movimiento de la Ilustración liberal mientras que se da
como tarea prioritaria de rebajar la dimensión emancipadora de la
Ilustración hacia el sentido solo de la libertad de emprender. Se
trata de un imaginario de una racionalidad supuesta y ficticia,
aunque muy eficiente. La libertad de emprender se ofrece como una
imagen única y exclusiva de la socialización que funciona bajo el
juego de la concurrencia en el mercado de las empresas y se dota de
un Estado en conformidad. Se piensa como una racionalidad exclusiva
que se pretende juez de toda racionalidad alternativa. La libertad
igual se define exclusivamente en el campo de la propiedad privada
empresarial y le quita, le rechaza cualquier fundamento racional a la
fraternidad y a la competencia democrática de los humildes
incompetentes. La ideología neo-liberal introduce una disyunción
irreversible respecto a la libertad ético-política del liberalismo.
La voluntad de darle continuación al liberalismo se vuelve reforma,
una refundición y una relegación del mismo. Nada debe estorbar la
institución permanente de esta libertad empresarial que se ha vuelto
autoreferente, sin más límite que su reproducción ampliada y su
éxito.
El neo-liberalismo se pone como una
deconstrucción de los valores aún trascendentales supuestos limitar
y definir la libertad; se presenta como una voluntad anti-metafísica
y sobre todo toma el rumbo del movimiento que caracteriza la
plasticidad humana. Se toma como fundación de sí misma
autoreferente que rechaza cualquier fundamento que no sea él mismo
(el neo-liberalismo), que se trate de Dios, del derecho natural
antiguo o incluso el derecho natural moderno, si este último se
refiera a una voluntad colectiva contractualmente regulada o a la
misma república. La libertad de emprender resultaría un ideal
racional que se está realizando. (Sigue).
Me ha interesado la idea del neoliberalismo y su relación con las ideas de la ilustración. Gracias Carlos por el esfuerzo de ofrecer luz en esta coyuntura.
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