El texto que sigue es un
comentario que he publicado en un foro de salvadoreños sobre un texto de Leonardo Boff.
Como suele suceder en este tipo de foros, la discusión se queda renca porque no
se discute el texto en su totalidad, sino que una frase que a veces ni siquiera
se ha entendido. Este fue el caso, espero
que mi comentario les dé una visión general del asunto: se trata de los
criterios diferentes entre el “vivir mejor” y el “buen vivir”:
Hay algo muy paradójico en el
tratamiento de este tema, pues se habla de algo sumamente subjetivo, individual
y se le da características de alcance social. Es posible que
los cubanos que quieren irse a los Estados Unidos no compartan con Leonardo
Boff la misma apreciación sobre el buen vivir, sino que desean consumir y
consumir, de seguro se figuran que todos los estadounidenses viven en el lujo,
que todos viven en mansiones y que como en las películas de Hollywood nunca
tienen preocupaciones materiales. Tampoco creo que los salvadoreños piensen que
van a ir a trabajar en los oficios que los gringos no aceptan, que ya no hacen
porque los encuentran denigrantes para ellos. Tampoco creo que en lo primero
que piensen es en que la visión dominante hacia ellos, hacia los
"hispanos", como los gringos han impuesto llamarlos, sea sobre todo
despectiva, despreciativa.
La humanidad necesita no sólo
para cada individuo, sino para la humanidad tomada en su conjunto, nuevos
criterios de vida. Los que prevalecen ahora del consumismo, que deja a la
mayoría en total frustración, pues son pocos los que tienen para consumir hasta
el hartazgo e incluso hay quienes han acumulado tantas riquezas que no les
alcanza el tiempo de vida para gozar de su fortuna. Los otros consumen
productos que no realizan la felicidad que les ofrece la publicidad, que no
tienen ese embrujo con que los pintan en los spots de la tv. Algunos tienen un
lapso de vida corto, mucho más corto de lo imaginado. En el país, nuestro país,
que es tan pobre, que produce menos de lo que necesita y que este hecho se
presenta como si consumiera en demasía. Entonces algunos concluyen que el
consumismo es la principal enfermedad social de la que sufrimos, cuando en
realidad se trata de otra cosa. Es la pobreza, la falta de desarrollo para
producir lo que necesitamos en vistas de reproducir nuestro cuerpo social e individual.
La mayoría de veces, por no decir todas, cuando me hablan del consumismo salvadoreño y pido que me lo
describan, me hablan de los celulares de todo tipo. ¡Res
ridicula! La mayoría no utiliza eso, ese
consumo se da a partir de un nivel de recursos que no tienen todos, sobre todo
los campesinos. Pero los que denuncian ese consumismo de celulares, ellos
mismos piensan que el que ellos o los que ellos tienen, son lo más natural para
sus propias personas.
No se enteran que el consumismo
es el que puede tener realmente una persona con recursos suficientes y que en su sociedad se le ofrezca las posibilidades reales de gozar por lo menos de
una buena cantidad de esas mercancías.
Ahora bien, cambiar criterios de
vida en sociedad se vuelve urgente, pues los criterios dominantes nos imponen conductas que
contradicen nuestra propia sobrevivencia como especie. Eso en el estricto
sentido natural, pues algunos productos que se nos ofrece ahora para
alimentarnos no sabemos si son o no dañinos para nuestra salud. Esta duda vital
es decretada desdeñable por los monopolios que los producen. El criterio de
precaución que es el que debería predominar, se le desprestigia considerándolo
como simple “proteccionismo”. Esto lo repiten a diario los editorialistas al
servicio de los monopolios y es aceptado por los políticos sobornados con las
prebendas estatales. En estos días el Fomilenio ha obligado a aceptar al
gobierno salvadoreño del “buen vivir” y del “súper cambio” la apertura a los
granos importados y subvencionados de los Estados Unidos, incluyendo organismos
genéticamente modificados (OGN). Esto va
a tener consecuencias importantes para nuestra independencia alimentaria y para
nuestra agricultura en tanto que ramo de la economía.
Sabemos que la naturaleza es
destruida en muchos lugares, bosques que se destruyen, especies animales que
desaparecen, etc. Pero al mismo tiempo, nuestras capacidades individuales y
colectivas de superación no son puestas en valor. El capitalismo (los
capitalistas) no ven en las personas sino que fuerza de trabajo (la formación es considerada solamente en ese sentido) y luego como compradores.
O sea que lo que Boff presenta no es el modo de vida global de los cubanos, sino que algunos criterios que por el momento se realizan mejor en Cuba que en otros lugares. Pero estos criterios no bastan, pues faltan otras cosas en Cuba que también son parte de la vida social y que se han vuelto precarios o permanecen precarios. No voy a discutir los orígenes de esta precariedad, pues es un tema extenso, con causas internas y externas.
Creo que no se trata de oponer la
producción de riquezas (de productos de todo tipo) y aspectos importantes de nuestra
existencia, como la salud, educación, igualdad social, cuidado de la
naturaleza, equidad de género y otros. Lo que sí se puede oponer son los
criterios mercantilistas con los que ahora se produce y los criterios de
beneficio social que hay que imponerle a la producción. Me parece que rechazar
de plano la materialización de la investigación científica en productos de uso
diario es adoptar posiciones retrógradas. Considero que lo que tiene que
imponerse son nuevos criterios en la selección de muchos productos, tanto para
las tareas domésticas, como para la aplicación en hospitales, escuelas,
recreaciones diversas. Creo al mismo tiempo que la investigación científica
fundamental tiene que recobrar total libertad y no estar dirigida en la búsqueda
de aplicaciones de rentabilidad inmediata y capitalista.
Me parece que el principal
obstáculo a la realización de nuevos modos de vida que mejor realicen nuestras
capacidades humanas es el criterio del máximo beneficio en la rentabilidad del
capital, pues es en aras de este beneficio que se pone en peligro la
sobrevivencia de la humanidad.
Tengo serias dificultades para entender tus ideas en este articulo. Al inicio crei que harias una aclaracion entre lo que significa "el buen vivir" con el "vivir bien o mejor".
ResponderEliminarLuego pense que harias la diferenciacion entre lo que significa ser consumista y "ser arribista" que desde mi punto de vista son completamente diferentes. El "Consumista" tiene recursos para consumer y consumer, en cambio el "arribista" consume sin tener los recursos necesarios para ello
Dime cual era la idea principal del articulo?
Leonardo Boff por el hecho de haber sido cura ve las cosas desde el punto de vista religioso en torno a vivir en la pobreza, porque según el cristianismo, a los pobres los quiere más dios(!!?). Pero me parece que la izquierda también cae en algo parecido pues al proclamar que el socialismo será vivir en austeridad hace que las grandes masas no se sientan atraídas vivir con tarjeta de racionamiento o como hacían los chinos en tiempos de MAO, vestirse todos con overoles de manta azul. El gran dilema es que el planeta no da más con sus recursos finitos, el desarrollo de las fuerzas productvas entra en contradicción con la sobrevivencia humana por la sobreexplotación de los recursos limitados.
ResponderEliminarLeonardo Boff por el hecho de haber sido cura ve las cosas desde el punto de vista religioso en torno a vivir en la pobreza, porque según el cristianismo, a los pobres los quiere más dios(!!?). Pero me parece que la izquierda también cae en algo parecido pues al proclamar que el socialismo será vivir en austeridad hace que las grandes masas no se sientan atraídas vivir con tarjeta de racionamiento o como hacían los chinos en tiempos de MAO, vestirse todos con overoles de manta azul. El gran dilema es que el planeta no da más con sus recursos finitos, el desarrollo de las fuerzas productvas entra en contradicción con la sobrevivencia humana por la sobreexplotación de los recursos limitados.
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