Son muchas las veces que he visto citada la frase de Schafik Handal sobre la entrada del FMLN al sistema político para transformarlo y no para que éste los transformara a ellos. Para muchos se ha convertido casi en una puesta en relieve de la personalidad del Handal. No olvidemos que esta advertencia no se acompañó de ningún acto, de ninguna reflexión que evitara los nefastos efectos de su propia advertencia. Handal llegó a convertir el cumplimiento de la Constitución —“de toda la Constitución”, repetía— en un argumento electoral de su propia campaña presidencial. Esto delataba ya que el sistema lo había absorbido por completo.
Pero en este planteamiento de Schafik Handal existe algo que merece ser profundizado. En primer lugar ¿es realmente ineluctable ser absorbido por el sistema o sí se puede transformarlo? La respuesta a esta disyuntiva conlleva consecuencias fundamentales para la práctica y la reflexión políticas. Cualquiera que sea la respuesta el planteamiento político frente a la realidad nacional se ve afectado. Si concluimos que es inexorable ser dominados por el sistema, el accionar de una fuerza política se coloca al margen, afuera del campo político establecido. Esto puede adquirir varias formas cuya eficacidad es casi nula, pues incluso en la negación total uno está obligado a referirse, a tener relación con lo existente. Pretender colocarse al margen del campo político es suponer una existencia externa a la sociedad.
Pero esta pequeña reflexión nos devuelve de inmediato a la frase de Handal. ¿Realmente el FMLN entraba al campo político con su legalización? No, su actividad política había sido clandestina, ilegal, prohibida, pero estaba a pesar de todo en el interior del campo político nacional y por consiguiente dentro de la sociedad. O sea, el FMLN abandonaba una forma de hacer política por otra. No tanto en que ahora su actividad se volvía legal, sino que abrazaba las formas del quehacer político del sistema. Volverse un partido político legal no implica abrazar esas formas para su actividad. Abrazar las formas implica también forzosamente aceptar el contenido. Y en esto reside justamente el quid del viraje electoralista del FMLN.
No se trata pues ni de ponerse al margen, ni de dejar de hacer política dentro de la sociedad y dentro del campo político. Pero una organización que pretende transformar la sociedad, no puede adoptar ni las formas, ni los contenidos de la sociedad que pretende superar.
Lo importante es el objetivo
Uno de los pilares del pensamiento político burgués es que toda la actividad de los partidos políticos es acceder al poder. Por consiguiente todo partido que entra al campo político tiene como principal objetivo la toma del poder. El objetivo de la guerra revolucionaria no era la simple toma del poder, sino que su derrota para instaurar otro poder, un poder popular. Creo que resalta la diferencia entre ambos objetivos. Uno se vuelve en el objetivo en sí y el otro es un medio transitorio para otra cosa. Lo importante, lo fundamental en esta última situación es esa “otra cosa”.
Advierto de entrada que la situación política actual excluye del todo el uso de las armas. No estoy proponiendo pues la lucha armada. Esta es simplemente un momento que se vuelve real cuando todos los recursos políticos legales se han agotado o cuando es imposible ejercerlos de ninguna manera. No es pues el caso en estos momentos en El Salvador.
Surge pues una serie de interrogantes: ¿Se puede entrar en el campo político sin someterse a sus reglas? ¿Qué formas y qué contenidos pueden tener las actividades políticas de un partido revolucionario dentro del campo político burgués? ¿Qué significa entonces hacer política para una organización revolucionaria dentro de este marco?
El problema que se plantea en la primera interrogante no incumbe tanto a la organización política en sí, sino que a las reglas mismas del sistema. El sistema se dice democrático, que permite la libertad de pensamiento, que permite la libre expresión de ideas. No obstante el sistema pretende preservarse no por el juego democrático y lucha de ideas, sino que poniendo límites y trabas a lo que se puede pensar y proponer. De alguna manera la sociedad burguesa erige un Estado que la protege y que vuelve en fundamento de la sociedad la propiedad privada y la apropiación privada de los bienes producidos por los trabajadores. Todo lo que se opone a estos postulados es considerado subversivo. Por consiguiente el problema es el siguiente: ¿la sociedad burguesa está dispuesta a luchar siempre pacíficamente, sin represión, sin privación de la libertad por su continuidad? ¿Aceptará siempre ser cuestionada en sus fundamentos y concepciones? Estas no son simples preguntas retóricas. La experiencia histórica reciente nos impone formularlas con toda seriedad.
Por el momento el poder no teme por su estabilidad, el partido en el poder, el FMLN, con su primer presidente, no cuestiona en nada ni los fundamentos, ni el sistema, ni el Estado oligárquico. Por consiguiente el poder tolera y finge impasibilidad en estos momentos. ¿Sería lo mismo frente a una organización realmente revolucionaria? La respuesta no está escrita y formularla ahora pareciera incluso inútil, pues no existe aún tal organización que ponga en peligro la dominación oligárquica.
Entonces pues el problema de las reglas incumbe más al régimen que a la organización revolucionaria. Sobre las formas y los contenidos de las actividades políticas de un partido revolucionario dentro del campo político burgués es una labor de reflexión que no se ha llevado a cabo en el país.
La urgencia de suplantar el sistema actual
No obstante antes de iniciar esta reflexión importantísima, es necesario demostrar la necesidad de crear este nuevo partido político. La insatisfacción respecto al FMLN no basta, es una condición, pero la necesidad de la fundación de un partido revolucionario surge más de la urgencia de superar y suplantar el sistema económico y social actual. Esta urgencia no debe constreñirnos a un accionar precipitado e irresponsable. La vida individual y colectiva dentro del país se vuelve cada vez más difícil; el bajísimo nivel de vida de millares de hogares salvadoreños no puede ser abolido por medidas “sociales” impulsadas por el FMI y la Banca Mundial, en un afán de evitar los estampidos de revueltas populares y dócilmente implementadas por el gobierno. Estos parches sociales ayudan más a perdurar el sistema que a combatirlo. No significa que no alivien la situación de miseria de muchas personas, pero este alivio es simplemente un paliativo al verdadero remedio.
El capitalismo salvadoreño, subdesarrollado y dependiente, ha sido y es incapaz de ofrecer soluciones reales y verdaderas a los problemas que han sido creados por su mismo funcionamiento. La vida precaria de millares de familias no es un fenómeno nuevo —la pobreza flagela a 36,5 por ciento de los seis millones de salvadoreños y salvadoreñas, 11,2 por ciento de los cuales son indigentes, según cifras de 2011 del Ministerio de Economía— el bajo nivel de los salarios, la ausencia de prestaciones sociales, el bajo nivel educacional de los salvadoreños, una vida cultural pobre y con poca producción y medios de expresión son males endémicos de nuestra sociedad.
La situación actual implica la perpetuación de este sistema, la política del gobierno de Funes, a pesar de los parches sociales, es la aplicación de las mismas recetas de antes, una crecida sumisión a los dictados de los Estados Unidos y del FMI y de la Banca Mundial. Y esto no puede cambiar, pues el FMLN no propone otra cosa, sino tener paciencia y esperar que sus diputados sean mayoría en la Asamblea y que pasen cinco o seis legislaturas para comenzar a prever algunos cambios estructurales. Ya he escrito antes sobre el FMLN y su carácter reformista socialdemócrata.
La necesidad política de organizar las luchas de la clase obrera bajo otra óptica salta a la vista. No obstante el llamado a crear otro partido político recibe una acogida muy circunspecta. ¿Para qué otro partido si todos llevan a lo mismo? Todos quieren el poder y gozar de él. Claro, ya lo vimos arriba, dentro de la concepción burguesa de la política el poder es el principal objetivo de los partidos políticos. ¿Pero es necesario que un nuevo partido sea de la misma naturaleza que los ya existentes? Se trata de crear otro partido que se proponga como objetivo fundamental no la toma del poder burgués, sino que la transformación de la sociedad. Creo profundamente que en este cambio de objetivo, de mantener en mente que el objetivo no es el poder de Estado actual, sino que consiste en transformar la sociedad e imponer un nuevo poder popular.
El cambio de objetivo, o mejor dicho, el retorno a los fundamentos revolucionarios del accionar político impone a la organización nuevas formas y nuevos contenidos. La situación política en el país es inédita para los revolucionarios. Se trata de una situación en la que es necesario iniciar su accionar, fundando un partido, asunto muy difícil, pero al mismo tiempo imprescindible. Ahora la situación exige mayores esfuerzos de imaginación, exige innovar tanto en la teoría como en la práctica.
La tarea es de tal importancia que no admite precipitaciones de ninguna índole. La urgencia de la situación social nos impone al mismo tiempo mucha prudencia e ir midiendo cada paso. No se puede pensar en términos de un precipitado cortoplacismo.
Pues complicados estamos, sobre todo por la cuestión de la credibilidad de la clase política. Cierto que el planteamiento de un nuevo partido político con nuevos objetivos es una posibilidad, pero lo cierto es que no es cosa fácil remontar las cimas (simas, de hecho) en las que se han hundido la clase política.
ResponderEliminarPeor aún, muchos tienen nostalgia por el viejo conocido, sin darse cuenta que el nuevo que se está conociendo no hace más que dejar estar.
Cierto es, no se puede pensar en términos precipitados y la cuestión de la forma, increíblemente, parece ahora más importante que la de fondo.
Saludos don Carlos.
Espero que su opinion, revisionista e irresponsable por añadidura, caiga en oidos sordos y que tambien alguien que tenga amor por sus compatriotas y no por ideologias fraticidas y destructivas pueda presentar soluciones nuevas que no terminen en atajos sangrientos como en el pasado.
ResponderEliminarEsta idea de crear un nuevo partido como usted dice es una idea que ya hace ratos esta revoloteando en nuestras mentes desde que Funes comenzó con posiciones bien claras hacia la derecha cuando en su discurso inaugural se le noto su cambio de discurso al que tenia cuando andaba en campaña y lo peor que el fmln, se quedo callado o los callaba con amenazas y les fue cortando las alas y con su silencio lo dijeron todo. que me dicen de la TR?
ResponderEliminarBueno, yo creo que estamos bien jodidos, por un lado se sugiere que se forme un nuevo partido pero a muuuuuy largoooo plazo, ya que de momento las condiciones no son favorables...? Y por el otro se sugiere a la TR como una opcion??? Y para mientras, que se siga muriendo de hambre la gente, cuanto tiempo creen que la gente mas pobre del pais va a soportar la formacion de un nuevo partido o que la tr, con su antecedente de iglesia y de pc se interese de verdad por solucionar los problemas sociales...? estamos bien jodidos...aqui no se trata de crear nuevos partidos electoreros ni de seguir a lobos vestidos de oveja (tr) sino de que el pueblo mismo diga basta ya y que los que son revolucionarios de verdad, no revisionistas apoyen ese despertar del pueblo, esa es la unica solucion para cambiar este sistema corrupto, no hay otra alternativa...rom
ResponderEliminarComo los partidos políticos son jerárquicos llevan en su seno la semilla del totalitarismo, por lo que se hace pertinente elaborar nuevos paradigmas que eviten eso, ya que la experiencia histórica asi lo demuestra. Las organizaciones que se definían como liberadoras o revolucionarias casi todas sucumbieron y se convirtieron en instituciones autoritarias, tal como lo demuestra la experiencia de la ex_URSS; además de otros países. Además, las organizaciones guerrilleras que surgieron negando a los partidos, como en America Latina con la experiencia del Che y en base a la revolución cubana; tambien en la mayoría degeneraron en experiencias autoritarias, sectarias; tal es el caso en particular de El Salvador, llegando incluso a desenlaces trágicos como el de Dalton y Ana María.De ahí que las nuevas generaciones de luchadores sociales deben de estudiar esas experiencias para no cometer los mismos errores.Yo me temo que como en El Salvador somos desmemoriados se pueda tropezar con las mismas piedras y entrar a una espiral de mayor confusión.Esto no significa aceptar el oportunismo y pragmatismo de los actuales dirigentes del FMLN; pero para que una organización alternativa y que genuinamente luche por el cambio social debe saber tambien proponer soluciones alternativas al capitalismo y no quedarse como una organización vociferante a la "izquierda" del FMLN; y ahí está un gran desafío, porque mientras la izquierda no tenga capacidad de propuestas no será seguida por el pueblo.
ResponderEliminarEs acertado el articulo, y en esta coyuntura a la revolución darle paso, pues lo que necesitamos es eso que queremos formar, unos REVOLUCIONARIOS de sangre, no de palabrerios en la boca, si no de acciones concretas REVOLUCIONARIAS para que este pais y el mundo cambie. cam.
ResponderEliminarNelson Carranza. 1
ResponderEliminarBloque Popular Revolucionario
Movimiento Social Autono de El Salvador
B.P.R. - M O S A
Organizacion Revolucionaria de Masas
y Fuerza Politica Revolucionaria Beligerante.
Actualizando sobre las caracteristica mas negativas
de lo que fue no contar con un verdadero y nuevo partido
politico de la clase obrera y las realidades:
De 1940-1970
El PC se partió en dos ante la situación
la mayoría que aceptó dejar de ser ultraizquierdista
se quedó con el nombre
la minoría que decidió seguir siendo ultraizquierdista
se salió de la carpa encabezada por un panadero
llamado Salvador Cayetano Carpio.
El 1 de abril de 1970 Nacieron
las Fuerzas Populares de Liberacion
F.P.L. FARABUNDO MARTI
Levantandole la dignidad y la personalidad historica
a Farabundo Marti idea y desicion de su SUCESOR
Salvador Cayetano Carpio Comandante Marcial
Esto es el nuevo partido politico militar
para defender los intereses del proletariado
del pueblo de los obreros y campesinos
y de los sectores sociales
y todo estaba enrrunbado hacia el socialismo
y con estrategia y tactica
de la guerra popular prolongada la G.P.P.
y la guerra popular de liberacion la G.P.L.
Y con un PROGRAMA POLITICO DE GOBIERNO
el GOBIERNO DEMOCRATICO REVOLUCIONARIO
G.D.R. HACIA EL SOCIALISMO
que seria integrado solo con la gente honesta
del MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO
Nelson Carranza. 2
ResponderEliminarBloque Popular Revolucionario
Movimiento Social Autono de El Salvador
B.P.R. - M O S A
Organizacion Revolucionaria de Masas
y Fuerza Politica Revolucionaria Beligerante.
Actualizando sobre las caracteristica mas negativas
de lo que fue no contar con un verdadero y nuevo partido
politico de la clase obrera y las realidades:
De 1970 Al 1983-2012
El FMLN apartir del PCS se Despartió otra vez
vacilantes en nombre
de la autollamada "UNIDAD" y "ALIANZA"LA FALSEDAD
El FMLN se partió en 5
-PARTIDO COMUNISTA DE NOMBRE - P C S -,
-EJERCITO REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO ERP-PRS
PARTIDO DE LA REVOLUCION DE EL SALVADOR,
-RESISTENCIA NACIONAL RN-FARN
FUERZAS ARMADAS DE LA RESISTENCIA NACIONAL,
-PARTIDO REVOLUCIONARIO DE LOS TRABAJDORES
CENTROAMERICANOS P R T C ,
-CORRIENTE BURGUESA EX-FPL,
ante la situación
la mayoría que aceptó dejar de ser ultraizquierdista
se quedó con el nombre DEL " FMLN "
FRENTE FARABUNDO MARTI PARA LA LIBERACION NACIONAL ,
y nuevamente revolucionariamente :
la minoría que decidió seguir siendo ultraizquierdista
se salió de la carpa encabezada por un panadero
llamado Salvador Cayetano Carpio
Comandante Marcial
Quedando la bandera ensangrentada de la revolucion
de las FUERZAS POPULARES DE LIBERACION
F.P.L. FARABUNDO MARTI G.P.P.- G.P.L.
EN REBELDIA POLITICA MILITAR Y DE MASAS
encabezadas por los verdaderos revolucionarios
el FRENTE METROPOLITANO CLARA ELIZABETH RAMIREZ
de LAS F.P.L.-FM- G.P.P.- G.P.L.
Y nosotros los del B.P.R.- M O S A.
El Nuevo Partido Politico se esta Edificando
de lo simple a lo complejo
a corto,mediano y largo plazo nada es "antojadizo",
apartir de lo que es concreto y con trabajo politico
el FRENTE METROPOLITANO CLARA ELIZABETH RAMIREZ
de las F.P.L. -FM- G.P.P.-G.P.L.
UN PARTIDO DE NUEVO TIPO REVOLUCIONARIO
que tiene un rol de vanguardia revolucionaria
y que no es MILITARISTA - FOQUISTA
y que no es REFORMISMO ARMADO como fue el FMLN
pero que levanta el lema de FARABUNDO MARTI
-Que cuando la Historia no se Puede Escribir con la Pluma,
Entonces debe Escriberse con el Fusil-
Sin arriesgar al pueblo y es lo que esta pasando,
enfrentando la violecia institucionalida del regimen
de la burguesia y de su partido politi ARENA
y la traicion de los cobardes del FMLN
y de todas las TENDENCIAS y CORRIENTES haciendo el juego
electoral y de oposicion y vacilantes.
El Nuevo Partido Politico de la Clase Obrera del Pueblo
Marxista Leninista de El Salvador,Existe,no es invento,
aun cuando tenemos las condiciones mas desfavorables
que en 1970 y cuando hay mas reacios a este partido.
Nada es facil y nada es imposible estamos trabajando,
y esto es lo mas importante la practica revolucionaria,
el Nuevo Partido dirige el proceso revolucionario y no
se hace falsas ilusiones de las elecciones y el voto,y
de ir a compartir el poder del gobierno o regimen.
Lo importante de Don Carlos Abrego,es que habre informacion
y asuntos y temas pendientes,y es bueno y es saludable.
visiten nuestro Blog bpr-elsalvador.blogspot.com
de la organizacion.
Si alguien tiene otro punto de vista lo puede dar a conocer
y los lectores lo pueden comprobar con los hechos.
ABAJO EL REVISINISMO Y REFORMISMO DEL FMLN !
ABAJO EL REGIMEN BURGUES Y LOS ELECTOREROS !
Históricamente los partidos revolucionarios actúan dentro de un contexto social que los condiciona. Es fácil cometer el error de considerar esos factores externos como exógenos.La estructura social de un país incide sobre las relaciones de poder que se desarrollan adentro de sus organizaciones y partidos políticos. Por ejemplo, muchos dirigentes históricos de la izquierda salvadoreña proceden de "la clase media". Estas serían las observaciones más elementales de una sociología política. Pero el problema es más complejo. Los factores externos se interrelacionan con la dinámica interna, con los mecanismos de funcionamiento que se dan las organizaciones. No solo es que las organizaciones puedan ser absorbidas por la ideología, la cultura y los procedimientos del sistema político liberal, también pueden verse degradadas por la formación de una nueva elite en su seno. Michels consideraba inevitable la formación de esas elites en los movimientos revolucionarios.
ResponderEliminarUno puede discrepar de Michels, pero lo cierto es que la izquierda no ha reflexionado sobre cuáles son los mecanismos causales que llevan a convertir los "comites centrales" en un poder monopolico gestionado por abuelitos.
Es cierto que la izquierda salvadoreña no ha reflexionado sobre las implicaciones que tiene hacer cierta política dentro de las institucuiones liberales, pero ese es un fallo que han cometido también los partidos comunistas europeos que han terminado teniendo un dolor de cabeza histórico a la hora de diferenciarse de las opciones socialdemocratas. Mi razonamiento no exculpa al Frente, pero no lo convierte en el único responsable de su papel acomodaticio. Después del eurocomunismo y de la caída de los socialismos reales la izquierda ha sido incapaz, durante un largo período histórico, de definir los nuevos contenidos de una política revolucionaria.Ahora que vivimos una gran crisis económica del capitalismo y del pensamiento político liberal, urge definir la nueva praxis y es evidente que aunque deben respetarse ciertas reglas de la institucionalidad liberal, la política popular debe ofrecer una concepción más fuerte y radical de la democracia.
La razón de ser del conflicto armado fue la imposibilidad de lograr cambios a un sistema injusto que se habían tratado por lo medios pacificos sin lograr resultados. Por tanto,elbjetivo de la rebelión era el cambio de sistema, no la incorporación a él, Si bien al firmarse los acuerdos de paz se abandonaba la lucha armada, el conflicto no cesaba con ello, la lucha revolucionaria debería persistir, es decir continuar luchando por el cambio de sistema y eso parece que ya no existe el partido poltico que pretende sostener esa bandera,
ResponderEliminarAhora bien,?Crear otro partido político que asuma ese rol?, sería posiblemente lo deseable, pero parece ser casi imposible en las actuales cicunstancias ya que el pueblo no tiene la capacidad de inyegrarlo y po r ello sigue aferrado al Frente, ?sería, entonces del caso, cambiar desde dentro a este partido sumiso a una cúpula actocrática? Sería esto posible? Talvez el cambio debería circunscriberse al cambio de la cúpula.
Gracias don Carlos por esa interesante reflexión .
atentamente
Quijo-t