Hace ya más de un mes, un amigo que reside en Canadá, no sé exactamente dónde, me mandó un correo electrónico, muy corto y preciso: me preguntaba por qué no publicaba más en mi blog “Cosas tan pasajeras”. Es cierto que han pasado meses y meses sin que intervenga en mi blog. No obstante no he podido darle una respuesta precisa, mucho menos breve. Le contesté agradeciendo su correo y le dije que tal vez las razones de mi silencio sean muchas, pero no tengo una lista ordenada, ni con valor decreciente, de las más fundamentales a las más triviales. Le dije que tal vez el hecho de no tener eco alguno, me daba la impresión dolorosa de escribir en el vacío. Sé que hay gente que me lee y que comparte mis escritos. Esto lo sé, no obstante nadie me contradice, ni apoya mis decires.
Desde la elección de Nayib Bukele y su mayoría parlamentaria se ha creado en El Salvador un vacío político apabullante. El dictador sostiene en permanencia un monólogo acusador de ataques imaginarios que vienen de todas partes que sólo él identifica y que sus secuaces y seguidores creen reales. La oposición sigue sin reconstruirse verdaderamente y le cuesta intervenir con cierto peso. Hay que señalar que la dictadura hizo todo lo posible por acallar las marchas de protesta utilizando los mismos métodos intimidatorios de las sucesivas dictaduras militares. Esta situación no significa que todo esté tranquilo y que no exista oposición. Hay bolsones de resistencia y también de reflexión. Muchos de los que intervienen lo hacen desde afuera y el alcance de sus intervenciones son limitadas por el hecho mismo de que internet no es en nuestro país un medio real de información y su alcance es muy limitado en las clases populares. Circula en el país una cantidad de celulares muy modernos, pero están en manos de un puñado de personas, hay algunos que tienen varios celulares y la gran mayoría tiene que conformarse con celulares de menor calidad y sobre todo con un acceso muy limitado y contado a internet. Esta circunstancia le deja al poder el campo libre para difundir su propaganda y sus mentiras.
Lo más consternante de la situación es que la gran mayoría parece estar conforme con el estado de cosas, el encarcelamiento de miles de personas sin proceso, ni debidos trámites judiciales, el estado de emergencia pareciera convenirle a la mayoría, la carestía, el desempleo, los trabajos precarios, el rebusque constante de miles de familias para sobrevivir son reales y visibles para todo el mundo, pero la actitud general de los salvadoreños es la indiferencia, una especie de valeverguismo profundo. El individualismo pequeño-burgués (para llamarlo de alguna manera) ha impregnado a toda la sociedad. Las aspiraciones son individuales y egoístas, superarse como se pueda, sin importarle a nadie atropellar al prójimo, la mezquindad se ha vuelto como una segunda naturaleza nacional, la desconfianza generalizada, la valorización del individuo ante el resto de la gente. Desde hace cierto tiempo se ve proliferar en las redes sociales “memes” que llaman a la desconfianza general del otro, al valor intrínseco del yo (les doy un ejemplo que se pretende poético: “Madurar es: aprender a estar solo y elegir no estar con cualquiera”). Hemos vuelto a un estado general de la sociedad similar o peor del que denunciaba a inicios del siglo XX nuestro pensador nacional Alberto Masferrer.
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ResponderEliminarSiento en el alma sus palabras. La masonería que gobierna a El Salvador ha sido maliciosamente astuta. Siempre he dicho (como usted bien lo plantea) que al final es esa clase media-pequeño-burguesa la que decide el rumbo que le conviene. Por ahora les conviene un bruto dictador que pretende publicitarse como inteligente, digno, puro y ungido por Dios (y que al final representa las características culturales de la población salvadoreña). Por ahora está claro que para ellos sus traseros de clase media es lo único que importa y no renunciarán a los privilegios que han ganado o recuperado con el presidente masón que tiene el país. Siendo honesta, un cambio que dignifique la vida de los salvadoreños sin privilegios (que son la mayoría) sucederá hasta en 10 años, con suerte. Por lo menos una década más el país tendrá a un gobierno que improvisa, viola derechos humanos y bloquea todos los mecanismos de una verdadera participación y contraloría ciudadana. La cultura política que tenemos da para que sigan perpetuándose gobiernos antiéticos que son electos "democráticamente". Un abrazo. Mi admiración para usted siempre.
ResponderEliminarHabía escrito otro comentario, pero no se subió.
ResponderEliminarAmigo: Los celulares, muchos de los llamados de nueva generación están por dondequiera incluso en manos de los jóvenes del canton más apartado, por obra y gracia de las remesas. El problema es que la gente prefiere ver y escuchar videos de música de banda, cumbiones...y de cualquier chabacaneria, pero no lee un escrito y menos un libro. La falta de educación critica e integral está pagando su factura. Adelante con tus Cosas tan pasajeras...
ResponderEliminarRamiro, doy fe de lo que dice. Incluso tienen hasta 3 celulares gracias a las remesas. El problema es cultural y la educación integral y crítica sigue siendo una deuda eterna.
EliminarQuerido Ramiro, muchas gracias por tu comentario y por la corrección sobre la presencia de los celulares de última generación en el país. En realidad yo seguía manejando datos ya obsoletos de más de cuatro años. En realidad en mi archivito tenía datos actualizados en los que se ve que la importación de celulares último grito se han convertido en el quinto rubro de importaciones con un aumento de $6.6 millones respecto al año 2021. Solo le superan las compras de los aceites de petróleo, gas, medicamentos y maquinaria para procesamiento de datos.
EliminarNo obstante tu observación también corrobora esa aspiración "pequeña burquesa" (aunque el que la tenga sea de un estatutu menor dentro de la sociedad). El uso que decís que se le dan a esos celulares denota que lo más importante es la poseción que su uso.
Muchas gracias Carlitos, que tus palabras siempre bienvenidas ayudan a esclarecer y a compré der mejor la siempre compleja realidad (Marcos)
ResponderEliminarBienvenido a la comunidad, te hemos extrañado y me alegra que regreses con mas ganas para seguir provocando.
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