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28 marzo 2019

Apuntes mínimos (Segunda parte)

Me referí, en la primera parte, a la pretensión de la ideología neo-liberal de ser portadora de conocimientos objetivos, científicos sobre la realidad histórica y cómo rehúsa aparecer como otra ideología más. El imaginario neo-liberal se nos presenta como un mito de la libertad-deseo ilimitado del gozo (disfrute). Se trata de una suerte de ápeiron de Anaximandro de Mileto, capaz de tragarse todo lo que le pueda resistir. Se trata de un mito de un orden que es desorden y que logra su legitimidad por la creación de riquezas, de poderes de consumo, de capacidades cognitivas; se presenta como un orden inédito que adquiere el desplazamiento y la liquidación de todos los límites, que sean morales, políticos, del desprecio de cualquier consideración de cooperación, de cualquier igualdad real, de cualquier solidaridad, en resumen de todo nexo comunitario y social, con la única excepción del mercado generalizado y de la concurrencia.
Esta libertad-deseo pretende ocupar el lugar de un orden simbólico y se propone regular los procesos de subjetivación individuales. El sujeto se convierte en un individuo que libremente se vuelve objeto de un gobierno sobre sí mismo, este auto-gobierno es la imitación (mimesis) de la gobernanza empresarial o emprendedora y se identifica con los objetivos de ésta.

El neo-liberalismo se quiere de esta manera una religión total de la vida cotidiana en un mundo reducido a una empresa regida por los únicos imperativos que rompen de hecho con toda comunidad y que ignoran cualquier orden simbólico en provecho de una Ley sin Ley, la del orden simbólico que destruye el resto de símbolos. Se abren por completo las válvulas al imaginario neo-liberal en el que cada hombre, que es un sujeto/objeto que se produce en el mundo real, sufre la reducción a un estatuto de objeto/objeto atrapado en el engranaje que mete en movimiento una pluralidad de objetos/objetos.

Un imaginario de este tipo hace de su ficción un hecho eficaz, una realidad. Trasgrede los tres límites que fueron impuestos históricamente a la gobernanza capitalista: 1. límite religioso (el recurso a un Dios de caridad) 2. límite ético y filosófico (el imperativo kantiano y el derecho natural) y 3. límite político (el contratualismo social, Hobbes, Locke y Rousseau, y las distintas solidaridades). El ideal de la acumulación y del gozo ilimitado debe de aquí en adelante normar y destruir de hecho todo deseo, toda imagen del yo. He aquí ante nosotros, un fantasma de poder absoluto que se asienta, se funda en la plasticidad indeterminada de lo humano, de la cual se ha apoderado el neo-capitalismo, la ha capturado en su beneficio, presentándose como la única versión legítima del progreso. En otros tiempos este progreso estaba dirigido por la Ilustración y los distintos socialismos. Desde ahora en adelante estas fuerzas están reducidas a ejercer la función de fuerzas conservadoras, sobre todo cuando se oponen a la expansión de ese poder absoluto para conservar lo que parece definir lo humano en tanto que condición trascendental, de orden simbólico.

El imaginario neo-liberal destina la acumulación del capital y del gozo a una ínfima minoría ganadora en los mercados y la que apoya su autoridad en otra corriente ideológica harto conocida, el neodarwinismo social. Detengamos un poco en ella. En los momentos de graves crisis del capitalismo resurge esta pseudo-ciencia con mucho maquillaje, aunque se sienta siempre la naftalina. Esta ruinosa teoría, totalmente ajena a Charles Darwin, surgió en los tiempos victorianos, bajo el impulso de las obras de Herbert Spencer. La realidad misma de la crisis y del propio funcionamiento del capitalismo, con todas sus destrucciones, tanto de la naturaleza como de los hombres, ha puesto en el tapete el tema de la sobrevivencia. Es la principal razón por la que Darwin y la interpretación de sus enseñanzas cobran una importancia considerable y constituye un desafío primordial del pensar. De la misma manera que la historia y su gran pensador, Karl Marx, han sido depuestos de su eminente lugar en el proyecto teórico para comprender lo que rige profundamente nuestro devenir, esto ha producido la transferencia de la preocupación por comprender hacia la aprehensión de tendencias más vastas y menos accesibles a la voluntad, como por ejemplo la de la evolución, de la cual no podemos disociar lo que de origen nos enraíza en la naturaleza, sobre la cual la intervención histórica de los hombres aparece con superlativa evidencia como un fracaso racional o un uso irrazonable de su libertad.

A fuer de la crisis ecológica, el asunto de la sobrevivencia de la especie tiende a remplazar el de la transformación de la sociedad, de la misma manera que la evolución tiende a substituir el interés de los hombres por la historia. En esta tendencia surge un paradigma que se ha apoderado del pensar, sentir y actuar de las mayorías: la sobrevivencia se acompaña de la victoria del más fuerte, del más capaz, el fracaso destruye los ánimos, pues no tiene apelación, es un asunto personal, uno no ha sabido poner de su lado todas las competencias. Ya no es la sociedad que no ha sabido emparejar las posibilidades y oportunidades, sino que cada uno es culpable y responsable de su destino. Los que están arriba son los vencedores de una lucha por sobrevivir y son los más capaces para dirigir la evolución de la sociedad. Todo es visto de esta manera, todo tiene el valor de la concurrencia, todo hasta lo más íntimo se puede enajenar como una mercancía, para ganar en esta guerra sin piedad es urgente ser egoísta y hay que dejar el cerebro dispuesto para conducir la obsesiva adquisición de objetos que deben ser sentidos como lo que realiza a la persona. Esta regencia de la concurrencia ilimitada conserva el ideal prometeico del dominio de la naturaleza por las tecnologías sociales, guardando al mismo tiempo el derecho de vivir que le es concedido exclusivamente a los vencedores, los vencidos son abandonados a la muerte, si esto resulta económicamente indispensable (recuerden las palabras soeces de la presidenta del FMI, Christine Lagarde, sobre los jubilados), o a la sobrevivencia elemental, todo esto teniendo como fondo la creencia en la capacidad de los individuos “responsables” de salir airosos si aceptan auto-gobernarse siguiendo las leyes del sistema.

En el diario TheGuardian, Jason Hickel le responde a Steven Pinker, quien publicó una pretendida prueba que desde 1820 hasta nuestros días la pobreza había disminuido de manera vertiginosa. Hickel demuestra con detalles que las falsas estadísticas usadas no pueden probar lo que pretenden. Pero lo más importante son las reales cifras del hambre en el mundo que concierne millares de seres humanos, Jason Hickel cita documentos de la FAO. Se trata de la reproducción de la vida de tantos cuerpos que a diario no absorben las necesarias calorías, que sufren de desnutrición, en esto ya no se trata ni de ganar o de perder, sino apenas de poder seguir viviendo. En nuestro país cuántos compatriotas viven en condiciones de pobreza y extrema pobreza, la cifra casi llega al 75%. Todos estos pobres son juzgados con severidad por dejarse estar, por no proveerse de todo lo necesario para triunfar en este mundo. Esta presión constante los hunde en la desesperación y los obliga a huir a otras tierras hostiles.

24 marzo 2019

Apuntes mínimos sobre el neo-liberalismo (Primera entrega)

Cuando los legisladores votaron la Constitución y fijaron dogmáticamente como sistema económico del país el basado en la propiedad privada de los medios de producción y de ribete volvieron de alguna manera irreformable la Constitución, les estaban preparando al liberalismo y a su variante más reciente el neo-liberalismo un asidero legal e ideológico. En este sentido, cuando Schafik Handal y con él todo el FMLN repetía que aceptaban y respetarían “la Constitución, toda la Constitución” estaban profiriendo profesiones de fe neo-liberales. Handal sabía perfectamente el sentido de lo que repitió mil y una vez durante su campaña presidencial, ARENA y los miembros de la ANEP también lo sabían. Y esto venía de alguna manera a sellar con broche de oro su victoria ideológica. Vanas, fútiles e inútiles se volvieron cualesquiera alegaciones de inmediatas o remotas veleidades “socialistas”. Y tan inanes resultaban que apenas se trataba de mantener viva la llamita nostálgica de antiguos deseos.

Funes vino a dar al traste con esa nostalgia y llevó adelante una política liberal salpicada de medidas que se acostumbra a llamar “sociales”. Sánchez Cerén además de entonar un himno a la gloria de los “emprendedores” durante la campaña electoral no cambió ni una jota a lo que ya venía haciendo Funes. Ortiz en el último año tampoco varió de conducta.

Del liberalismo abierto y descarado de los gobiernos de ARENA pasamos hacia el liberalismo vergonzante del FMLN, ahora al parecer volveremos a un liberalismo declarado y asumido por el nuevo equipo, que es lo que se puede entender después del pasaje de Nayib Bukele por el “tanque de pensamiento” Heritage Fondation, declarando asumir los pilares de la fe neo-liberal.

No es por mera casualidad, ni por antojo que he usado estas dos palabras que hacen referencia a la religión, existen los siete pilares del Islam y la fe en que su ideología describe la realidad del mundo existente. Los ideólogos neo-liberales han decretado muchas muertes, en primer lugar la muerte de las ideologías, es cierto también que los ideólogos neo-liberales proclaman cíclicos anuncios de la muerte de Marx y de su doctrina, la desaparición real de la izquierda y de la derecha, etc. La muerte de las ideologías les sirve para presentar la suya como una verdad científica y que imponen como una concepción de mundo para toda la sociedad. No es el momento, ni el lugar para exponer por qué no cuaja llamar a los estudios de Marx, doctrina, ni filosofía, ello requiere mucho espacio y harto trabajo y paciencia.

Es forzoso reconocer que el credo liberal tiene su eficiencia sobre las actitudes, las representaciones y prácticas de las masas explotadas y dominadas, cuyo interés reside en que su propia situación cambie y que sin embargo conservan esquemas de pensamiento y modelos de conducta producidos por el capitalismo y que han sido teorizados por el neo-liberalismo. El pensamiento neo-liberal se ha apoderado del imaginario de toda la sociedad logrando anestesiar el pensamiento crítico, privándolo de una actitud imaginativa: se nos vuelve imposible pensar que otro mundo es posible en esta tierra, sobre todo no nos atrevemos a vislumbrar, ni logramos confeccionar las imágenes de ese otro mundo posible y anhelado.

La noción de imaginario al que aludo se puede acercar o mejor dicho comparar y deducir del desarrollo que hace Antonio Gramsci del concepto “concepción del mundo” en “Cuadernos de la Cárcel”. En el cuaderno 11 generalmente llamado “Anti-Bujarin”, Gramsci anotó antes algunos apuntes que tienen por título “Apuntes para una introducción y una iniciación en el estudio de la filosofía y de la historia de la cultura”. El sardo parte de la noción marxiana de “formas ideológicas”. Estas “formas“ terminan manifestándose como verdaderas ilusiones, como fantasmas, imágenes. El mayor y más grave espejismo consiste en ver la realidad social como fenómenos naturales, como eternos e inmutables, fuera de la historia. Muchas de estas imágenes se forman de manera espontanea y que compartimos todos casi desde la infancia.

Pero existen otras imágenes que conforman concepciones del mundo orgánicos que organizan a las masas persuadiéndolas a que acepten ciertas formas de vida y ciertos horizontes de significación, se organizan en “aparatos orgánicos” que unen al Estado y a la sociedad y que forman el cimiento más íntimo. “El imaginario se vuelve religión de la vida cotidiana y constituye un mundo de sentido, un horizonte de prácticas, bajo las cuales se constituye la hegemonía de un grupo social capaz de universalización de sus objetivos” (André Tosel, Essai pour une culture du futur”, París, 2014, p. 54; la traducción es mía).

Estas concepciones de mundo se tornan dominantes respecto a los grupos dominados que no tienen la capacidad de oponerse a ellas y elaborar sus propias concepciones de mundo. La concepción de mundo que ejerce en nuestro país una dominación casi sin rival son las doctrinas neo-liberales. El imaginario neo-liberal se presenta como una concepción de mundo que tiene las pretensiones de ponerse como ley sin ley y que apela a la identificación de los individuos a sus prescripciones y a sus normas, que se supone definen lo real, la visión neo-liberal no se acepta como una ideología y quiere imponerse como lectura única de lo real histórico.

La presunción científica del neo-liberalismo lo lleva a erigirse en racionalidad y dispensarse de todo imaginario. El neo-liberalismo se presenta como la continuación radical del movimiento de la Ilustración liberal mientras que se da como tarea prioritaria de rebajar la dimensión emancipadora de la Ilustración hacia el sentido solo de la libertad de emprender. Se trata de un imaginario de una racionalidad supuesta y ficticia, aunque muy eficiente. La libertad de emprender se ofrece como una imagen única y exclusiva de la socialización que funciona bajo el juego de la concurrencia en el mercado de las empresas y se dota de un Estado en conformidad. Se piensa como una racionalidad exclusiva que se pretende juez de toda racionalidad alternativa. La libertad igual se define exclusivamente en el campo de la propiedad privada empresarial y le quita, le rechaza cualquier fundamento racional a la fraternidad y a la competencia democrática de los humildes incompetentes. La ideología neo-liberal introduce una disyunción irreversible respecto a la libertad ético-política del liberalismo. La voluntad de darle continuación al liberalismo se vuelve reforma, una refundición y una relegación del mismo. Nada debe estorbar la institución permanente de esta libertad empresarial que se ha vuelto autoreferente, sin más límite que su reproducción ampliada y su éxito.

El neo-liberalismo se pone como una deconstrucción de los valores aún trascendentales supuestos limitar y definir la libertad; se presenta como una voluntad anti-metafísica y sobre todo toma el rumbo del movimiento que caracteriza la plasticidad humana. Se toma como fundación de sí misma autoreferente que rechaza cualquier fundamento que no sea él mismo (el neo-liberalismo), que se trate de Dios, del derecho natural antiguo o incluso el derecho natural moderno, si este último se refiera a una voluntad colectiva contractualmente regulada o a la misma república. La libertad de emprender resultaría un ideal racional que se está realizando. (Sigue).

16 marzo 2019

Apuntes para refundar la izquierda

La invitación a un debate sobre la “refundación de la izquierda” implica que se da por inaceptable la postura de la caducidad de la oposición entre la “derecha” y la “izquierda”, una de las tesis fundadoras de la ideología de Nuevas Ideas. También se sienta que ni el FMLN, ni los otros partidos responden a las exigencias actuales que deben caracterizar a un partido moderno de izquierda. Este segundo punto arrastra algunos presupuestos que no son explícitos, que aún no se enuncian y que realmente son el meollo del mismo debate.

Por mi parte no se puede enunciar todavía cuáles deben ser esas exigencias. Para que no sean simplemente decretadas, es menester que la historia de estos últimos cuarenta años sean pasados por el tamiz de la crítica. El período que propongo es largo y tal vez haya quien se sorprenda que proponga colar y volver a colar lo que hemos dicho y sobre todo sentido sobre la guerra que para muchos fue de liberación nacional y para otros apenas vieron en ella una guerra civil por el poder.

Algunos analistas han afirmado que el resultado de las elecciones presidenciales del tres de febrero cierran un ciclo y abren una nueva era. Estén o no en lo cierto, no se puede negar que la situación política creada por el tres de febrero contiene, por primera vez, dejar afuera del poder Ejecutivo a los dos partidos que protagonizaron tanto la guerra como la posguerra. Entra al poder una nueva formación, me refiero a Nuevas Ideas, no a GANA, aunque todavía no se sabe en qué proporción va a disfrutar del triunfo de Nayib Bukele. Este punto tiene más visos de una análisis periodístico que histórico, algunos se apresuran a dar por muertos definitivamente a ARENA y al FMLN. Me inclino por cierta prudencia en estos vaticinios. En todo caso no debemos caer en adivinaciones azarosas.

No obstante algo que me parece indudable es que la situación política actual es el resultado de un proceso que se inició no con el aparecimiento de Nayib Bukele en la palestra política, pues bien pudo ser otra persona, otro partido claramente identificado con la derecha o la izquierda. El desgaste político de estas dos organizaciones, ARENA y FMLN, se ha vuelto palpable y lo que aún resulta más evidente es el rechazo en gran parte del electorado de ambas formaciones. Al respecto analistas han dicho que los votos en favor de Bukele son sobre todo de rechazo de estos partidos y que su campaña no fue propositiva, sino que crítica y acusadora del sistema vigente. Creo que es necesario destacar que el equipo de Bukele supo llevar adelante una campaña muy inteligente y astuta. O sea la situación actual resulta de procesos socio-políticos que se iniciaron más o menos hace cuarenta años.

Nuestra actitud respecto a la guerra no ha sido de análisis de su inicio, de su transcurso, de su conducción y de sus resultados. Por lo general se ha vuelto a contar lo que paso, hemos hecho una especie de escueta historia evenemencial1 Las actividades y combates diarios, pequeños pero que fueron el vivir de muchos guerrilleros descansa ahora en las borrosas memorias de los protagonistas, lo que se retiene son las grandes ofensivas y a su par las tentativas de negociaciones, los encuentros entre beligerantes hasta la conclusión de los Acuerdos de Chapultepec. No se ha analizado el real cambio de objetivo de la guerra, es decir ya no más la victoria (juzgada imposible), ni la toma del poder por las armas, sino que la conclusión de la guerra para obtener participación en la vida política electoral y constituirse en partido político.

Han quedado en suspenso analizar críticamente la alianza y luego la unión de organizaciones que abordaban la lucha armada de manera tan diversa, incluso una organización que entró con el propósito de terminar con ella. Esta alianza supuso un acercamiento de rivales que ocultaron para sí las divergencias tanto tácticas como estratégicas, estas divergencias no fueron nimias, al contrario eran importantes y se mantuvieron en profundidad como en la superficie, llevaron a fracasos y a acontecimientos trágicos a lo largo de toda la guerra. Es natural que ante acontecimientos de este tamaño, tanto los protagonistas como los narradores tengan un discurso que distingue en primero la hazaña, lo heroico y resalte como gloriosas algunas personas. Este discurso tiende a volverse apologético y pierde objetividad. No obstante muy rápidamente incluso este discurso apologético desapareció, reapareciendo apenas en los actos de conmemoración. Se le dejó a la prensa y sobre todo a la derecha dar su versión de la guerra y su interpretación. Hay otros temas que pueden abordarse para el profundo análisis de la guerra y para ir sacando lecciones políticas de su historia.

También vale la pena, aunque esto va pegado a la guerra, todo el proceso de negociaciones, los objetivos, los protagonistas, tanto internos como externos, las injerencias y su peso real en la conducción de la guerra y sus resultados

Evaluar a conciencia estos resultados, el uso que se les dio y todo lo que quedó en simple posibilidad. En esto no se puede dejar de lado los cambios que se dieron en el terreno internacional. Estos cambios y la situación creada no tiene que verse a partir de la conducta concreta y real del FMLN y su discurso ideológico, sino que verlo de manera objetiva para encontrar las pistas que nos conduzcan a escudriñar todo aquello que condujo al fracaso. Este último vocablo duele, pero es el que mejor nombra lo que ha ocurrido. Lo que ha ocurrido no en las últimas elecciones, sino que en la vida económica,
social y política de nuestro país en estas últimas décadas.

Es evidente que aquí apenas he comenzado a señalar temas que conciernen la historia, pero hay otros temas de carácter estratégico a los que todavía no he aludido. Por ejemplo cuáles son las tareas que le asignamos a este conglomerado social que llamamos “izquierda”. Estas tareas suponen medios, medios materiales y conceptuales. También urge que sepamos de qué está compuesto este conglomerado, de qué personas, de qué ideas, de qué objetivos, etc. Estos temas traerán profundos debates ideológicos, surgirán oposiciones e incluso contradicciones. Si evitamos los segregacionismos, los estigmas, las diatribas, el debate nos puede conducir a soluciones concretas. Tenemos de alguna manera que aprender a discutir, a deliberar, a argumentar, pero tenemos también que empaparnos de sinceridad, por consiguiente no callar lo que pueda molestar. .

1Debe entenderse por «historia evenemencial» al relato que se contenta con expresar y describir en forma textual los hechos y los sucesos retenidos, situándolos en la cronología que corresponda, y articulándolos como causas y consecuencias; o sea, la «historia evenemencial» es la cáscara de la historia, es la explicación superficial de la historia. Esta expresión «histoire événementielle» fue introducida por el sociólogo francés François Simiand (1873-1935), y es definida como la concepción simplificada de la historia, que tiende a eliminar la causalidad estructural del devenir histórico, ya que reemplaza la explicación profunda por la simple filiación y seriación de los acontecimientos. He tomado esto de Wikipedia.

10 marzo 2019

Nuestro Caballero Hablante

El próximo presidente del país Nayib Bukele reconoció públicamente haber calumniado y pagó una indemnización de cincuenta mil dólares. Ya anteriormente supimos a través del semanal El Faro que en un encuentro Bukele y Chicas con sus abogados trataron una especie de reconciliación, dos cosas en ese encuentro llaman la atención, la primera es que nuestro presidente electo reconoce que nunca quiso mencionar a Chicas, pero que cedió ante la presión del periodista que lo entrevistaba y la otra, la negativa de hacer pública una disculpa sobre el perjuicio moral causado por su calumnia. Lo que ha pasado esta semana es muy bochornoso, el que va a dirigir el país no daba la impresión de ningún arrepentimiento, al contrario iba resignado a pedir que lo condenaran y dispuesto a pagar la multa. Antes de entrar al tribunal dio una improvisada conferencia de prensa en la que se comportó no como una persona respetable, sino como un gallito en corral preparándose para entrar en la gallera. Le servían de espolones su billetera con los suficientes billetes.

Tuvo que tragarse la humillación y según su propia expresión “rebajar su ego”. Lo paradójico de este asunto es que muchos de sus seguidores consideraron el desenlace del juicio como una hazaña de su ídolo. El mismo pretextó ocupaciones más importantes para preparar su gobierno y tener entrevistas con altos dignatarios de los Estados Unidos.

Pero en esta misma semana ocurrió algo igualmente bochornoso, el presidente electo publicó una falsa noticia sobre el cambio de asignación del préstamo para el edificio de la Asamblea y el uso de ese dinero para otros rubros, escuelas y bibliotecas. Lo que es bochornoso en extremo, que su costumbre de mentir es realmente patológica o tiene esos aires. Además dejaba entrever que su intervención había dado los frutos esperados. Pero el BCIE lo desmintió. En la arena del circo bukeleano no sucedió ninguna payasada, sino que el presidente electo hizo totalmente el ridículo y de manera diplomática la Junta del BCIE le dijo que se dejara de mentir.

También en este episodio los acólitos de Bukele no se dan por vencidos y en vez de reconocer que fueron, como el resto de la nación, objeto de engaño, cambian de tema y acusan al resto del país de desinteresarse de los problemas de las escuelas y de los hospitales. Llegan algunos a acusar a los que denuncian la actitud demagógica de Bukele de alegrarse de que esos fondos no van a tener la designación social que reclamaba su ídolo. Aquí estamos en presencia de una ceguera y de una obcecación. Hay que aclarar que el mismo Bukele ha acusado a no se sabe quién de haber impedido que ese dinero se destinara para las dichas escuelas y bibliotecas. En esta sazón, nuestro futuro presidente se viste de “caballero hablante” y arremete contra el viento, pues no hay ni una sombra de molinos.

Durante la campaña rechazó todo debate con los otros candidatos, en los últimos días de la campaña publicó una recopilación de documentos ajenos que sumaban más de dos mil páginas. Ya esta suma de páginas es extremadamente ofensiva, ¿Quién en el país es capaz de leer tanto en menos de diez días? Porque ese fue el lapso que le quedaba antes de ir a votar. Los autores de esta estafa intelectual son los asesores de Bukele.

Corre el tiempo y seguimos igual que durante la campaña, nos ha dejado en Babia. Creo que el mismo futuro presidente está en las mismas condiciones, por lo menos es la impresión que nos deja. Por los postulados liberales que encierra su plan Cuzcatlán en la sección de economía, como los gobiernos areneros y efemelenistas se seguirá una política que beneficie al patronato nacional e internacional. Es de suponer que las exorbitantes exoneraciones fiscales, que bajo el pretexto de inversiones y creación de empleos, se le otorgan al capital, seguirán campantes. Nada se sabe concretamente sobre una posible reforma fiscal, qué actitud ante el endeudamiento gigantesco que sufre el país. Lo más probable es que este terrible engranaje siga su inexorable marcha. De la misma manera que tiene un oído atento y complaciente a la política exterior de los Estados Unidos de Trump, la misma escucha le prestará a los consejos de los expertos del FMI y de la Banca Mundial.

No sé si recuerdan cuando su corazón aún estaba bien plantado en el costado izquierdo y se puso lanzar severas, gravosas y adustas recriminaciones a los dirigentes del FMLN acusándolos de haber abandonado los antiguos ideales, aunque nunca dijo cuáles, fue entonces que se granjeó la profunda simpatía de muchos militantes de base del partido gobernante. Ahora que profesa el credo neoliberal de ya no hay más ideologías y la división de izquierdas y derechas es una gastada y arcaica herencia de la Revolución Francesa, supongo que aquéllos ideales le valen menos que un comino.

Esto que anoto no son elucubraciones sobre el futuro, sino lo que nos deja claro desde ahora por su conducta y sus palabras.