Pongo aquí el comentario que hizo a una de mis intervenciones mi amigo Álvaro Rivera, más abajo mi respuesta. Se trata de mi artículo "La libertad y el comercio de la carne".
En general, estoy de acuerdo con tu planteamiento. Planteamiento que admitiría cierta sociología y cierto pensamiento liberal.
La misma sociología burquesa admite que el individuo es resultado de una socialización.
Hay toda una zona del pensamiento liberal que admite que las opciones individuales se hayan condicionadas por la forma en que la sociedad distribuye sus recursos. Ese desiquilibrio previo, de partida, abre más opciones para ciertos individuos que para otros. Aquí ya no tenes un sujeto abstracto.
Te digo esto porque no puede hablarse del liberalismo en general. Hay una zona del liberalismo, el de izquierda, que entabla diálogo con el pensamiento marxista. Te quiero decir que no es un individualismo filosóficamente ingenuo.
¿Cómo podría resolver el problema de sujeto, el de la libertad, el de la responsabilidad individual,un pensamiento jurídico de naturaleza marxista?
En caso de delito, por ejemplo, el que comete un ratero. Vos podes tener conciencia de que ese ratero es el producto de una larga y desgraciada historia de pobreza y desestructuración familiar,pero tenes que responder a las exigencias de reparación de la víctima del robo y tenes que enfrentarte al hecho de que el robo está tipificado como delito.
La jurisprudencia moderna es conciente del condicionamiento social, pero funciona con el principio de la responsabilidad del individuo.Porque tiene conciencia de la importancia de lo social y lo biográfico en el comportamiento, los puede admitir como atenuantes y se puede plantear, aunque sea téoricamente, la reinserción del delincuente.
En las sociedades individualistas siempre ha existido una conciencia del papel que desempèña "lo social" en las elecciones y comportamientos individuales. En La novela se puede confirmar lo que digo. En "A sangre fría" Truman Capote cuenta la historia de un asesinato y termina contandote la desgraciada historia de los asesinos. Uno de ellos tuvo una madre alcoholica, un padre sin oficio, dos hermanos que se suicidan,etcétera. Aquí hay conciencia de que las acciones individuales, aun siendo personales y autonomas, tienen detrás una ramificación social. Y Truman Capote, el narrador, no era Marxista.
Creo que para elaborar un esquema más complejo del problema de la problemática autonomía del sujeto habría que hacer un balance de la polémica que se ha librado hasta hace poco entre el liberalismo comunitarista y el liberalismo en su versión más dura.
Hay liberales (los comunitaristas) que estarían de acuerdo con ciertos pasos de tu razonamiento. La objeción que te pondrían es que postulas "una versión tan fuerte" del condicionamiento social que corres el peligro de volver invisible al sujeto. La autonomía abstracta es tan problematica como un modelo teórico de sociedad sin sujetos individuales.
Álvaro Rivera.
Estimado Álvaro:
El problema no es de constatar o no, de reconocer o no que la explotación capitalista produce las injusticias que se observan en la sociedad moderna, pues las circunstancias en que nos encontramos en esta sociedad, existen tal cual existen, por la acción de individuos, por la actividad de hombres concretos, por la dominación social de una clase. La desigual repartición de recursos económicos es una consecuencia del capitalismo, es su manera de funcionar. Por mucho que me afirmen y me repitan que aquí y hoy terminó la historia, no me han convencido. No creo que constatar el desigual desarrollo humano, es decir, que las circunstancias producen desigualdades de todo orden como simples ejecutoras de un sino predeterminado, pueda equipararse al planteamiento sobre la libertad que he hecho. Lo que no admito, pero rotundamente no admito, es que se presente como la suprema libertad, como su último momento, lo que los liberales, todos los liberales, llaman la "libre concurrencia".
Me explico de otra manera, formulando la cosa desde otro ángulo. Es fácil reconocer que las circunstancias reales en que viven los individuos producen personalidades truncadas, que no existe igualdad en la apropiación de los avances culturales, científicos, materiales, etc. que hasta aquí ha alcanzado la humanidad. No pienso que haya ninguna virtud en ello, las injusticias y sus consecuencias saltan a la vista. Lo pueden ver fácilmente sociólogos, economistas, psicólogos, filósofos o liberales. Pero resulta que esas circunstancias son tomadas como entidades o agentes fatalmente constituidos, como "potencias factuales, como cosas todopoderosas, como cosas independientes de los individuos y de las relaciones que tienen entre ellos". Para mí, la libertad comienza en la toma de consciencia de la historicidad de esas circunstancias, que ellas son el resultado, la consecuencia de la acción de los hombres. Las circunstancias hechas a los hombres no constituyen fatalidades, sino que resultan, son el producto de la voluntad y de la acción de los hombres. Estas acciones obedecen a intereses de unos y van en contra de los intereses de otros, unos justifican esta situación y la imponen con la ayuda del Estado, los otros cuando han comprendido que no se trata de un estado natural y que pueden oponerse y luchar contra ella, se organizan en sindicatos y partidos políticos para defender sus propios intereses. Es a eso que se le llama lucha de clases. Y estos hombres que luchan conscientes de que este estado de cosas no es eterno, que es posible superarlo y reemplazarlo por otro estado más justo, creo han comenzado comportarse libremente y preludian el doble de las campanas por el capitalismo. Se trata de una lucha por la libertad, por una sociedad que permita el libre desarrollo de la personalidad de cada uno y de todos.
Como ves no se trata de saber si la madre de un ratero es alcohólica o no. Es muy posible que lo sea. No obstante como lo sabés perfectamente, no todas las madres alcoholicas engendran rateros. Creo que abordar el problema de esta manera es simplemente quedarse en la superficie.
Más abajo voy a volver sobre el problema del "sujeto". Pero te diré francamente que no sé qué es una sociedad individualista y tampoco que querés decir con "el papel que desempeña "lo social" en las elecciones y comportamientos individuales". Los ideólogos del capitalismo sostienen, sí, que el individuo puede abstraerse de los obligaciones que le impone la necesidad y creen que eso existe en la sociedad capitalista y que el hombre se determina exclusivamente guiado por su egoísmo y es a eso que llaman sociedad individualista. Pero esa sociedad no deja de ser capitalista fundamentalmente y no creo que podamos calificarla a través de esa ficción ideológica.
Voy abordar ahora la cuestión del sujeto. Supongo que estarás de acuerdo conmigo si te digo que el problema del sujeto está íntimamente ligado al problema de la llamada esencia humana. Y que un momento crucial de la fundación del marxismo es la superación justamente de esta abstracción especulativa. Se acostumbra a comenzar por la definición, se suele proceder así, se extrae de la diversidad de los individuos existentes el concepto de hombre en general y se lo define por un conjunto de propiedades biológicas y psicológicas. Voy a enumerar algunas: estación erecta, el pulgar opuesto al resto la mano, un gran cerebro, amplia capacidad de fabricar instrumentos, capacidad de hablar un lenguaje articulado, capacidad de desarrollar un pensamiento abstracto, etc. Al parecer, todas estas propiedades son inherentes a todos los individuos por el hecho mismo de pertenecer a la especie. Estamos en presencia de una esencia humana que se manifiesta como una cosa dada, interna. Se trata de una esencia inalterable que reune de manera "natural" a todos los individuos (Ver la VI Tesis sobre Feuebach) . Pero esta esencia antecede a la historia y con ella se trata de explicarla.
Sin embargo si se piensa en serio la actividad social (praxis) en la que los hombres producen además de sus medios de subsistencia, sus propias capacidades, necesidades, intereses, inquietudes, etc. podemos dar por superada cualquier esencia humana inmediatamente dada y fuera de la historia. Es el hombre de Feuerbach que palpa, oye, ve, que piensa y se apasiona, es decir que se trata de un individuo que vive, que consume, que goza de los bienes materiales y culturales y que mantiene relaciones interpersonales. Pero hay algo fundamental que está ausente en este hombre concreto, pero aún muy abstracto, se trata de la actividad de la producción material y de todas las relaciones sociales que le están aparejadas. Feuerbach piensa un mundo del hombre, pero le abstrae lo que no se puede abstraer. En esta concepción están ausentes la historia y el trabajo.
En las famosas "Tesis sobre Feuerbach", Marx y Engels introducen un nuevo concepto fundamental, se trata de la actividad productiva material de los hombres, su práctica social. Es decir que la materialidad sensible que Feuerbach le opone a Hegel como lo concreto, sigue siendo una abstracción filosófica si no se le da por base la actividad productiva de los hombres. Cierta filosofía, como cierta sociología se imagina que piensa al hombre de manera perfectamente concreta únicamente porque lo considera como un ser sensible en relación con los objetos, los otros hombres y la naturaleza que lo rodean. Las "Tesis" precisamente comienzan por señalar "El defecto fundamental de todo materialismo anterior —incluido el de Feuerbach— es que solo concibe las cosas, la realidad, la sensoriedad, bajo la forma de objeto o de contemplación, pero no como actividad sensorial humana, como práctica, no de un modo subjetivo. De aquí que el lado activo fuese desarrollado por el idealismo, por oposición al materialismo, pero sólo de un modo abstracto, ya que el idealismo, naturalmente, no conoce la actividad real, sensorial, como tal. Feuerbach quiere objetos sensibles, realmente distintos de los objetos conceptuales; pero tampoco él concibe la actividad humana como una actividad objetiva".
Te voy a dar una típica "definición" idealista del individuo. En el coloquio de Rayaumont "Sobre el individuo", Paul Veyne abre así su intervención y el coloquio al mismo tiempo: "Entenderemos aquí, por "individuo", un sujeto, un ser apegado (attaché) a su propia identidad por la consciencia o el conocimiento de sí". (Sur l'individu, Seuil, Paris, 1987). Esta "definición" intemporal, ahistórica le va a servir para "interpretar" los diferentes Individuos que se han sucedido durante la esclavitud, el feudalismo y el capitalismo. Este tipo de definición que tanto gusta y que aparenta profundidad filosófica no parte de los individuos reales. "Se puede, nos dicen Marx y Engels en la "Ideología Alemana", distinguir los hombres de los animales por la consciencia, por la religión y por todo lo que se quiera. Ellos mismos comienzan a distinguirse de los animales a partir del momento que comienzan a producir sus medios de existencia, paso hacia delante que es la consecuencia misma de su organización corporal. Al producir sus medios de existencia, los hombres producen indirectamente su misma vida material".
Lo que son los individuos de una época histórica dada, a la vez en su identidad y sus diferencias, se explica a partir de las condiciones objetivas de su desarrollo histórico, condiciones que incluyen por supuesto las características biológicas comunes a la especie humana y específicas a cada individuo, pero únicamente en tanto que punto de partida y en tanto que soporte de su ser esencialmente social. En tanto que "naturaleza" inherente al individuo tomado separadamente, la esencia humana no existe.
A la única realidad a la que puede referirse la idea de esencia humana —si entendemos dialécticamente esencia como la base productora y explicativa de una realidad determinada— es "el conjunto de relaciones sociales" a partir de las que los hombres se convierten en lo que son concretamente. En otras palabras, la esencia de la humanidad no adquiere la forma humana, la forma psicológica, la de una individualidad abstracta, sino que la de la "suma de las fuerzas productivas, de capitales, de formas de relaciones sociales, que cada individuo y cada generación encuentran como dados ya existentes".
Una injusta desigualdad de hecho es precisamente que ante las enormes riquezas culturales y materiales, la sociedad actual no pone a la disposición de todos las mismas condiciones de apropiación de esas riquezas. Esta desigualdad se manifiesta desde la más temprana edad, desde que los niños comienzan a dar sus primeros pasos y a pronunciar sus primeros balbuceos. Mucho se determina en estos años.
Como te darás cuenta el sujeto al que te referís, el sujeto genérico para mí es el producto de una mala abstracción. Los hombres concretos son la suma de todas sus relaciones sociales, su capacidad de apropiación de las riquezas culturales creadas por la humanidad. Los hombres despliegan su creatividad. Pero hay muchos que están amputados de sus capacidades, porque sus relaciones sociales son limitadas, son pobres. Esto va desde el aprendizaje del lenguaje y su capacidad abstractiva, todo esto se aprende, se adquiere. Se aprenden también los valores morales, los valores ideológicos.